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miércoles, 8 de mayo de 2024

Cloud Nothings: Final Summer (2024)

"Siempre efectivos..." 

Mirado a distancia, los mejores álbumes de Cloud nothings han sido Attack on memory (2012) y Life without sounds (2017). Los más relevantes y creativos también. En el primero los de Dylan Baldi supieron situarse como nadie en estas dos décadas entre el espíritu rebelde de los clásicos Nirvana y un punk de garage con tintes melódicos mientras que el segundo intentaron hacer el giro hacia un sonido más centrado en las atmósferas. El resto de su discografía, sin embargo, se ha movido dentro de márgenes esperables, digamos, guitarras, dinámicas aceleradas y ruido, mucho ruido, universo donde este Final summer (para el que se han tomado inéditos tres años) también se situa. Estamos así frente a otro disco en donde Cloud nothings desenfunda su efectiva maraña, recurriendo a trucos habituales aunque no por esto cayendo en algún tipo de monotonía. Ayuda en este sentido que el álbum sea breve (tan solo veintinueve minutos de duración) y se mueva entre canciones tremendamente directas que rondan los tres minutos de duración, donde percibimos a una banda que lejos de lanzarse hacia tesituras más densas insisten en mostrarse vivos y joviales, llenos de energía y ganas de impactar.  

Abrirán en esta ocasión mediante una fanfarria de teclados. ¿Un giro en su sonido? ¡Claro que no! Pues rapidamente acelerarán para armar una 'Final summer' (la canción) llena de dinámica contagiosa. A la vuelta de la esquina, sin embargo, la crudeza de cosas más espesas como 'Daggers of light' o 'I'd get along' les mostrarán como los dignísimos sucesores de Weezer que son, así como más adelante 'On the chain' será oir a los Death cab for cutie en versión desatada (como si Ben Gibbard alguna vez se hubiese decidido a chasconearse en serio). En otra arista 'Mouse policy' sacará a la luz la veta más punk de la banda mientras que toda la pasada por 'Silence' + 'Running through the campus' + 'The golden halo' aportará el momento más meloso del trabajo.  

La esencia de Cloud nothings sigue apareciendo a lo largo de este Final summer, evitando quizás cualquier atisbo de momento incómodo y centrándose más bien en sonar efectivos pero, como sea, arreglándoselas para mantenernos interesados en la banda, quienes a día de hoy siguen sin sacar un mal disco. Lo cual no es poca cosa. 

¿Canciones? 'Daggers of light', 'I'd get along' y 'On the chain'.

7,5 / 10
¡Muy bueno!


Otras reseñas de Cloud Nothings:

domingo, 14 de marzo de 2021

Cloud Nothings : The Shadow I Remember (2021)

 "En el nivel usual..."

No paran de producir. Si en 2017 los de Dylan Baldi intentaron limpiar un poco su sonido y apelar a atmósferas renovadas en un álbum como Life without sound, no tardaron ni un año en recular mediante el directo y sólido Las building burning (2018) para luego, en período de pandemia, explorar su arista más pop/melódica a través de la publicación auto gestionada vía bandcamp de dos discos (The black hole understand + Life is only one event). Y acá estamos nuevamente, un año más tarde junto a un nuevo conjunto de canciones, once para ser más exacto, las cuales en poco más de treinta minutos retoman la producción sucia característica de la banda y ese sonido que privilegia siempre el vértigo + emocionalidad por sobre la técnica, aspecto que a estas alturas aparece como el principal mérito y lastre de la banda. 

Y es que nadie podría afirmar que estas canciones no funcionan, desde la apertura a cargo de 'Oslo', que abre entre la calma y sentidas reflexiones respecto al paso del tiempo ("¿Es este el fin de la vida que conocí?/ ¿Estoy más viejo o es solo otra era...?") para luego dar paso a la entrada de la banda en pleno (1:30), con estallidos de batería y guitarras que conectan a la perfección con el singlazo romántico que es 'Nothing without you', melódica, veloz y contagiosa. Más adelante el disco retomará pasadas melosas en 'Nara' + 'Open rain', sin embargo, nos encajarán previo a estas las canciones de siempre, con momentos veloces, sucios y caóticos en 'The spirit of' + 'Only light'. Entonces, el asunto funciona, pero siendo sinceros no encontramos mucho acá que no hayamos oído antes por parte de la banda.

