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lunes, 11 de diciembre de 2023

Carnifex: Necromanteum (2023)

 "Insinuaciones..."

Uno de los bastiones del deathcore está de regreso. Mucho tiempo no ha pasado, sin embargo, desde el sólido Graviside confessions (2021) por lo que como era de esperar, este nuevo Necromanteum llega dispuesto a sostener el camino que la banda viene trazando desde World war X (2019), desarrollando un metal veloz y agresivo entre canciones que transmiten buenas dosis de oscuridad y desesperación, siempre de la mano del tándem compuesto por Shawn Cameron en batería + Scott Lewis en voces, quienes han colaborado en la producción con Jason Suecof (que ya les ha acompañado en varios discos). Y bueno, a juzgar por el resultado, juntos han querido mantener el sello característico de Carnifex marcando cierto matiz en el elemento sinfónico, el cual había estado presente en álbumes anteriores de la banda pero acá evidentemente se encuentra más intencionado.

Lo dicho se aprecia de inmediato tras dar play al álbum, emerge 'Torn in two' y la bestialidad característica de Carnifex con esos violentos cambios estructurales se hace presente, pero lo dicho, que el retoque viene marcado por las atmósferas siniestras entre estrofas que busca generar el uso de teclados, algo similar a lo que intentarán desarrollar en 'Necromanteum' (la canción), donde los aires e influencia de Cradle of filth se vuelven bastante presentes. Entre estas sonarán cosas como 'Death's forgotten children' o 'Crowned in everblack' que no están mal pero si tiran del piloto automático por lo que inevitablemente se vuelven algo monótonas, cosa que no ocurre con 'The pathless forest', donde la banda retoma la diversidad, variando intensidades y armando pasajes sinfónicos, elemento que vuelven a explotar de manera gloriosa en algunos momentos de 'How the knife gets twisted', seguramente el tema más interesante (más no el mejor) en todo el álbum al conjugar momentos brutales con otros marcadamente melódicos. Por cierto, la pregunta es inevitable: ¿por qué no se permiten extender el solo más allá de quince míseros segundos? Incomprensible. 

Ese ida y vuelta entre lo sinfónico y un deathcore de manual acaba por ser el mayor pro y contra con que carga un disco como Necromanteum ya que la banda cuando se atreve a salir de la caja insinúan la capacidad de expandir su sonido de buena forma, como ocurre en la recta final en 'Infinite night terror' o en ese épico cierre a cargo de 'Heaven and hell all at once', sin embargo, salvo contados momentos Carnifex todo el tiempo parecen sonar encorsetados, como si no se atreviesen realmente a ir por más y temiesen romper con el deathcore, una etiqueta que da la sensación comienza a quedarles pequeña. ¿Otro ejemplo de lo mismo? 'Bleed more'

Por ahora la banda continúa regalando buen nivel e insinuando un crecimiento que es de esperar se decidan definitivamente a consolidar a futuro en lugar de insistir en estas medias tintas. 

¿Canciones? 'Infinite night terror', 'How the knife gets twisted' y 'Heaven and hell all at once'

7,5 / 10
¡Muy bueno!


Otras reseñas de Carnifex:

miércoles, 6 de octubre de 2021

Carnifex: Graveside Confessions (2021)

"Se vuelven necesarios..."

Algo que me gusta mucho escribir acá en el blog es eso de que "al que no le gusta, pues se lo pierde". Y es que precisamente vengo de publicar la reseña del IOWA de Slipknot, una maravillosa brutalidad que nos dejó el nu metal de comienzos de siglo pero que seguro los puristas detractores del género aún son incapaces de valorar (como también se siguen resistiendo a la belleza de Deftones, seguro). Todo esto a propósito de Carnifex y el deathcore, otro lugar plagado (aún, aunque parezca increíble) de metal haters. Pasa el tiempo, sin embargo, y los discos de estos norteamericanos se vuelven cada vez más necesarios. Y es que siempre viene bien disfrutar de una descarga como esta, bien escrita y dispuesta a deambular a placer por distintas aristas del metal. 

Hablando de la música, esta vez no hay intro y van directo al hueso. Basta darle play al álbum para captar la capacidad de este. 'Graveside confessions' (la canción) son cuatro minutos y medio de ira + depresión que se conjugan sin entregar respiro, un grito de angustia, de auxilio, que se resume muy bien en la estrofa final del tema ("Déjame recordarte quien realmente soy / Un olvidado/ Un caído / Ahogado en la sangre de pecados imperdonables...") en donde Scott Lewis cambia su forma de cantar cada dos líneas en un ejercicio impresionante que más adelante se replicará en cosas como 'Carry us away' o 'Talk to the dead', todas canciones dispuestas a volar cabezas donde no hay tregua con el auditor. El matiz aparecerá, sin embargo, en cosas como 'Pray for peace' + 'Seven souls', la primera más death, la segunda más black metiendo teclados en estrofas y puentes, o en 'Cursed', uno de los temas más curiosos del disco a causa de lo diversa que suena por si sola, demoledora y melódica a la vez en el estrofa + coro pero sabiendo romper la estructura a media canción (desde el 2:05, con pedos incluidos en el 2:20) incorporando breaks más típicos del deathcore. Que decir, todo un bicho raro.

Agarrando la recta final escucharemos un grato instrumental que desembocará nuevamente en la oscuridad de 'Cemetery wander' + 'Countness of perpetual torment', seguramente lo más directo del disco y que dará paso a la versión que han creado de 'Dead bodies everywhere' (original de Korn), en una muestra más de amplitud creativa por parte de Carnifex, quienes no temen ocultar sus referentes de juventud incluso realizando un guiño al álbum más comercial (y resistido) de los de Jonathan Davis (Follow the leader, 1998), aunque por supuesto, llevando el tema a su terreno. 

Finalmente, la descarga cerrará con otra pasada directa como 'Cold dead summer' (que sobra y se vuelve algo redundante) + 'Alive for the last time', que es puro death, aunque esta si se justifica con sus cambios estructurales y teclados nuevamente presentes. Como regalo, la banda ha re grabado tres canciones de su álbum debut Dead in my arms (2007), que cumplirá ya quince años, también en una jugada que cierra el círculo de manera evidente, dando muestras del crecimiento de una agrupación que ha sido capaz de superarse a si misma. Y si, que tras el notable Slow death (2017) habían vivido un pequeño tropiezo con el predecible World wart X (2019), sin embargo, con Graveside confessions vuelven a situarse en la primera línea mediante uno de esos álbumes que se sitúa por sobre cualquier etiqueta y prejuicio. De lo mejor que han grabado. 

¿Canciones? 'Graveside confessions', 'Pray for peace', 'Seven souls'.

7,5 / 10
¡Muy bueno!