domingo, 5 de enero de 2014

20 Años De... Suede: Suede (1993)

"Juventud, divino tesoro..."

Una ola trae de todo, la fuerza de su impacto deja restos y registros en la arena. Algo similar ocurre con los subgéneros que la industria de la música ha desarrollado durante la historia. Nos encontramos ahí con dos o tres bandas pioneras, unas cuantas de corto alcance (pero muy efectivas en su momento) que lograron impactar con sus primeros discos y otras que simplemente intentaron subirse al carro buscando fama y éxito. Y bueno, sin la elegancia de Pulp ni el talento compositivo de Blur (a Oasis no los menciono ya que estos corrieron en caminos propios) Suede fue una banda que quedó a medio camino de todo en la movida. Decidieron desde un comienzo dejar de lado la ambigüedad, las metáforas o la poesía para ser evidentes tanto en lo temático, musical como en lo visual, desarrollando un revival del glam como nadie se atrevió por aquellos años (si alguien homenajeó a Bowie, con este aún vivito y coleando, fueron Suede, digámoslo). Basta ver la portada de este álbum debut o visualizar sus presentaciones en vivo (su presentación en los Brit Awards de 1993 es material histórico a estas alturas) para notar que los tipos deseaban impactar de entrada. Los resultados no se hicieron esperar y fueron tan contrastantes como potentes: éxito de ventas, masificación pero también un puñado de críticas por la falta de originalidad.

El caso es que utilizaron el glam a modo de inspiración (con un Brett Anderson fantástico de presencia) y fueron a la vez unos Smiths más crudos, de ahí que muchos fundamentalistas en su momento los criticasen con dureza (la competencia era férrea, insisto en el punto), sin embargo, mirado en perspectiva me parece que existió un elemento de oscuridad e ira que Suede logró plasmar muy bien en su álbum debut, lo cual le terminó abriendo las puertas necesarias en medio de un inicio de década que recibía muy bien precisamente a las bandas que jugaban a ser oscuras. 

Pero vamos a la música. Ahí, el álbum abre con las incombustibles "So young" o "Animal nitrate", dos cartas de presentación que son pura actitud (juventud, divino tesoro). Fuera de estas, sin embargo, el álbum ofrece serie de descargas de dinámica y sucias guitarras tales como "Moving" o la excelente "Metal Mickey", maravillas de medios tiempos como "The drowners" ('Ziggy Stardust' de Bowie más presente que nunca acá) y ciertos toques de intimidad entregados por las baladas "She's not dead", "Pantomime horse" o "Sleeping pills", todas estas representantes de un disco que en el global terminaba sonando más oscuro que luminoso y cuyo éxito, para muchos, significó el impulso que necesitaban las bandas inglesas del momento para emerger con fuerza en la escena britpop

Se juntaron las canciones con la actitud y el resultado no podría ser otro más que el éxito total. Con los años, la banda iría perdiendo algo del filo que su debut derrochó, pero con todo, a veinte años de distancia, el nivel y legado de este álbum no hace si no agigantarse más y más. Una obra de pop afilada y desafiante. Un debut de proporciones y uno de los grandes de aquella maravillosa década.

¿Canciones? 'So young', 'Animal nitrate' y 'The drowners'.

8,5 /10
¡Excelente!



Reseñas anteriores de SUEDE:

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