sábado, 8 de agosto de 2020

20 Años De... Coldplay: Parachutes (2000)

"La vuelta a lo elemental..."

El fin del Siglo XX definitivamente coincidió con un punto de quiebre importante en el mundo del rock. Las bandas noventeras se debatían entre el fin (ya se habían acabado Soundgarden o Faith no more) o entregar sus últimos coletazos (Stone temple pilots, Suede, Blur, No doubt, Smashing pumpkins, Rage againts the machine, entre tantos), y lo que sonaba con fuerza en aquellos años era un adolescente nu metal que amenazaba con devorarlo todo. En ese contexto, una banda inglesa como Coldplay cayó de pie, y un álbum como Parachutes, con su sencilla y delicada propuesta pareció entregar al mundo ese respiro que parece todos venían necesitando. Y es que, lejos de la vorágine y confusión musical que se vivía en ese entonces, Coldplay supo con su álbum debut volver a lo básico y recuperar lo elemental: el sentimiento y la sencillez de la canción, antes que cualquier otra cosa. Aquello se expresa a la perfección en los casi 40 minutos de música que entregaron en Parachutes, un conjunto de diez canciones que se debaten entre baladas eléctricas, acústicas o sobre un piano pero cuyo factor común es que todas sin ostentar demasiado fueron capaz de tocar al planeta. 

La partida del disco habla por si sola. 'Don't panic' es un medio tiempo delicado que en tan sólo dos minutos es capaz de imponerse entre acordes acústicos y una sutil guitarra eléctrica que con extremada sencillez va marcando el tema. Mucho más explosiva resultará 'Shiver', una maravillosa declaración de amor en donde además podemos apreciar el potencial de Coldplay en todo su esplendor (algo que la banda explotaría con fuerza en su sucesor A rush of blood to the head dos años más tarde), con un Chris Martin dando muestras de hasta donde puede llegar su especial registro vocal, que parece estar siempre al límite del quiebre y la desafinación pero es capaz de conmover en su singularidad. Posteriormente 'Spies' será otra que conjugará a la perfección la marca registrada de los inicios de Coldplay: el tándem acústico/eléctrico, con un Jonny Buckland que emula a The Edge de U2 con un slide exquisito. 

Con las cartas ya en la mesa, el disco se continuará desarrollando en un ambiente bastante regular, entre baladas acústicas y desnudas como 'Sparks', el interludio 'Parachutes', 'We never change' o 'High speed', en ocasiones sobre el piano como 'Trouble' o 'Everything's not lost', o nuevamente generando explosiones como en el exitazo 'Yellow', cerrando así un álbum que a veinte años de su publicación continúa sonando fresco y atrevido en su simpleza. 

Con los años Coldplay se transformaría en otra cosa. El éxito de los sucesores a Parachutes abriría paso al confeti, los globos y a un show que se situaría por sobre la música (algo similar a lo que le fue ocurriendo a Muse con el paso de los años), a un producto que cuesta asociarlo a la humildad y naturalidad que su álbum debut expresa con tanta claridad, un disco fantástico principalmente a causa del contexto en que fue lanzado, un álbum que triunfó donde otros lo intentaron (Travis o Doves), gracias un puñado de singles incontestables ('Yellow', 'Trouble', 'Shiver', 'Don't panic') y una segunda linea sensacional ('Spies', 'Everything's not lost') que fue capaz de hacernos creer nuevamente en la belleza que reside en lo básico. 

8 / 10
Excelente.


Otras reseñas de Coldplay:
2019: Everyday life
2015: A head full of dreams
2014: Ghost Stories
2011: Mylo Xyloto

2 comentarios:

  1. Odio a Coldplay, tenía que decirlo jaja... Ablandaron el rock.

    Yellow estaba muy bien, nobleza obliga. saludos!

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  2. Aunque Coldplay no es uno de mis grupos favoritos, me parece que han hecho un gran trabajo durante todos estos años. Como pasa el tiempo. Y nada que decir de los hits que han metido, sinceramente admiro su trayectoria y profesionalidad.

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