lunes, 25 de febrero de 2019

Cloud Nothings: Last Building Burning (2018)

"Que todo fluya con naturalidad (y desenfreno)..."

En 2017 me encontré alabando acá en el sitio el paso adelante que los de Dylan Baldi daban con Life without sound, un álbum que se enfocó en la cuidada construcción de ambientes en lugar del característico desenfreno de la banda. En ese sentido, me vi sorprendido tras mi primera pasada por este Last bulding burning, disco que retoma el sonido punkoide y desatado de álbumes como Attack on memory (2012) o Here and nowhere else (2014), sin embargo, aquello que en primera instancia podía parecer un paso atrás acaba resultando todo un acierto gracias al talento y frescura de una banda que no parece entregar señal alguna de agotamiento y que trabajo tras trabajo siempre acaba por regalar algo interesante que decir. Y es que no, Last building burning no es la clásica vuelta a las raíces que pretende esconder una falta de ideas sino más bien una búsqueda honesta de inspiración en donde Cloud nothings se sumergen en su esencia y nos regalan con esto un trabajo preciso, que cuenta con varios momentos enormes. 

Retoman por tanto esa sucia producción de antaño y le dan rienda suelta a un sonido cargado de dinámica, ruido y velocidad que busca reproducir en estudio aquel ambiente que la banda genera en vivo, de hecho, la partida con 'On an edge' declara intenciones inmediatamente y me atrevería a decir que con ella suenan más duros que nunca, con Baldi incluso dejándose la garganta en el tema. Y si bien 'Leave him now' sacará por minutos el pie del acelerador entregándonos junto a 'In shame' la pasada más melódica del álbum, rápidamente el desate comenzará a gestarse con el inquieto subidón que representa 'Offer and end'

Ahora, el mejor momento del álbum lo encontraremos en la dupla 'The echo of the world' + 'Dissolution', la primera está marcada por un exquisito redoble que va encontrando poco a poco un orgásmico punto de ebullición mientras que la segunda es una pieza de diez minutos de esas monumentales donde Cloud nothings rompen a medio tema para volver a arrancar con fuerza desde cero. Y bueno, con todo dicho en el álbum los últimos seis minutos no parecen sino ser un trámite aunque de todas formas se agradece el alza de intensidad que regala 'Another way of life'

Lejos de perder la energía, en Last building burning volvemos a encontrar a una banda revitalizada y con su esencia intacta. SI dos años atrás nos regalaron un discazo que trabajó cuidó cada detalle, esta vez han dejado que todo fluya con absoluta naturalidad. El tiempo dirá si este álbum representará un paréntesis, una salida a tomar aire por parte de Cloud nothings o más bien el retorno hacia un camino seguro en donde se sienten muy cómodos. Como sea, la agrupación sigue sin dar pasos en falso y construyendo un camino de incierto futuro pero que continúa ilusionando... 

7/10
Muy bueno.


Otras reseñas de Cloud nothings:

jueves, 21 de febrero de 2019

Rotting Christ : The Heretics (2019)

"Afinando la fórmula..."

¿Qué queda por decir cuando ya has tocado tantos tópicos dentro de un género? Debe ser realmente complicado el, tras tres décadas de existencia, seguir componiendo música al ritmo en que los griegos de Rotting christ continúan haciéndolo, digamos, en la dinámica del disco cada dos o tres años, más aún considerando el que "de algo hay que vivir" por lo que, independiente del prestigio con que cuente la banda, existe una obligación tácita tras cierto período por volver a entrar al estudio y salir de gira. Esta dinámica es la que probablemente ha acabado por afectar el nivel de cada entrega de Rotting christ, quienes desde hace un buen tiempo a la fecha vienen (salvo en contadas excepciones, como ocurrió en 2013) conformándose con cumplir e incluso intentando dar con una fórmula que los acerque a un público más casual y menos extremo. El caso es que en 2019 los tenemos de regreso con una apuesta que ciertamente mejora lo entregado en 2016 (Rituals estuvo francamente mal, digámoslo) pero donde nuevamente se les ve el plumero a distancia...

