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sábado, 10 de septiembre de 2022

Soulfly: Totem (2022)

 "Algo menos inspirado..."

En general, puntos más, puntos menos, los discos de Soulfly siempre tienen algo. Más allá de las diferentes formaciones con que ha contado el proyecto a lo largo de estos ya veinticinco años, Max Cavalera es un tipo que suda metal, por lo que lo acompañe quien lo acompañe, sus álbumes cuentan por si solos con elementos atractivos. Sin embargo, los puntos altos en su carrera han llegado habitualmente de la mano de los matices, de hecho, sin ellos lo que queda es Max en estado puro y en piloto automático, como ocurrió en Savages (2013), por ejemplo. El caso es que desde aquel disco tuvimos unos contundentes Archangel (2015) y Ritual (2018), álbumes que encuentran continuación en este Totem, eso si, con un pequeño gran detalle: ya no está Marc Rizzo. Y aquello se hace sentir. Totem no es un mal disco pero luce algo plano respecto a sus antecesores, un álbum que apunta directo a la médula del sonido Max Cavalera pero que inevitablemente cae en la monotonía de la propuesta.

La producción sigue yendo por donde han ido los últimos trabajos de Soulfly, restándole protagonismo a una voz (naturalmente) cansada de Max, y colocando una instrumentación poco prolija por encima, la cual se centra en el peso de un thrash tremendamente reconocible a estas alturas y de marca registrada. Son pocas las sorpresas que nos esperan por tanto en Totem, de hecho, hay que llegar al final del álbum para encontrarse con el tradicional instrumental que Cavalera incorpora en cada álbum, en esta ocasión acudiendo a las atmósferas mediante cuerdas limpias, encontrando ahí un movimiento distinto, que se complementa de buena forma con más de seis minutos de 'Spirit animal', la única en todo el álbum que se la juega al menos estructuralmente por algo diferente. El resto irá más o menos donde siempre, con algo menos de inspiración respecto a los antecesores.

Desde que abre el disco por tanto sonarán canciones afiladas de dos a tres minutos, que apuestan por la velocidad en 'Superstition', 'Scouring the vile' (con apoyo en voces de John Tardy de Obituary), 'Filth upon filth' o más adelante en 'Ancestors', algún coqueteo al nu metal encontraremos en el riff de 'Rot in pain', bajadas de tiempos en 'The damage done' (con una buena alza de intensidad en su solo), groove ganchero en 'Totem' (la canción), y sería. No demasiado más. 

Con una formación que venía estable desde hace una década, que cuenta con su hijo Zyon en batería + Mike Leon en bajo, Max Cavalera había podido desenvolverse con tranquilidad durante el último tiempo, por lo mismo la partida de Rizzo ha mermado un tanto la propuesta. Totem es una correcta continuación para lo que fue Ritual (2018), uno o dos peldaños por debajo eso si. 

¿Canciones? 'Scouring the vile' y 'Totem'.

6,5 / 10
Cumple y algo más...


Otras reseñas de Soulfly:

sábado, 16 de enero de 2021

Killer Be Killed : Reluctant Hero (2020)

 "A la altura de sus integrantes ..."

El problema del debut de Killer be killed en 2014 pasó por el haber generado una mixtura agradable al oído pero que no cuajó como debió. Aquel disco se sintió como si cada integrante hubiese aportado con dos o tres canciones pero con una puesta en común algo convencional, de ahí que el proyecto rápidamente pasase al olvido y tras el debut honestamente creo que pocos aventuraron una continuación. Sin embargo, la pandemia generó el milagro y acá los tenemos de regreso mediante un disco que efectivamente corrige lo anteriormente dicho. Dicho en simple: esta vez si han parido un trabajo con vida propia, sin canciones que pareciesen ser descartes de Dillinger escape plan, Mastodon o Soulfly sino donde efectivamente percibimos una colaboración efectiva.