Un aspecto que queda claro en The shadow I remember es su caracter emo en términos líricos, aspecto que volverá a reflotar durante la segunda mitad en temas como 'Sound of alarm' ("Oh, necesito tiempo para mi / Para creer en lo que puedo ser...") o 'Am I something' ("¿Soy algo bueno o algo nada destacable...?") , las cuales son seguidas por la punkoide y cruda pasada 'It's love' + 'A longer moon' (de lo mejor del disco), para cerrar todo de manera muy tradicional con 'The room it was', otra cargada al rock de garage, con las guitarras y los platillos sonando a todo dar. 

Insisto, nadie que venga siguiendo la carrera de Cloud nothings podría afirmar que el álbum no funciona o negar que entrega dos o tres momentos que impiden que perdamos la fe en ellos, pero verdad sea dicha, de que la banda acaba recurriendo a los mismos trucos de siempre, eso es innegable. Cuatro años atrás algunos sentimos con Life without sound (2017) podía ser un primer paso para cosas más grandes, digamos, algo que se acercase al derroche de audacia mostrado en un álbum como Attack on memory (2012), todo parece indicar, sin embargo, que aquella insinuación no fue más que eso, un amago que no llegó a consumarse.

¿Canciones? 'Oslo', Nothing without you', 'It's love', 'A longer moon'.

lunes, 25 de febrero de 2019

Cloud Nothings: Last Building Burning (2018)

"Que todo fluya con naturalidad (y desenfreno)..."

En 2017 me encontré alabando acá en el sitio el paso adelante que los de Dylan Baldi daban con Life without sound, un álbum que se enfocó en la cuidada construcción de ambientes en lugar del característico desenfreno de la banda. En ese sentido, me vi sorprendido tras mi primera pasada por este Last bulding burning, disco que retoma el sonido punkoide y desatado de álbumes como Attack on memory (2012) o Here and nowhere else (2014), sin embargo, aquello que en primera instancia podía parecer un paso atrás acaba resultando todo un acierto gracias al talento y frescura de una banda que no parece entregar señal alguna de agotamiento y que trabajo tras trabajo siempre acaba por regalar algo interesante que decir. Y es que no, Last building burning no es la clásica vuelta a las raíces que pretende esconder una falta de ideas sino más bien una búsqueda honesta de inspiración en donde Cloud nothings se sumergen en su esencia y nos regalan con esto un trabajo preciso, que cuenta con varios momentos enormes. 

Retoman por tanto esa sucia producción de antaño y le dan rienda suelta a un sonido cargado de dinámica, ruido y velocidad que busca reproducir en estudio aquel ambiente que la banda genera en vivo, de hecho, la partida con 'On an edge' declara intenciones inmediatamente y me atrevería a decir que con ella suenan más duros que nunca, con Baldi incluso dejándose la garganta en el tema. Y si bien 'Leave him now' sacará por minutos el pie del acelerador entregándonos junto a 'In shame' la pasada más melódica del álbum, rápidamente el desate comenzará a gestarse con el inquieto subidón que representa 'Offer and end'

Ahora, el mejor momento del álbum lo encontraremos en la dupla 'The echo of the world' + 'Dissolution', la primera está marcada por un exquisito redoble que va encontrando poco a poco un orgásmico punto de ebullición mientras que la segunda es una pieza de diez minutos de esas monumentales donde Cloud nothings rompen a medio tema para volver a arrancar con fuerza desde cero. Y bueno, con todo dicho en el álbum los últimos seis minutos no parecen sino ser un trámite aunque de todas formas se agradece el alza de intensidad que regala 'Another way of life'

Lejos de perder la energía, en Last building burning volvemos a encontrar a una banda revitalizada y con su esencia intacta. SI dos años atrás nos regalaron un discazo que trabajó cuidó cada detalle, esta vez han dejado que todo fluya con absoluta naturalidad. El tiempo dirá si este álbum representará un paréntesis, una salida a tomar aire por parte de Cloud nothings o más bien el retorno hacia un camino seguro en donde se sienten muy cómodos. Como sea, la agrupación sigue sin dar pasos en falso y construyendo un camino de incierto futuro pero que continúa ilusionando... 

7/10
Muy bueno.


Otras reseñas de Cloud nothings:

domingo, 31 de diciembre de 2017

17 Discos Para 2017


17. Beck: "Colors" 
Se la ha querido pasar de maravillas abandonando las guitarras y la melancolía de anteriores trabajos para pasarse al pop, entregando un gran momento además de un producto contundente. ¡Crack!

16. Firespawn: "The reprobate"
Sorprende este supergrupo mediante un álbum de death técnico que no entrega respiro. Como para seguir atentos al proyecto...

15. Pallbearer: "Heartless"
Salto cualitativo por parte de la banda. Guiños constantes al doom y pesados murallones de guitarras esta vez se han complementado con elementos progresivos. 