Tras visitar una y otra vez este The heretics se confirma el que Rotting christ se han concentrado en afinar la fórmula esbozada tres años atrás, es decir, el trabajar un sonido bien ejecutado y característico pero accesible a la vez (camino similar al que ha seguido Behemoth, aunque los polacos han obtenido mejores resultados), y por cierto, carente de filo y real oscuridad. Y es que si en 2016 oímos a la banda interpretando una caricatura de si mismos esta vez cabe concederles el que se han superado generando una que otra atmósfera atractiva pero nuevamente abusando de los lugares comunes. Mucho discurso, relato de textos, coros marca de la casa, machaques marciales y todo aquello que bien conocemos de Rotting christ pero nada que realmente conmueva o impacte. 

Y si, interesante resulta la pasada por 'Heaven & hell & fire' + 'Hallowed be thy name' pero no es suficiente, más aún cuando se complementa con 'Dies irae', que insinúa una atractiva partida que acaba cayendo en más de lo mismo.  Me ha gustado 'Fire god and fear', la única quizás que equilibra de buena forma arreglos potentes, un solo de nivel con ambientes medievales que aportan pero esta se oye muy huérfana en medio de un álbum que se percibe livianito y enfocado más en las formas que en el fondo.

6/10
Bueno, cumple...


Otras reseñas de Rotting Christ:

domingo, 17 de febrero de 2019

Beast In Black: To Hell With Love (2019)

"Pequeña joya finlandesa..."

Para quienes no lo sepan, Anton Kabanen se encuentra entre las promesas jóvenes más relevantes que ha entregado el metal finlandés en los últimos años. Fue la cabeza creativa de Battle beast hasta 2015 (fecha en que fue despedido de la banda) para luego formar esta, se segunda bestia (donde actúa de compositor y productor), con quienes había lanzado un más que correcto Berserker (2017) que ahora se ve complementado con la edición de To hell with love, un muy interesante álbum que sostiene la característica linea de Anton, generando atractivas mixturas entre un power metal melódico de corte clásico con un hard rock ochentero plagado de teclados. 

Nos encontramos así frente a un disco que en el tema a tema se mueve por diferentes direcciones, en ocasiones entregando un heavy metal de corte más clásico, potente y directo, como es el caso de la veloz partida a cargo 'Cry out for a hero' o 'Repentless', con ese tremendo inicio a la Rob Halford por parte de un Yannis Papadopoulos que está increíble durante todo el disco en las voces, a veces lanzándose de lleno al power metal melódico como en 'Unlimited sin' o sonidos de corte más épico como en la balada 'Oceandeep' o en 'This is war', mientras que en otras coqueteará con el glam ochentero y los teclados (protagonistas durante todo el álbum por cierto), ahí la entretenidísima 'From hell with love' (la canción) destaca por sus acertados arreglos (¡qué simpático comienzo!), el homenaje a Bon Jovi que es 'Sweet true lies' , 'Die by the blade' o la bailable 'True believer' (si, he escrito bien, bailable) funcionan de maravillas, armando un conjunto que durante gran parte de su trámite consigue sonar atractivo y que incluso en aquellos momentos donde comienza a repetir fórmulas logra traernos de regreso gracias a la energía que regala, como en el caso de 'No surrender' y ese exquisito solo de guitarra cargado de rock & roll.

En estricto rigor To hell with love es el quinto álbum de Anton Kabanen en ocho años. No cabe duda el carácter de adicto al trabajo que el compositor ostenta y a juzgar por los resultados ciertamente nadie podría reprocharle algo. Acá nos ha vuelto a entregar un álbum alegre, diverso y que funciona. Ahora, si este álbum fue compuesto y grabado en muy poco tiempo, entre gira y viajes varios, da para pensar el que quizás tomándose un tiempo algo mayor Anton podría entregarnos un producto tan contundente como este pero que lograse ir un poco más allá de lo esperado. El tiempo dirá pero por ahora no hay quejas frente a este nuevo trabajo de Beast in black, una pequeña joyita del género. 