Nos encontramos así con un conjunto que muestra cohesión en su sonido, con algunas canciones que apuestan por la dinámica acelerada y el rocanrol en sus guitarras (digamos, lo que habrían querido lograr unos Volbeat pero jamás han podido), ahí luce en la partida el brillante tridente compuesto por 'Deconstructing self-destruction', 'Dream gone bad' y 'Left of center', otras que apostarán por un mayor peso, estructuras cambiantes y más agresivas, como 'Filthy vagabond' (caótica en su comienzo y muy Motorhead en los coros), 'The great purge' o la excelente 'Comfort from nothing', mientras que habrá instantes mucho más oscuros y de tiempos más calmos, con toda la banda aportando un determinado condimento, como ocurre en 'Inner calm from outer storms' (otro punto altísimo del disco) o en 'From a crowded wound' (un dato freak: ¿idea mía o Max Cavalera en el 3:15 y 3:40 emula al Rob Halford de 'Nailed to the gun'? ). Finalmente, para el cierre han dejado quizás lo más débil del disco: dos temas muy directos como 'Aminus' y 'Dead limbs', algo redundantes en ideas, más un cierre algo forzadamente meloso con 'Reluctant hero', que abre bastante débil pero mejora muchísimo en su recta final.

A destacar a lo largo del álbum la performance en batería de un notable Ben Koller (quien debuta en la agrupación tras el alejamiento de Dave Elitch), de enorme protagonismo en prácticamente todo el disco, pero también el que en general cada canción funciona gracias al aporte evidente de los cuatro integrantes tanto instrumental y como vocalmente (no hay canción en que los tres vocalistas no se crucen, lo cual siempre luce natural). 

No era tarea fácil pero han logrado generar un conjunto que suena plenamente homogéneo, once canciones que regalan dinámica, fuerza y peso, agresividad y fiereza pero sin conformarse con lo obvio en sus estructuras, algo que se ya se apreciaba en el debut pero acá han mejorado muchísimo. Un tremendo segundo álbum para el proyecto. Metal fresco y equilibrado. 

¿Canciones? 'Dream gone bad', Filthy vagabond' y 'Inner calm from outer storms' .

8 / 10
Excelente


Otras reseñas de Killer be killed:

viernes, 25 de enero de 2019

20 Años De... Sepultura: Against (1998)

"Furioso renacimiento..."

Los años noventa fueron especiales en muchísimos sentidos y uno de ellos fue el singular momento que el metal vivió. La consigna era renovarse o morir, y en ese camino las viejas glorias, aquellas que construyeron el género, hicieron crisis. Estuvieron quienes no se disolvieron pero si realizaron un giro importante en sus direcciones musicales (ahí tuvimos a Metallica + Megadeth sonando en las radios o a Slayer probando suerte en el numetal) pero también existieron los que no sobrevivieron al terremoto que significó dicha década y enfrentaron la partida de alguno de sus integrantes insignes (con Iron maiden y Judas priest como ejemplos míticos). En ese contexto, los brasileños de Sepultura no fueron excepción y vivieron de todo un poco. En 1994, pese al enorme éxito comercial obtenido por Roots, la banda bien no lo estaba pasando bajo el escenario, ya sea por las dificultades internas (causadas por la manager de la banda, esposa de Max Cavalera) o diferencias creativas, la agrupación vivió su propio tsunami, uno que acabó por sacar a Max de la banda y dejar a Sepultura a la deriva sin un compositor y vocalista, sin manager ni productor. 

Corrieron muchos rumores para que finalmente se volviese oficial la noticia: la banda volvía a grabar y el reemplazante en voces era el norteamericano Derrick Green. A partir de ahí se ha escrito una historia para Sepultura plagada de irregularidades pero que comenzó en 1998 con la edición de Against, disco que como era esperable fue (literalmente) escupido por cuanto fan de la banda existía, muchos de los cuales incluso a día de hoy no superan la partida de Max. El caso es que a poco más de dos décadas de su edición Against se percibe como un álbum altamente disfrutable, que ciertamente ha envejecido de buena forma pero que fue injustamente rechazado por su origen. Un disco que sigue mereciendo una oportunidad a causa de la energía y furia que durante todo su trayecto desprende.  

