"Vuelta al redil..."
De esta forma, de las diecisiete canciones de Supposed... pasamos ahora a once y el sonido inquieto/rebelde da paso a un pop bastante fácil de llevar, el cual se abrirá paso entre las guitarras de '21 things I want in a lover' + 'Narcissus' (que serán lo más rock que contiene el disco) para rápidamente pasarse a las baladas, ya sea de cuerdas ('Flinch') o de piano ('That particular time'), no sin antes regalar una dulce 'Hands clean' (que acabó siendo el single más potente del álbum) y medios tiempos amenos como 'Precious illusions' o 'So unsexy', con coros de buen gancho ambos. El disco es entonces grato en su trámite pero se extraña en este el mal rollo que generó equilibrio en cualquiera de los dos primeros álbumes de la vocalista, porque si, Alanis Morissette fue 'Head over feet, 'Ironic' o 'That I would be good', pero también fue 'You oughta know', 'I was hoping' o 'Joining you', y esa arista más oscura es la que en Under rug swept no aparece, y vaya que se le extraña.
De todas formas, en la recta final del disco suenan quizás los momentos musicalmente más arriesgados de este, jamás se acercarán a las cotas de un 'Front row' o 'The coach' pero en el contexto de este trabajo van un tanto más allá. Me refiero al singular tiempo acelerado de 'A man' (con aroma a Tori Amos en las estrofas) o las alzas vocales en los coros de 'Surrendering' (el único momento del disco donde Alanis sube con fuerza el registro), estas se acompañarán, sin embargo, por 'You owe me nothing in return' o 'Utopia', que huelen a relleno todo el tiempo.
A veinte años de distancia, un álbum como Under rug swept genera sensaciones encontradas. Por un lado luce como un disco excesivamente correcto con el cual Alanis Morissette buscó recuperar la vibra generada por aquel mítico Jagged little pill pero por otro funciona, gran parte del trabajo es agradable, hay buenas canciones y algo no menor: encontramos acá los últimos hits en la carrera de Alanis, pues con la llegada de internet y la radio fórmula en decadencia, artistas como la canadiense pasaron bruscamente desde el éxito a prácticamente el anonimato. Hoy ella es prácticamente un mito, casi un one hit wonder, y cosa curiosa: las nuevas generaciones no se imaginan cuanta ilusión alguna vez nos generó...
¿Canciones? 'Hands clean', 'Precious illusions', 'Surrendering'.
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