martes, 21 de octubre de 2014

20 Años De... Pink Floyd: The Division Bell (1994)

Para Alvaro, un viejo amigo. Azul y floydiano. 

En distintas ocasiones de mi vida he oído habla de "la mejoría de la muerte", un mito que ronda en torno a las personas que sufren alguna larga enfermedad, se dice que estas antes de morir presentan algún signo de mejoría, casi a modo de despedida, para posteriormente fallecer. Y bueno, The division bell fue la mejoría de la muerte de Pink floyd. El entonces trío inglés venía enfermo de varios años, su última gloria databa de 1979 (el mítico The Wall), a partir de ahí sólo se habían observado coletazos de parte de una banda que se transformó demasiado pronto en un dinosaurio del rock. La partida de Richard Wright, la edición del fallido The final cut (1983), posterior salida de Roger Waters (con demandas incluidas), luego un discreto A momentary laps of reason (1987) y por si fuese poco un David Gilmour que vivía por aquellos años una serie de crisis personales (adicciones, un divorcio, etc) que lo tenían más fuera que dentro de la música. Lo cierto es que todo hacía presagiar el fin, el cual inevitablemente llegó en 1994 pero no sin antes regalarnos una perlita: The division bell, un álbum que en su momento obtuvo un frío recibimiento por parte de la crítica y al que el mismísimo Roger Waters trató de "una basura sin sentido" (¡como si él hubiese sido capaz durante estos treinta años de crear algo mejor!) pero al que el paso del tiempo le ha hecho muy bien. 

Todo lo que dicen del disco es cierto: que es pomposo hasta decir basta, que mientras en los años 90's todos intentaban sonar modernos ellos aparecieron con un álbum que miraba hacia atrás o que no llega ni a los talones de grandes obras de la banda tales como Dark side of the moon o Animals, sin embargo, con todo, The division bell es un gran disco, el mejor de Pink Floyd desde The Wall y un trabajo que se cuela sin problemas entre las buenas entregas que nos regalaron estos eternos de la música. Tiene sus ripios, claro que si, pero el nivel en general va de regular hacia arriba.

Richard Wright regresa a la banda como miembro estable y participa en la creación de cuatro temas, Gilmour encarga a Polly Samson (su pareja y cómplice hasta el día de hoy) la mayor parte de las letras mientras que él junto al gran Bob Ezrin,  se encargaron de la producciíon, y el resto fue inspiración que fluyó. ¡Y como fluyó! The division bell es, por sobre todo, un álbum hermoso, un disco que equilibra piezas instrumentales, con baladas cargadas de nostalgia más uno que otro tema de rock más directo. Todo esto re cubierto por la voz y guitarra del siempre único David Gilmour, un hombre a quien este álbum lo encuentra en un claro momento de inspiración. 

El equilibrio del álbum se traduce en los distintos momentos que este vive. Los instrumentales "Cluster one" o "Poles apart" aportan dosis importante de melancolía, también hay baladas en todos los tonos, "Marooned" o "A great day for freedom" son preciosas, "Lost for words" posee un tono más optimista que acaba dando paso a ese cierre increíble y eterno a cargo de "High hopes" (una de las canciones más increíbles que ha compuesto Gilmour en su carrera). En una esquina más accesible y que conecta con el sonido de aquel clásico ochentero titulado "Learning to fly" aparecen las excelentes "What do you want from me" (¿Alo, Roger?), "Take it back" o "Coming back to life", y finalmente en una estación algo más experimental suenan "Keep talking" o "Wearing the inside out", que está compuesta e interpretada por Richard Wright

Como vemos, el álbum funciona en distintas direcciones pero en cada una de ellas el denominador común es la belleza. The division bell merece reconocimiento, es un disco tremendamente emocional y que puesto además en el lugar de despedida que ocupó dentro de la discografía de Pink Floyd adopta una carga sentimental mayor aún. Aquellas preciosas lineas finales que suenan en "High hopes", seguidas por ese inolvidable solo de Gilmour que quisiésemos nunca acabase, ponen los pelos de punta y funcionaron como una despedida perfecta para una banda que siempre vivirá entre nosotros....

"The grass was greener
The light was brighter
The taste was sweeter
The nights of wonder
With friends sorrounded

The dawn mist glowing
The water flowing
The endless river

Forever and ever..."

8 / 10
Excelente.

4 comentarios:

  1. Último disco de la banda por poco más tiempo, ¿no?

    Saludos!!!

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    1. Así es. De todas maneras me parece que The Division Bell es el último disco de Pink floyd como banda. El nuevo álbum es un homenaje que Gilmour ha decidido entregar a Richard Wright usando el nombre de la banda basicamente porque ha tomado temas que no quedaron en Division Bell y los ha retocado.

      Todo bien con eso, pero lo siento como cuando en un concierto tras 10 minutos de haber salido del escenario el guitarrista decide volver a salir y tocar solo un tema más...

      Saludos!

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  2. PF es mi banda favorita, aunque aun no entienda del todo el UMMAGUMMA, nunca podria hablar mal de PF.
    El Division Bell fue el album con el que los conoci, despues de eso vino toda la experiencia PF.
    Discrepo en cuanto al Final Cut, es un discazo tremendamente subvalorado
    Respecto al DB, Marooned, quiza sea uno de los instrumentales más hermosos de PF.

    Saludos

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    1. Final Cut es un gran disco, pero encasilló a la banda en un sonido Waters que hasta cierto punto ya cansaba. Division Bell es mucho más variado, tiene una gama más amplia de sonidos gracias a Gilmour y Wright, la esencia del sonido Floyd. Las letras obviamente de Waters.

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