Pero hablemos del álbum. Durante estos casi cincuenta minutos de música nos encontramos con un elemento de diversidad no menor y así como recibimos golpes brutales que apuntan directo a la médula, como esa fenomenal partida a cargo del combo 'Against' (la canción) + 'Choke' o 'Commonds bonds' , también encontramos temas que beben y dan continuidad a los riffs + tribales de Roots como 'Old earth' o 'Boycott', canciones más exploratorias y profundas que conectan incluso con lo que la agrupación realizaría más adelante ('Rumors' o la sensacional 'Floaters in mud') e incluso colaboraciones de Joao Gordo (vocalista de Ratos de porao) en 'Reza' y Jason Newsted en 'Hatred aside'. Hasta acá todo suena impecable e incluso notable por momentos, sin embargo, también está el relleno, momentos donde se evidencia que la banda quiso meter todo lo que había en el disco pero redundan innecesariamente. Ahí toda la pasada por 'Unconsciuos', 'Kamaitachi' y 'Drowned out' podrían habérsela ahorrado por resultar algo obvia. 

Con todo, Against se ha sostenido en el tiempo como un gran trabajo, un disco afilado y lleno de ira pero que claro, pagó el costo de no contar con Max Cavalera en las filas. Con el paso de los años llegarían a nosotros otros álbumes de la agrupación, algunos de menor nivel a Against (A-lex, 2009) y otros enormes en lo creativo (Dante XXI, 2006) pero todos y cada uno de ellos fueron ignorados por los fans, quienes jamás le perdonaron a Sepultura la separación y mucho menos el que Derrick Green fuese sostenido en el tiempo como el vocalista definitivo de la banda. De todas formas en 1998 estos brasileños supieron renacer con buenas armas mediante un álbum en general digno de la leyenda, y aquello merece ser recordado y destacado. 

7/10

Muy bueno. 

Otras reseñas de Sepultura:

jueves, 6 de diciembre de 2018

Soulfly: Ritual (2018)

"Se sigue escribiendo la leyenda ..."

En este 2018 el debut discográfico de Soulfly cumple veinte años. Muy atrás en el tiempo han quedado los conflictos personales/familiares que provocaron la partida de Max Cavalera de Sepultura y derivaron en el inicio de este proyecto que a la fecha nos ha regalado once álbumes. Y si bien es correcto afirmar que durante estas dos décadas han existido momentos donde el mítico vocalista ha funcionado en claro piloto automático (Savages, 2013, claro ejemplo) también cabe mencionar el que cuesta encontrar dentro de la discografía de Soulfly un mal álbum y que los puntos altos no son pocos. 

Y hablando de esta discografía, cierto es que Dark ages (2005) marcó un antes y un después para la banda. Aquel fue el último álbum que contuvo ciertos afanes exploratorios por parte de Max pero que a partir de Conquer (2008) se transformaron en una constante búsqueda de un sonido más cercano al death. Buenos álbumes hemos tenido desde entonces, de hecho, sin ir muy lejos las sensaciones que dejó Archangel (2015) fueron tremendamente positivas y optimistas, las cuales se han confirmado con la edición de Ritual, un fabuloso álbum de metal digno de los mejores tiempos de la banda.  Diez canciones en cuarenta minutos de música, dosis justa y precisa para un álbum que no debería dejar insatisfecho a nadie que venga siguiendo de cerca la carrera de Soulfly

La partida es categórica: 'Ritual' (la canción) conjuga de manera genial esos sonidos tribales que inevitablemente recuerdan al Roots de Sepultura con el groove característico de la banda. Un temazo imposible de no imaginar en vivo que además se ve complementado con la brutal 'Dead behind the eyes', marcando así unos enormes diez minutos iniciales para el álbum, los cuales verán continuidad en una pasada más tradicional en 'The summorning' + 'Evil empowered', marcada esta última por un constante doble pedal y un Cavalera que se deja la garganta. 'Under rapture' destaca por el buen juego a dos voces que propone y su velocidad, así como 'Demonized', otro tema dispuesto a no dejar títere con cabeza. En la recta final el disco no bajará el nivel, desenfundando una seguidilla muy directa y efectiva que cerrará con un precioso instrumental 'Soulfly XI', que esta vez ha añadido vientos a la tradicional ecuación (algo de la clásica 'Planet caravan' de Black Sabbath encontramos en el tema). 

