"Valiente pero irregular..."
¿Y con qué nos encontramos esta vez? Con una apuesta por atmósferas profundas que se buscan conseguir mediante largos momentos de calma en donde los teclados y guitarras aportan en función de la generación de paisajes reflexivos. Hermitage entrega por tanto un sonido más limpio que el habitual y donde las narraciones se desarrollan generalmente sobre la calma. En este sentido, 'The greater good' abre el álbum siendo un ejemplo perfecto de lo mencionado, con Fernando Ribeiro relatando a su tiempo para en la recta final (a partir del 3:05) darle fuerza y peso a la canción. Funciona, porque la banda encuentra su punto y el vocalista transmite exactamente lo que el tema pide. Tal como 'Common prayers', que sostiene la línea del relato tranquilo y reflexivo como eje principal. Ni hablar de 'All or nothing', donde la banda se toma todo el tiempo del mundo para entre estrofa y estrofa desarrollar oleadas acústicas en una canción que apuesta por ser el momento más melodramático del trabajo y donde definitivamente escapan de su metro cuadrado para conectar con algo similar a lo realizado por Opeth durante esta última década. Tras una pasada tan personal y profunda tiene sentido que el disco te traiga de regreso con 'Hermitage' (la canción), que se abalanza sobre guitarras y una dinámica (por primera vez en lo que va de disco) más directa, constante y activa. Ahí aciertan, aunque lamentablemente a la vuelta de la esquina tropezarán.
Sin ir muy lejos, las señales de alerta se encenderán en la cara b con los diez minutos conformados 'Entitlement' + 'Solitarian', la primera avanza (demasiado) lento sobre experimentaciones pero fuera del solo final no pareciese entregar demasiado mientras que la segunda es un instrumental bonito que tampoco logra justificarse. Algo se vuelve a enganchar gracias a la dinámica de 'The hermit saints' pero rápidamente 'Apophthegmata' + 'Without rule' volverán a insistir sobre arreglos pesados y aletargados que definitivamente acaban por sacarte del disco.
Nos quedamos así frente a un trabajo irregular, que durante su primera mitad desarrolla pasajes atrevidos y bien logrados, los cuales lamentablemente no se confirman durante la segunda. Se valora la osadía de Moonspell por intentar re inventarse a estas alturas de su carrera pero nobleza obliga a admitir que esta vez la inspiración no ha alcanzado para concretar un disco del todo sólido. Tampoco pasa nada, que la trayectoria no se las quita nadie.
¿Canciones? Las tres primeras: 'The greater god', 'Common prayers', 'All or nothing'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario