viernes, 5 de marzo de 2021

Architects: For Those That Wish To Exist (2021)

"Pasos fuera de la caja... " 

Inevitablemente a una banda como Architects le acabó pesando la necesidad de mantenerse publicando discos cada dos años para poder así conservar vigencia. Siete álbumes en diez años (período 2006/16) no es poca cosa, lo cual evidentemente no les entregó demasiado margen como para evolucionar a partir de su tradicional y genérico metalcore. Posteriormente, como algunos sabrán, tanto All our gods have abandoned us (2016) como Holy Hell (2018) fueron álbumes marcados por la enfermedad y muerte de Tom Searle (guitarrista fundador y hermano además del baterista de la agrupación), por lo que For those that wish to exist (revelador desde su título) puede entenderse como un trabajo de características bastante especiales en la carrera de los ingleses, uno mediante el cual Architects  muestran sus deseos de continuar adelante, digamos, ese punto aparte necesario de vivir tras cualquier duelo. Porque la vida sigue, aún con el dolor a cuestas.

El caso es que finalmente y tras tres años de silencio el álbum vive entre nosotros, quince canciones que en casi una hora de duración dan muestra del momento e intenciones actuales de Architects, y ahí, cabe mencionar el que nunca se apreciaron en la banda intenciones tan marcadas por explorar sonidos fuera de la caja. Simplificando el asunto podríamos resumir mencionando el que estamos frente a su disco más melódico a la fecha, uno que se lanza sin miedo sobre canciones gancheras y de fácil acceso, sin embargo, hay más donde indagar. Es cierto que estamos ante un álbum en donde abundan los singles y las estructuras no son tan violentas como lo fueron años atrás, pero tampoco esto significa que la música que acá suena se perciba ligera y desechable, pues las vueltas de tuerca están, además de un interesante trabajo de sintetizadores que pretende entregarle profundidad al sonido, y lo logra. Esto se aprecia de inmediato tras la introductoria 'Do you dream of armageddon?', la cual rápidamente procederá a la pasada por 'Black lungs', 'Giving blood', 'Discours is dead', 'Dead butterfly' y 'An ordinary extinction', una seguidilla de canciones fáciles de seguir, caracterizadas por dinámicas que en cuatro minutos son capaces de moverse bastante sin repetir patrones tan evidentes, una cuidada producción, elementos electrónicos, un trabajo de guitarras + batería impecable y una carga emocional importante que se muestra siempre presente. 

En términos vocales Sam Carter suena versátil aunque ahora matiza bastante con susurros y líneas limpias (y es normal, si los veinte no son eternos para nadie), aunque siempre habrán canciones como 'Impermanence' o 'Libertine' que conectarán con la línea agresiva de la banda. Mucho más atmosférica y etérea sonará 'Flight without frontiers' la cual dará paso a una cara b del disco nuevamente marcada por el trabajo melódico, destacando canciones como 'Animals' y 'Demi god', básicamente gracias a su contundencia, además de ese sensible cierre con arreglos orquestales titulado 'Dying is absolutely safe'

Es cierto que durante parte importante del trámite, Architects aborda ese contraste agresivo/melódico que otros ya han desarrollado y que con dos o tres canciones menos ('Little wonder' o 'Goliath' se las podrían haber ahorrado) el resultado se habría percibido más compacto, pero puesto en el contexto de la discografía de la banda esto suena a avance por donde se mire. Han dado un salto conservando la contundencia y el sentimiento de su sonido, lo cual es meritorio. Seguramente sus fans más ortodoxos rechazarán el paso pero también otros nos acercaremos motivados por las ganas que la agrupación ha mostrado de dejar de apostar a la segura. 

¿Canciones? 'Dead butterflies', 'Animals', 'Dying is absolutely safe'.

7,5 / 10
¡Muy bueno!


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