Y bueno, lo dicho, Ritual es un álbum preciso de exquisito death que encuentra durante su trayecto enormes momentos que dan muestra de un estado de inspiración no menor por parte de un Max Cavalera que parece haber encontrado en estos años el filo que por más de una década estuvo buscando. De lo bueno que habremos oído este año en materia de metal.

8/10
Excelente.

martes, 19 de diciembre de 2017

Cavalera Conspiracy : Psychosis (2017)


Tras un año de silencio y fiel a la idea de no darnos demasiado respiro, tocaba en 2017 un nuevo trabajo de Max Cavalera, quien junto a su hermano Igor en batería y Marc Rizzo en guitarras (quien también lo acompañó en los primeros álbumes de Soulfly) regresa con el cuarto álbum de Cavalera conspiracy, un proyecto que de cierta forma (y como era de esperar) tiende a tributar el sonido que estos hermanos trabajaron veinte años atrás junto a su mítica banda Sepultura. En ese sentido, si en Pandemonium (2014) pudimos oír a una banda desatada y enfocada en la entrega de un thrash muy directo, tres años más tarde los tenemos en Psychosis regalando el que definitivamente debe ser, a día de hoy, el trabajo mejor logrado del proyecto.

En la linea de los recientes trabajos de Max Cavalera, Psychosis es un álbum corto y que va al grano. El disco está compuesto por nueve canciones que en cuarenta minutos desatan un sonido que contiene gran parte de los elementos que le entregaron identidad a los hermanos Cavalera durante su carrera. Es decir, nos encontramos acá con riffs afiladísimos marca de la casa, un Igor tremendo en batería y violentas vocalizaciones por parte de un Max que, aunque abusa un tanto del eco como recurso, aún continúa cumpliendo con creces en las interpretaciones. 'Insane', la apertura del álbum, es todo eso, velocidad y desenfreno, sin embargo, con 'Terror tactics', la excelente 'Impalement execution' o 'Spectral war' comienzan a aparecer interesantes matices en las estructuras, pequeños cambios en los tiempos que aportan a entregar diversidad al sonido. Y en ese punto me quisiese detener, ya que me parece resume de buena forma lo que nos encontraremos en Psychosis, es decir, a una banda entregada a la música extrema pero que en cada canción ha intentado regalar pequeños detalles que marquen diferencias, ya sea en materia de arreglos (los sonidos tribales siempre presentes) o estructuras.

A destacar también la oscuridad de la pasada por 'Crom' + 'Hellfire', así como el cierre más experimental a cargo de la instrumental 'Psychosis' seguida de 'Excruciating', pero más allá de la individualidad, el álbum funciona en su conjunto y seguramente conectará de comienzo a fin con todos aquellos que continúan añorando la antigua formación de Sepultura, esa que a comienzo de los años noventa hizo historia. Verdad sea dicha, aquel sonido se mantiene vigente en Cavalera conspiracy, proyecto que en Psychosis ha logrado equilibrar nostalgia con presente en idénticas cantidades. 

4.0 // Excelente!

Otras reseñas de Cavalera Conspiracy:
2014 // Pandemonium 

sábado, 29 de agosto de 2015

Soulfly: Archangel (2015)


Desde 2008 hemos tenido: cinco discos de Soulfly, tres de Cavalera Conspiracy y uno de Killer be Killed. Es decir, nueve discos con Max Cavalera a la cabeza, quien claramente se ha propuesto el trabajar sin cesar para así supongo entregar tangibles señales de vitalidad. El problema es que frente a una producción así de incesante los resultados, sin estar mal, se han vuelto algo repetitivos, insistiendo sobre fórmulas bastante similares y perdiendo con el tiempo algo de identidad. Pese a esto, todo parece indicar que Max no detendrá la marcha, tanto así que en este 2015 ha regresado con el décimo álbum de Soulfly : Archangel, su nuevo intento por destrozar cuanta crítica salga al paso. 