14. Immolation: "Atonement"
Técnica y brutalidad por montón. Continúan sosteniendo una discografía que practicamente no posee ripios. Tremendos...

13. Exhumed: "Death revenge" 
Exquisito álbum conceptual que enlaza elementos grindcore con lo más clásico del death técnico. Metal de primer nivel.

12. Cavalera Conspiracy: "Psychosis"
Equilibran nostalgia y presente en idénticas dosis. El mejor álbum hasta ahora del proyecto, potente, violento pero creativamente inquieto.

11. Roger Waters: "Is this the life that we really want?"
Realizando mil guiños al sonido Pink Floyd el inglés se las arregla para entregar su mejor trabajo en décadas. 

10.  Septicflesh: "Codex Omega"
Insisten sobre su fórmula de metal sinfónico pero triunfan rotundamente. Complejos y contundentes, sin fisuras.

9. Foo fighters: "Concrete and gold"
El disco de rock que necesitábamos oír por parte de Grohl. Se han concentrado en las canciones y en entregar un álbum sin excesos y el resultado ha estado efectivo.

8. Lucybell: "Magnético"
Recuperan tras mucho tiempo frescura y convicción. Vuelven a sonar creativos, interesantes y efectivos en lo melódico, y lo mejor de todo, evitando la monotonía. Su mejor disco en dos décadas.

7. Deep Purple: "Infinite"
Tenerlos en activo en estas condiciones es un privilegio. Nos entregan lo mejor de si en cada acorde conscientes de que cada uno de esos podría ser el último. Solo resta agradecer.

6. Cloud nothings: "Life without sounds"
Sacrifican el desenfreno en busca de un sonido más equilibrado, que aborda el rock desde una arista más contenida pero igualmente efectiva. Como para seguir creyendo en ellos.

5. Spoon: "Hot thoughts"
Deambulan entre el pop y el rock para continuar dando muestras de crecimiento. Contundentes e inquietos.

4. The horrors: "V"
Cada vez que lanzan disco están entre lo mejor de aquel año, y 2017 no ha sido la excepción. Entre electrónica y guitarras se debate el mejor álbum de estos ingleses a la fecha. Inquietos y maduros. No paran de crecer...

3. Leprous : "Malina"
Abandonan definitivamente el metal para entregar su álbum más limpio a la fecha, sin embargo, la jugada es notable. Siguen siendo geniales.

2. The war on drugs : "A deeper understanding"
Frente al desafío de sostener las buenas críticas obtenidas por el notable Lost in the dream, Adam Granduciel opta por el continuismo y ahí vuelve a triunfar. La magia y grandes creaciones se mantienen. Un disco hermoso y muy bien trabajado.

**DISCO DEL AÑO**DISCO DEL AÑO*
1. Steven Wilson: "To the bone"
Hace lo que le da la gana y sale bien parado. Recurre a sus habituales sonidos pero esta vez se lanza sobre elementos más luminosos, regalando referencias ochenteras por montón y mostrándose siempre tremendamente inquieto en lo creativo. Siguen quedándose cortos los adjetivos respecto a Steven Wilson, simplemente un genio ...

jueves, 2 de febrero de 2017

Cloud Nothings : Life Without Sound (2017)

Esta vez va en serio. 

Con tres discos bajo el brazo, los norteamericanos de Cloud nothings lograron ganarse un espacio en el mundo del indie gracias a un sonido sucio y desenfrenado, que incluso fue capaz de entregarnos una de las mejores canciones que oiremos durante la presente década (click acá!). Sin embargo, a todos les toca crecer, así lo ha entendido Dylan Baldi, quien se ha decidido con Life without sounds el llevar a su banda un peldaño arriba. 

El álbum abre con 'Up to the surface' y de inmediato notamos que esta vez el asunto va en serio. Un piano que da paso a un medio tiempo muy controlado, una producción muy cuidada que se suma a una estructura que genera ambientes crecientes y que incluso deja con gusto a poco. La partida es potente e invita a ir por más. A partir de acá el disco visitará distintos lugares, algunos conectan con el pasado de la banda, ya sea en forma de claro single ('Things are right with you') o recuperando el alma caótica que en sus inicios desarrollaron ('Darkened rings', de lo mejor del álbum), otras pasadas melódicas inevitablemente recuerdan al mejor de los Weezer ('Internal world' o 'Enter entirely') mientras que llegando al cierre la banda recupera el filo con la tremenda dupla 'Strange year' + 'Realize my fate', un cierre lleno de ira que corrobora la tesis inicial: trabajaron al detalle este disco, desde su primer hasta último segundo de duración.

