lunes, 20 de enero de 2020

20 Años De... Stone Temple Pilots : No. 4 (1999)

“Peso e identidad ...”

El rock en los 90s, tan diverso y bestial como efímero. En ese contexto Stone temple pilots fue un proyecto más que entregó pinceladas de un enorme talento pero qué tal como tantos otros (Soundgarden, Guns n’ roses, Alice in chains, Smashing pumpkins, Nirvana, Rage against the machine, Faith no more, etc) no fue capaz de sostenerse en el tiempo. El caso es que en el contexto del fin de década, con una industria que ya funcionaba a contra corriente (la oscuridad y lo alternativo ya no vendía, el llamado grunge como tal había desaparecido mientras que el teen pop y el nu metal se habían tomado la escena) los de Scott Weiland intentaban sobrevivir y tras un fallido álbum como Tiny music... songs from the Vatican gift shop (1996), que pese a su buen nivel acabó por dejarlos a medio camino de todo, intentarían recuperar fuerza con No.4, disco que desde su título y portada llevan a pensar el que no estaban con ganas de complicarse un segundo la vida. El contexto tampoco estaba para aquello, sin ir muy lejos el estado de Weiland por aquellos años era de absoluta incertidumbre, con adicciones que le impedían llevar una vida medianamente regular y donde incluso pasó tiempo en cárcel a causa de estas. En efecto, No.4 es un álbum que va directo al punto, es el disco más pesado en la carrera de la banda y uno que coloca sus fichas en la fuerza de varias de sus canciones. Para esta tarea se hicieron asesorar una vez más por Brendan O’brien en la producción, un verdadero crack a la hora de saber encontrar el sonido e identidad de una banda y que no por nada fue quien produjo toda la discografía de Stone temple pilots, a Pearl Jam en su etapa Vs/Yield o a artistas tan disímiles como The offspring o Korn

Nos encontramos así con un conjunto que en el global resulta ameno de oír, un puñado de canciones que en ocasiones apuestan por las guitarras y la suciedad en el sonido, como ocurre con ‘Down’ (enorme comienzo mediante una de las canciones más exquisitas en la carrera de la banda), ‘Heaven & hot rods’ (que tiene toda la vibra inquieta y bailable de viejas glorias como ‘Sexy type thing’), la veloz ’Sex & violence’ y en las potentes ‘MC5’ o ‘No way out’, pero que al mismo tiempo regala dulces pausas melódicas en las acústicas ‘Sour girl’ (otra pequeña joya que regala el disco y da muestras de la versatilidad vocal con que contaba Scott Weiland), ‘Glide’ o ‘Atlanta’. Entre todas estas también encontraremos una segunda línea que simplemente cumple, me refiero al rock de ‘Pruno’ o ‘Church on tuesday’, un dupla que sin estar mal no logran encumbrarse más allá de la fuerza de sus coros. 

Ad portas de un nuevo álbum de Stone temple pilots sin Scott Weiland no está demás recordar la corta pero interesante carrera que la banda fue capaz de regalarnos durante su primera década de existencia. Ahí No.4 emerge gracias a su singularidad e identidad bien lograda, un disco rico de oír, de marcadas guitarras y potencia en sus canciones. No es un disco complejo ni pretende serlo, tampoco será recordado por singles que hayan trascendido pero en su simpleza y derroche de energía logra impactar y ser disfrutado incluso a dos décadas de distancia. 

7,5 / 10
¡Muy bueno! 


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Iván. Me gusta escribir respecto a discos "no tan obvios", como es el caso de N°4 de Stone temple pilots.
      Un abrazo!

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