Desde hace un buen rato a la fecha hemos percibido a Cavalera intentando vía distintos proyectos el abrazar un thrash metal directo, violento y cada vez más brutal, en ese sentido Archangel no es la excepción, aunque cabe mencionar que esta vez la jugada le ha quedado (mucho) mejor que en otras ocasiones. Archangel no solo cumple, sino que encuentra un conjunto de canciones que realmente no entrega respiro sin agotar demasiado la fórmula. Mención aparte para la portada. ¡Al fin algo presentable! No como los mamarrachos que fueron Pandemonium y Savages...

La primera mitad del disco funciona como un golpe directo al mentón. 'We sold our souls to metal' es efectismo puro, un tema muy dinámico, lleno de velocidad y en donde percibimos a Max vomitando líricas simples pero potentes (lleno de filtros vocales por cierto, algo que viene siendo costumbre desde hace un tiempo). Lo que sonará a continuación no entregará pausas, 'Archangel' (la canción) comenzará realizando guiños al clásico 'Territory' de Sepultura para luego internarse en los clásicos cambios de tiempo de la banda, luego la dupla 'Sodomites/Ishtar rising' funcionará como una maravilla llena de peso y densidad para desembocar posteriormente en la veloz 'Live life hard!'. Lo dicho, no hay desperdicio en toda esta primera mitad.

El tramo final abrirá con 'Shamash' + 'Bethlehem's blood', las cuales se internarán en el groove con aires tribales que inundó los tiempos de Roots (1996) y primeros álbumes de Soulfly, mientras que  'Titans' + 'Deceiver' será otra pasada que no dará tregua. El final llegará con 'Mother of dragons', una que simplemente redunda sin aportar demasiado, mucho más interesante como cierre me parece que habría resultado 'Soulfly X', un interesante instrumental oriental que fue incluido en la versión de lujo. 

Archangel trae de regreso a un Max Cavalera entregado al metal, sonando a ratos realmente desquiciado en las voces, y recibiendo el aporte de un Marc Rizzo que en las guitarras está tremendo. El trabajo completo de la banda de hecho es notable. Está claro que Cavalera se encuentra lejos de la exploración y ha optado por ir a la segura en cada uno de sus más recientes trabajos, sin embargo en esta ocasión le ha apuntado, regalándonos casi cuarenta minutos de energía y buen metal. 

8/10
Excelente.


Otras reseñas de Max Cavalera:

lunes, 15 de diciembre de 2014

Cavalera Conspiracy: Pandemonium (2014)

Lo más brutal en (muchos) años.

La obsesión de Max Cavalera con la búsqueda de un thrash metal directo, cada vez más violento y que lo acerque al sonido que alguna vez trabajó junto a Sepultura, ha llegado a tal punto que desde hace algunos años lo hemos visto entregando discos por montón, ya sea junto a Soulfly o en proyectos paralelos tales como Killer be killed  (con quienes debutó este 2014) y Cavalera Conspiracy (proyecto que sostiene desde 2007 junto a su hermano Igor en batería y Marc Rizzo en guitarras). Con respecto a estos últimos ha declarado incluso que Cavalera Conspiracy "tiene más del espíritu de Sepultura que el propio Sepultura", asunto que ha querido demostrar con Pandemonium, un disco de metal desatado que no entrega concesiones ni da un segundo de tregua a quien escucha y que además cuenta con letras que critican directamente el actual orden social mundial. 

"Babylonian Pandemonium" abre los fuegos y de inmediato llama la atención por varios aspectos. En primer lugar oímos a un Max muy filtrado (¿intento por ocultar cualquier tipo de deficiencia o desgaste vocal?), sumergido en una serie de efectos que entregan a su voz un registro robótico pero más oscuro a la vez. También percibimos a una banda entregada a la velocidad, tanto la batería del siempre notable Igor Cavalera como las guitarras no dan respiro. Esta situación continuará dándose en el tema a tema, por lo que el asunto inevitablemente acaba siendo algo monótono. Pasajes atractivos se viven con "Bonzai kamikase", la pasada por "Cramunhao" y "Aprex predator", que deben ser los momentos más pesados que vive el disco, o la absolutamente visceral "Not losing the edge", sin embargo hay que decir que el álbum desde su primer hasta el último minuto no varía demasiado en la propuesta. 