Dos años atrás, en este mismo lugar, finalizaba la reseña de Here and nowhere else (2014) afirmando que "otro disco en esta dirección no se resiste". Siendo consecuente con aquello debo corroborar mi punto con satisfacción. Con una producción menos sucia que en el pasado, Cloud nothings han sacrificado con Life without sounds el desenfreno en la búsqueda de un disco más equilibrado. Han dejado atrás la adolescencia mostrándose como una banda adulta, lo cual les ha sentado muy pero muy bien.

7,8 / 10
¡Muy bueno!


Otras reseñas de Cloud Nothings:
2014 // Here and nowhere else
2012 // Attack on memory

domingo, 9 de marzo de 2014

Cloud Nothings : Here And Nowhere Else (2014)

Menos dispersos. Para bien y para mal. 


Sorprendieron en 2011 con un excelente e interesante Attack on memory , encontrando incluso la que fue para mi la mejor canción de aquel año. Caóticos a momentos, adolescentes en otros, los ingleses de Cloud nothings encontraron aquel año un álbum capaz de sembrar ilusión con respecto a su futuro, y bueno, los plazos se cumplen y tres años más tarde ha llegado el momento de confirmar sensaciones o derechamente decepcionar. Han decidido entonces entregarnos un disco que acota lo trabajado en Attack on memory, centrándose más que nada en un sonido cargado a las guitarras, la velocidad, el ruido y el caos, desterrando casi por por completo el lado más melódico/adolescente que alguna vez mostraron (y también aquellas facetas más oscuras de la banda). Han querido mostrarse más centrados, no tan dispersos y bueno, lo logran. Aunque aquello claramente posee un costo.  

Hay elementos de Attack on memory que acá se mantienen: una producción muy sucia, un sonido intencionalmente poco cuidado, el cual pone énfasis en la intensidad de los temas más que en un técnica depurada y su breve duración (nuevamente 8 canciones en solo 31 minutos). La diferencia como mencionaba anteriormente se marca en el tono de los temas, salvo el cierre a cargo de "I'm not part of me", prácticamente la totalidad del disco es veloz, directa e intensa. No se han querido complicar demasiado entregando una seguidilla de temas muy punkoides, cortos (tres minutos la mayoría), con unos cuantos gritos entre medio. Cuesta entonces destacar canciones ya que todas son bastante similares, aunque en lo personal me han conquistado precisamente aquellos donde se aprecia algo más de trabajo y cambios, como son el caso de "Just see fear", Giving into seeing" o los particulares siete minutos de "Pattern walks".

Siendo claros. Here and nowhere else confirma las sensaciones positivas que mostraba su anterior disco pero no muestra un crecimiento importante en lo musical. Han querido sonar constantemente ruidosos, no se han complicado con las estructuras, han eliminado los "extremos" de su sonido (tanto lo liviano como la oscuridad) entregando un disco muy directo y efectivamente centrado. Como es un trabajo corto, no alcanza a agotar, la dosis es precisa y cuenta con dos o tres golpes efectivos, sin embargo, un álbum más en esta linea no se resiste.


6 / 10
Bueno, cumple.



Anteriores reseñas de CLOUD NOTHINGS
2012 // Cloud nothings  // Attack on memory

lunes, 31 de diciembre de 2012

21 Grandes Canciones De 2012 (Parte 2)


En la música, como en la vida, hay cabida para distintas emociones. Todo depende del momento, incluso del instante personal que se esté viviendo. Es así como ciertas melodías de pronto conectan contigo y al día siguiente ya no lo hacen de igual forma. Es hermoso encontrarse con una canción en el instante preciso. Y bueno, eso me pasó en diferentes momentos de este 2012 con las 10 canciones que paso a revisar a continuación.... ¡Let's dance!


10. Beach House: "Myth". Emocionante, sobrecogedora melodía. Acá sobran las palabras y solo hay que disfrutar.



09. The Killers : "Runaway". Esta es una canción de esas que ya no se componen. Mucha energía y uno de esos temas que te dejan las vibras muy arriba.


08. Baroness : "Sea lungs". Rock a la vena. Uno de esos temas que no puedo oír sin imaginarme en una cancha dejando la garganta ahí tras cada coro.


07. Muse: "Panic Station". Solo Muse podía ser capaz de meter a INXS, Red Hot Chili Peppers y a Prince en un solo tema y seguir sonando a Muse. Extraordinario.


06. Beach House : "Wishes". ¡¿Otra vez Beach House?! Si, otra vez Beach House. Es que amo los temas orgásmicos, no puedo contra ellos y este simplemente me mata. A los 2.30 minutos revienta como las olas contra las rocas, momentazo único.


