"Para todos los paladares..."
Varios dinosaurios provenientes del mundo del metal se han portado bien este 2012 y nos han demostrado que aún pueden sorprender de manera grata. Ahora, si los regresos de Cannibal corpse o Napalm death estuvieron muy bien, lo de Moonspell ha sabido no ser menos. Y es que estamos hablando de una banda que cuenta con ya casi 20 años de existencia, es decir, uno tendería a pensar que a estas alturas nada de lo que pudiesen hacer podría sorprenderte. Sin embargo, Alpha noir / Omega white nos recuerda el porque siempre debemos respetar a nuestros mayores.
Estamos frente a un disco doble, los cuales cuentan con características particulares. Alpha noir nos trae de regreso (y desarrollado en su máximo potencial) el sonido tradicional de Moonspell mientras que Omega white es más experimental y juega con elementos más alternativos dentro de la carrera de la banda.
Alpha noir arranca con una introducción que golpetea a modo de batalla una batería que da paso a la excelente "Axis mundi", la cual varía velocidades e incluye ciertas lineas en portugués que sin duda aportan al escenario tétrico que se pretende entregar. Posteriormente suenan seguidas "Licknthrope", "Versus" y "Alpha noir", las tres muy en la misma linea, conjugando rapidez y potencia. "En nome do medo" (mi favorita del disco) baja las revoluciones, resta velocidad pero suma oscuridad de la mano de tremendos juegos de guitarras y teclados. Para el final del primer disco se retoma la agilidad con "Opera carne", "Love is blasphemy" , "Grandstand" y el disco cierra con el instrumental "Sine missione", otro momento musical de absoluta perfección. En toda esta primera parte la banda logra sonar fresca y atractiva, quizás redundando un tanto en su recta final pero siempre cumpliendode sobra.
Omega white, por otra parte, es el bicho raro, el sitio donde al parecer la banda quiso dejar todo lo que musicalmente no encajaba en Alpha noir. Acá nos encontraremos con 38 minutos de un rock más calmo y no tan cercano a lo que tradicionalmente conocemos como "metal". El segundo disco es más difícil de digerir pero no por eso menos interesante, hay espacio para medios tiempos como "Whiteomega" o "New tears eve" e incluso para los sonidos acústicos de "Fireseason". Con Omega white Moonspell rompe ese mito absurdo de que el metal no sabe mirar hacia otros lares y nos entrega un disco alternativo que cierra un trabajo bastante atractivo, con contenido para todos los paladares.
7,5 / 10
¡Muy bueno!
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