En definitiva, Pandemonium es un trabajo que claramente gustará entre quienes llevaban un buen tiempo esperando un golpe así de potente de parte de los hermanos Cavalera, ahora, si consideramos que tanto los últimos discos de Soulfly como lo mostrado junto a Killer be killed avanzaba en la misma dirección, el asunto a estas alturas ha perdido algo de sorpresa. Es de esperar que ya lograda la brutalidad, Max se tome una pausa a la hora de pensar su siguiente entrega pues este camino parece haber encontrado su fin. 

7/10
Muy bueno.


Otras reseñas de Max Cavalera:

viernes, 20 de junio de 2014

Killer Be Killed: Killer Be Killed (2014)

La suma de sus partes.

Otro supergrupo. Esta vez encabezado por Greg Puciato (vocalista de The dillinger escape plan) y Max Cavalera, a ellos se sumaron Troy Sanders (bajo y voces en Mastodon) y Dave Elitch (batería en The mars volta) generando así un montón de expectativas frente a lo que podría resultar de toda esta mezcla de influencias y estilos. El resultado vive entre nosotros desde hace un tiempo y a decir verdad, el aporte de cada uno de estos distinguidos miembros se hace sentir en un álbum que suena poderoso, impecablemente ejecutado e interpretado pero falto de sorpresa a la vez. No cabe duda de que los tipos se la pasaron estupendo componiendo y llevando adelante un disco que rebosa en energía y potencia, sin embargo, mucho más allá de aquello no se encuentra en los 45 minutos de música que nos han regalado. 

Curiosamente, lo más interesante que te encuentras en Killer be killed (el disco) está en el cierre, el único momento en donde percibes que la mixtura de estilos se hace presente generando un producto que sorprende en estructuras y juega muy bien tanto en cambios de velocidad como sacándole partido a las distintas voces que conformaban el proyecto, me refiero con esto a las últimas dos del álbum: "Twelve labors" y "Forbidden fire", sin embargo, para llegar a estas hay que pasar por una media hora bastante tradicional dentro de lo que es el metal actual y ahí es donde el disco pierde mucho de su potencial.   

El gran problema que le sentí al álbum es que suena casi siempre como la suma de sus partes pero durante muy pocos momentos se percibe como una apuesta realmente novedosa. Es así como la mano melódica de Mastodon se aprecia en los riffs de "Wings of feather and wax" , "Melting on my marrow" o "Dust into darkness" mientras que una arista más brutal, que muestra mayor presencia de Cavalera y sobretodo la de Puciato, aparece con "Face down", "Curb crusher" o "Fire to your flag". También hay pistas que perfectamente podrían haber entrado en cualquiera de los más recientes álbumes de Soulfly, como es el caso de "I.E.D" o "Snakes of Jehovah" y bueno, está el ya mencionado cierre que efectivamente logra durante dos canciones te olvides de las bandas originales de cada integrante y escuches por primera vez a Killer be killed, el problema es que diez minutos de música no alcanzan como para destacar al trabajo más allá de lo que es: un correcto y efectivo álbum de metal. Ni más ni menos. 

6 / 10 
Bueno, cumple. 

sábado, 26 de octubre de 2013

Soulfly: Savages (2013)

No suma, tampoco disgusta.

