jueves, 31 de julio de 2025

30 Años De... Pulp: Different Class (1995)

 "Sexy, irreverente e histórico..."

Es probable que muchos no estén enterados que antes de alcanzar el éxito en 1994/5, Pulp llevaban intentándolo por más de una década. Sin ir muy lejos, su primer álbum data de 1983, desde ahí dejaron en el camino tres discos y fue recién en 1992 cuando un sello multinacional como Island Records se interesó en ellos. ¡Claro! Comenzaban los noventa, se veía venir el llamado brit pop junto a esa ola de jóvenes bandas británicas que acabaron por transformarse en todo un fenómeno en aquellos años, por lo que había aprovechar que el horno estaba caliente y exprimirlas a como diese lugar. Ahí, las principales portadas fueron acaparadas por Oasis + Blur, sin embargo, el gran álbum inglés de aquellos años fue este: Different class de Pulp, una maravilla atemporal rebosante en talento, clase, elegancia y estilo.

Parte importante de lo anterior guarda relación con la trayectoria que Pulp cargaba a cuestas para mediados de los noventas. A esas alturas Jarvis Cocker superaba los treinta años, la banda también, y aquella madurez si bien se había anticipado un año atrás mediante un disco como His n hers (1994), acabó por explotar definitivamente en este Different class, un álbum que habla de cosas muy serias en un tono divertido, por más contradictorio que esto se lea. Y ahí es donde reside principalmente el mérito de este disco, en la capacidad hablar de temas adultos, dígase: historias de cama y frustraciones de una clase media obrera inglesa que durante los años ochenta creció con una sensación instalada de marginalidad. Sin embargo, lo interesante del trabajo es que lejos de contarte la historia desde la rabia, Pulp hacen de su tragedia una virtud, invitándote a bailar mediante un álbum de intenso pop marcado por momentos tan sexys como irreverentes.

"Deformes, errores, inadaptados..." - abre expresando un carismático Jarvis Cocker en 'Mis-shapes', para luego seguir con un "No nos vemos como tú. No hacemos lo que tú haces. Pero vivimos por acá también...". Más claro imposible, no? El resentimiento social está presente, desborda cada línea, se huele y se oye, sin embargo, lo dicho: la banda empapa el mensaje con una melodía graciosa e intensa, generando así magia instantánea. Sin ir muy lejos, en una misma línea más adelante estas sensaciones se elevarán a la enésima potencia mediante el himno generacional (y prácticamente de todo el brit pop) 'Common people', relatando la historia de un tipo ordinario que le muestra la vida de calle a una ricachona, sazonando el diálogo con frases impregnadas de un fantástico humor negro.

"Tú nunca vivirás como gente común. 
Nunca fallarás como gente común. 
Nunca verás la vida deslizarse fuera de tu vista
Y bailar, beber, cagarla, 
porque no hay nada más que hacer..."

También dentro de una arista marcada por la dinámica pop aparecerá aquella joya de single que fue 'Disco 2000', donde Jarvis vuelve a enmarcarse como el gran contador de historias que es, hablándonos de la friendzone décadas antes de que el término existiese ("Decían que cuando creciésemos nos casaríamos y nunca nos separaríamos / Oh, nunca lo hicimos / Aunque a veces piense en ello...") mientras que en la exquisita 'Underwear' (una que perfectamente pudo ser un hitazo de haber sido promocionada como tal) abordará el fascinante relato de una infidelidad a punto de ser descubierta ("¿Cómo demonios llegaste a acá? / Semi desnudo en la pieza de alguien más..."), temática que por cierto ya se habrá tocado a comienzos del álbum mediante 'Pencil skirt' ("Sé que estás comprometida con él / Pero también que quieres algo con qué jugar..."), además de otros tantos temas que presentarán sutiles connotaciones eróticas tanto en la líricas como en el sonido, hablo de 'Live bed show' o 'I spy'

El cóctel se complementará de manera diversa, yendo a la balada en 'Something changed', encontrando un competente medio tiempo en 'Sorted for e's & wizz' y entregando el momento más experimental del disco en la extensa 'F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E'. Y si, que puede que el único defecto que podamos marcarle a un disco así de sólido sea el que no logra cerrar como es debido, con una 'Monday morning' normalita (aunque levanta bastante en su histérica recta final) y una aún más corriente 'Bar Italia'.  

Detalles, sin embargo, que no le restan demasiado a un trabajo inmenso, un álbum inteligente, de conceptos y letras fascinantes fuera de un sonido sofisticado que supo marcar distancia respecto a cualquiera de sus pares. Desde aquí ciertamente Pulp, y junto a ellos toda la ola britpopera, solo podía comenzar a desmoronarse. 

¿Canciones? 'Common people', 'Disco 2000' y 'Underwear'.

9/10
Brillante.


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