05. Django Django : "Default". Divertido, juguetón. Algo de Beck, algo de Talking Heads. Percusiones por doquier y voces que se enlazan una y otra vez. Un temón.


04. Café Tacuba : "Volcan". Ya la letra por si sola pesa muchísimo. Una notable mirada nostálgica hacia el pasado, hacia los errores cometidos. Ahora, si eso lo acompañamos con arreglos que poco a poco aumentan en intensidad para reventar de manera explosiva a los 3 minutos...¿Qué más se puede pedir?


03. Tame Impala: "Nothing that has happened so far has been anything we could control". Acá sobran explicaciones, psicodelia en su máxima expresión. Yo con esta vuelo...


02. Deftones: "Tempest". El desgarro hecho música. Una canción realmente perfecta. La interpretación de Moreno creo se lleva parte importante del mérito.


**** CANCIÓN DEL AÑO ***** CANCIÓN DEL AÑO ***** CANCIÓN DEL AÑO ******

01. Cloud Nothings: "Wasted days". No podía ser otra. Nuevamente el desgarro y el lamento presente en mis gustos. Pero acá esto se conjuga con elementos musicales memorables. Una canción que comienza potente pero encuentra la calma a los 3 minutos para luego, a lo Ten Years After (el que sabe, sabe...), volver a agarrar fuerza. La mejor canción del año para mi.


¿Y? ... ¿Coincidimos otra vez o nada de nada?

Y bueno, se fue 2012 pero no mis recuentos ya que aún tengo pendiente "los mejores videos" y , era que no!, los mejores discos del año. Un abrazo a todos, que el rock & roll los bendiga. Y recuerden siempre amarse los unos a los otros. 

Como siempre se agradecen las visitas. No olvides valorar el artículo o dejar algún comentario acá abajo.

jueves, 7 de junio de 2012

Cloud Nothings: Attack on memory (2012)

"Juventud, divino tesoro..."

Si bien la movida post punk revival de la pasada década trajo a las guitarras de regreso, estas carecían de un elemento no menor: el desgarro. Dicho en simple: no hubo banda post 2000 fuese capaz de abandonar el buenrollismo y prácticamente todas abrazaron el pop amigable como bandera. Por esto, una banda como Cloud nothings nos viene de maravillas, agrupación liderada por Dylan Baldi y que acá con su tercer disco han sabido conjugar en dosis precisas el filo del punk, guitarras punzantes, un sonido sucio + atmósferas desoladoras en el que no solo es su mejor trabajo a la fecha si no uno que seguramente recordaremos a futuro gracias a la frescura que logra transmitir. 

En Attack on memory estos jóvenes estadounidenses han sabido conjugar un ida y vuelta impecable que oscila entre melodías livianas/adolescentes y atmósferas realmente dolorosas llenas de desesperanza, esto en tan solo ocho canciones que superan apenas la media hora de música. 

Para muestra, lo que hacen en la primera parte del disco, abriendo con los aires densos y pesimistas de 'No past / No future', repitiendo únicamente cuatro conceptos en una dinámica ascendente que va desde el Radiohead más deprimente hasta el Nirvana más desgarrado (así, como suena), para luego desenfundar la gran obra maestra del disco: 'Wasted days', casi nueve minutos en donde la banda explota todo su potencial desarrollando un torbellino que irá mutando mientras se desarrolla. Es la gran canción del álbum y sin lugar a dudas de lo mejor que habremos oído este año. Luego, sin embargo, y de manera brusca, el trabajo bajará revoluciones yendo hacia sonidos más amigables tanto en 'Fall in' como en 'Stay useless', en un movimiento que descoloca pero resulta de igual forma fascinante e incluso necesario considerando lo denso que había comenzado el álbum.

La Cara B del disco abrirá con la veloz e instrumental 'Separation', toda una exquisitez que juega a placer con sus guitarras limpias y una dinámica acelerada para luego pasar a la punzante 'No sentiment' y volver a cerrar muy light con 'Our plans' + 'Cut you', dejándonos así una montaña rusa que si bien por momentos pareciese no ambicionar demasiado acaba ejecutando a la perfección eso de lograr muchísimo con poco. 

El tiempo dirá hasta donde serán capaces de llegar Cloud nothings, por ahora nos quedamos con esta pequeña gran joya que sorprende e impacta por el descaro que ostenta, propio de una juventud que evidentemente tiene poco que perder por lo que no ha temido el dejarlo todo en la pista. Benditos sean por esto.

¿Canciones? 'No past / No future', 'Wasted days y 'Separation'.


8,8 / 10
¡Excelente!