Desde hace rato que Max Cavalera, junto a su proyecto Soulfly, dejó de lado la experimentación para lanzarse de lleno en la búsqueda de un trash metal bastante directo y que siento pretende acercarse cada vez más a lo que alguna vez el cantautor realizó junto a Sepultura. Su anterior trabajo, Enslaved  de 2012, me pareció en su momento el mejor álbum de Soulfly hasta la fecha (junto con Dark ages de 2005) y debo admitir que la noticia de un nuevo disco me agarró de sorpresa, no esperaba un trabajo tan pronto e inevitablemente temí por un retroceso. Ahora, con el disco entre nosotros debo comentar que mis aprensiones quedaron de lado, Savages, el noveno álbum de Soulfly, sin sorprender logra cumplir con lo que venía siendo la ascendente carrera de la banda. No estamos frente a un disco que sitúe a Soulfly un peldaño más arriba de donde estaban pero al menos no bajan.

¿Y que tenemos esta vez? Fuera de una portada horrible y de bastante mal gusto, como era de esperar, dado el poco tiempo que Cavalera ha dejado entre disco y disco,  nos encontramos frente a un álbum que en lo musical pretende ser inmediato y volar cabezas con su sonido. Acá no hay sorpresas, son las guitarras de siempre, la velocidad y las interpretaciones con marca registrada. El punto es que en parte importante del álbum el asunto funciona, no maravilla pero el cuento avanza. 

Como suele ocurrir con este tipo de discos (aquellos que pretenden ser efectivos), lo mejor se concentra en la primera mitad. La partida a cargo de los siete minutos de "Bloodshed" da continuidad a lo que la banda venía realizando en sus anteriores trabajos. Muchos cambios de tiempos, momentos veloces que se enlazan con otros muy densos  y oscuros, algo similar se vivirá más adelante con la excelente "Ayatollah of rock n' rolla". Entre estas aparecerá la velocidad de "Cannibal holocaust" y algunas de tiempos más lentos como "Fallen" o la excelente "Master of Savagery". La segunda parte del disco se volverá algo más monótona, la seguidilla "Spiral / This is violence / K.C.S / El comegente" funciona en una linea muy similar por lo que el álbum encuentra 20 minutos que terminan agotando. Recién para el final el asunto repunta un tanto gracias a la velocidad de "Soulfliktion" pero lo cierto es que pasando el quinto tema Savages no recupera jamás el nivel inicial. 

Algunos dirán que Max Cavalera ha perdido el factor sorpresa, yo al menos sigo rescatando el que sus trabajos mantienen un nivel digno. Ahora, la pregunta queda en el aire y tiene sentido: ¿se deberá este apresurado lanzamiento al hecho de que este 2013 también Sepultura sacaba nuevo disco? ¿Seguirá Max aún más preocupado de su ex banda que de sus propios proyectos? Mejor no darle demasiada vuelta al asunto y simplemente disfrutar de la música.

6/10
Bueno, Cumple. 


Reseñas anteriores de Soulfly:

miércoles, 21 de marzo de 2012

Soulfly: Enslaved (2012)

"Refrescan la fórmula..."

"El Nu Metal se pudrió al masificarse por lo que desde hace mucho tenía ganas de trabajar un disco más cercano al death metal , aunque sin letras satánicas sino más bien políticas, un álbum que retomará las influencias que en un inicio trabajé junto a Sepultura". Así hablaba Max Cavalera en una reciente entrevista donde anticipaba el como se venía Enslaved, octavo álbum de Soulfly. Max promete y habla en primera persona todo el tiempo, y es que todos sabemos que Max es Soulfly y el resto de la banda se mueve a su soberano antojo.

Y bueno, hay que afirmar categóricamente que los dichos de Cavalera no fueron un mero volador de luces. Enslaved desde su primer tema intenta marcar diferencias con su antecesor Omen (2010) Soulfly. Y si, que Enslaved es agresivo, demoledor en su sonido, con un doble pedal que es absoluto protagonista a lo largo de todo el trabajo, pero al mismo tiempo, y acá me quiero detener, es un disco que cuenta con el mérito gigantesco de no agotar la fórmula. Se reconocen los temas, los tiempos varían, los puentes y coros son acertadísimos, donde se aprecia las intenciones de Cavalera por componer un álbum redondo de comienzo a fin. Otra cosa es que lo haya logrado, pero las intenciones son evidentes. 

