domingo, 22 de marzo de 2020

20 Años De... Pantera : Reinventing The Steel (2000)

"El convulsionado cierre de un legado..." 

¡Al fin! Todo tiene su momento y ha llegado el de Pantera para mi querido blog. Una leyenda, que duda cabe, y un legado que pase lo que pase permanecerá escrito con letras doradas en la historia del metal. El caso es que toca hoy comenzar con ellos acá y lo haré curiosamente revisando el que fue su último disco, que este pasado 20 de marzo cumplió veinte años de existencia. En ese 2000 cabe recordar que el metal old school no vivía sus mejores años, los noventa fueron una década que se prestó para la exploración y muchas leyendas buscaron literalmente escapar del estancamiento lanzándose a experimentar con su música (Bruce Dickinson, Rob Halford, Metallica, Megadeth e incluso Slayer coquetearon con otros géneros), por lo que para fines de siglo era el joven nu metal quien dominaba por completo la escena. Si a este contexto sumamos el convulsionado clima interno que vivía Pantera (los conflictos entre Phil Anselmo y los hermanos Abbott eran más que conocidos), la llegada de Reinventing the steel representaba todo un enigma para el mundo. ¿Estaríamos frente al inicio de una recuperación o más bien el canto de cisne para la banda?

El caso es que todo este clima enrarecido colaboró en la llegada de un álbum directo, de claras intenciones y que intenta en tan solo diez canciones golpear duro al auditor, emulando de cierta forma discos históricos de la banda tales como Cowboys from hell (1990) o Vulgar display of power (1992), sin embargo, hay elementos en este Reinventing the steel que lo colocan varios peldaños bajo los mencionados. Y no es que estemos frente a un mal álbum pero si una imitación que acaba por quedar a la sombra de cualquiera de sus antecesores. 

Lo primero que cabe mencionar es la producción del álbum. Y es que si algo caracterizó a la etapa 1990-1994 de Pantera fue el que su música impactaba por el filo del sonido, con una producción dura pero limpia donde cada instrumento se podía percibir y disfrutar. Incluso The great southern trendkill de 1996 (un disco que en lo personal amo) pese a ser un trabajo que marcó diferencias en lo creativo respecto al tridente Cowboys/Vulgar/Far Beyond, aún así mantiene el sonido exquisito y característico de Pantera. ¿La razón? Terry Date. El productor fue quien acompañó a la banda durante cuatro discos y es quien no participó en Reinventing the steel, dejando la producción en manos de Dimebag Darrell y Vinnie Paul. ¿El resultado? Un sonido que en el afán de lograr potencia acaba sonando sucio y tosco, sin detalles que impresionen. 

Un segundo elemento que llama la atención en este disco es el rol que adopta la guitarra del gran Dimebag, quien deja de lado esta vez sus clásicos y punzantes solos para lanzarse en la búsqueda de exploraciones con su instrumento. Esto se aprecia con claridad en temas como 'Hellbound', 'You've got to belong to it' o 'Revolution is my name', donde el guitarrista mete mucho groove pero en determinados instantes intenta hacer chillar a su guitarra (no se me ocurre otro adjetivo más acorde), generando atmósferas bastante singulares. En este sentido, el disco entrega mayor protagonismo a la dupla Vinnie Paul + Phil Anselmo, el primero en batería redobla todo el tiempo entregando los matices que el disco necesita mientras que el vocalista, pese a ya no tener la voz de unos años atrás, se deja la garganta en cada tema. 

Fuera de las mencionadas el resto del álbum es bastante monocorde, aportando brutalidad en la violenta 'Yesterday don't mean shit', velocidad en 'Death rattle' + 'Uplift' y mucho peso en 'Goddamn electric' o 'I'll cast a shadow', siendo los seis minutos de 'It makes them dissapear' el único momento en todo el álbum que quiebra el trámite para conectar con la emocionalidad que la banda había trabajado cuatro años atrás en The great southern trendkill, por cierto, también es la única canción del disco donde Dimebag regala un solo.

La sensación que tras veinte años deja este buen Reinventing the steel es la de haber reflejado el confuso momento que vivía Pantera. El trabajo es agresivo y durante su trámite convence pero carece de esa magia compositiva que caracterizó otros momentos de la banda. No estaban las relaciones para algo más y acabaron por entregar un disco que basa todo su poderío en la energía de sus temas más no en las composiciones. Tres años más tarde la agrupación anunciaría su disolución y el terrible asesinato de Dimebag acabaría por sepultar la historia. Se cerraba así la historia de una de las bandas más relevantes del metal noventero, influencia para muchísimos/as y parte importante en la vida de miles. Por cierto, mención aparte a la portada del disco, indigna del legado de Pantera y con seguridad una de las más horribles en la historia de la música. ¿O no?

7 / 10
Muy bueno

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