¡Pero vamos a la música! Enslaved da la partida con los 2 minutos de "Resistance", una introducción instrumental maravillosa que de inmediato te ilusiona en positivo para lo que se viene. Las expectativas se confirman con los quince minutos que siguen, suenan "World scum" , "Intervention" y "Gladiator", tres temas sin desperdicio alguno. Solidez interpretativa, vueltas de tuerca constantes a los tiempos y un Cavalera que en las voces continúa sonando convincente, lleno de ira. "Legions", "American steel" y "Redemption of man by god" si bien son los temas más directos y obvios del disco (unos cuantos acordes, doble pedal , mucha velocidad y a la médula), de todas maneras dan espacio al trabajo y no caen en el riff fácil, lo cual permite seguir disfrutando el disco sin problemas. 

En la recta final el álbum adopta un claro tono político y de paso retoma el sonido con el que el disco había comenzado (canciones con cambios de tiempos y mucho trabajo detrás). Suenan las excelentes "Treachery" y "Plata o plomo" (la cual habla del "amado y odiado" narcotraficante colombiano Pablo Escobar) seguidas de "Chains" y "Revengeance", probablemente las canciones de tono más calmo del disco pero exquisitas en cuanto a arreglos. 

Creo que cualquier comentario que entregase a continuación sería redundar en lo mismo. Enslaved es potente, equilibrado, suena increíble, cuenta con composiciones sólidas y trae de regreso a una banda que muchos ya creíamos agotada. 

7/10 
Muy bueno.


lunes, 17 de enero de 2011

Soulfly: Omen (2010)


Hablar de Soulfly es hablar de Max Cavalera. Es su proyecto, su banda, su sentir. Y acá con su séptimo disco, Omen, la sensación es la de estar ante un trabajo que no da para demasiadas vueltas ni explicaciones.

El álbum continua con una evolución que a estas alturas parece lógica y que muestra el como Max ha ido abandonando poco a poco las experimentaciones tribales y los sonidos asociados al Nu Metal, para dar paso a una música bastante más cercana al thrash que tanta fama le dio en sus inicios como músico. Dicho en simple: el tipo ya no teme sonar a Sepultura¿Una vuelta a los orígenes por inercia , necesidad o conveniencia? (imposible no mencionar sus reconocidas intenciones de regresar junto a su antigua banda) . La respuesta sólo él la conoce, sin embargo acá con Omen la banda se presenta mediante un sonido agresivo y directo, que no apuesta por medias tintas.

El comienzo es absolutamente demoledor. Las canciones hablan por si mismas. "Bloodband & beyond" es un golpe a la mandíbula y si aún te mantienes de pie "Rise of the fallen" , probablemente el mejor tema del álbum, termina de noquearte. Y el asunto sigue así, sin dar tregua alguna durante la primera mitad de álbum. Suena la brutal "Great depression" seguida de "Lethal injection" y de igual manera "Kingdom" mantiene las pulsaciones muy arriba, marcando una primera mitad dinámica y siempre interesante.  

Ahora, si la segunda parte del álbum hubiese sido capaz de mantener el ritmo de la primera creo que estaríamos hablando de uno de los grandes lanzamientos de 2010. Lamentablemente no fue así. Esto no significa que las canciones de pronto sean malas, pero si la duración de estas aumenta y esto se combina con fórmulas que tienden a repetirse el resultado no puede ser otro: el sonido se torna algo monótono. De ahí que tras "Jeffrey Dahmer" el álbum tienda a caer en un pozo que solo se logra levantar en el final gracias a la agresividad de "Counter sabotage".

Ya para el final y como es costumbre en los discos de Soulfly , el cierre viene a cargo de un sencillo instrumental que contrasta con el sonido de todo el álbum pero de todas maneras se disfruta. De esta manera nos quedamos con un disco que funciona muy bien por momentos, sobretodo en su comienzo, que ilusiona en la partida gracias a una energía y un ritmo que te envuelven pero que en medida que avanza comienza a decaer y a perder frescura. No es un mal disco pero deja sensaciones muy encontradas en el global.

6,5 / 10
Cumple y algo más...