3.5 : Muy bueno!

miércoles, 13 de febrero de 2019

Rival Sons: Feral Roots (2019)

"Fieles a una fórmula..."

Y seguimos con las bandas tributo. Ahora, en este caso (a diferencia de los recientemente reseñados Greta van fleet) hablamos de una que lleva una década en la misma, rindiendo constante homenaje a los próceres del rock and roll pero logrando al mismo tiempo no sonar como una copia descarada. Dicho en simple: en Rival sons reconocemos influencias (como en absolutamente toda la música actual, no tapemos el sol con un dedo) pero no plagios, que es muy distinto. Sin ir más lejos, con Feral roots han vuelto a entregar un puñado de buenos guitarrazos dispuestos a hacernos el día, y lo logran, vaya que si. En lo suyo, rock + momentos de psicodelia, Rival sons se desenvuelven muy pero muy bien. 

Quizás el único momento donde al oírlos derechamente he pensado en otras bandas ha sido en la partida a cargo de 'Do you worst', cuyo riff principal me ha traído inmediatamente el recuerdo de 'Revolution', el fallido single que en 2005 trajo de vuelta a los históricos Judas priest, y con cuyos coros a varias voces he pensado en The Black keys. Me ha gustado, sin embargo, la dinámica que 'Sugar on the bone' + 'Back ins the woods' inmediatamente regalan, temas para subir el volumen a gusto, mientras que la posterior pasada por 'Look away' + 'Feral roots' (la canción) me ha parecido fantástica gracias a esos arreglos electroacústicos que arman un ambiente psicodélico (muy Led zeppelin claramente) dispuesto a recibir de brazos abiertos el peso posterior de ambas canciones. Con estas dos se vive sin duda alguna el mejor momento del álbum y aquel por el que la revisión del trabajo de por si vale la pena, aunque esto no es todo, hay más en Feral roots a destacar.

Durante la segunda parte del disco el rock se desatará y encontraremos acá momentos de mucho sentimiento y peso, como es el caso de 'Too bad' (con ese solo enorme) o la tremenda 'End of forever' así como otros donde Rival sons sueltan todo y se sumergen en ambientes de distorsión y desenfreno, ahí 'All directions' resulta ser una maravilla con esos dos minutos finales que rompen su estructura por completo. Momentazo del disco.

El tiempo dirá si Rival sons son capaces de crecer a partir de aquí o continuarán reviviendo una y otra vez el rock de cuarenta años atrás, lugar donde claramente se sienten cómodos, ahora, mientras el nivel continúe siendo este no creo existan mayores problemas. 

7/10
Muy bueno.

lunes, 11 de febrero de 2019

Backstreet Boys: DNA (2019)

"Uno que otro momento..."

Believe it or not, tal como afirmó un álbum de 2005, los Backstreet boys nunca se fueron, siempre han estado junto a nosotros aunque el mundo ya no se entere y en este 2019 han regresado con DNA, su décimo álbum. En este buscan (como vienen intentando desde algunos discos) sumarse a las modas actuales mediante una producción "moderna", llena de filtros y arreglos que conectan con el mundo del pop actual pero de igual forma buscan equilibrar esta búsqueda incorporando una serie de baladas marca de la casa que nos recuerdan su carácter de boy band. El resultado por momentos resulta atractivo aunque en el global resulta excesivo ya que los temas "de segunda linea" (el relleno, digamos) repiten una y otra vez una misma fórmula por lo que acaban cansando a cualquiera.

Pero hablemos de la música. A destacar la partida a cargo de 'Don't go breaking my heart' (no, ninguna relación con la de Elton John), donde unos irreconocibles Backstreet boys se disfrazan entre agudos de Justin Timberlake para entregar un tema de apertura bastante contagioso. Posteriormente aparecerá el pop de medio tiempo mediante una seguidilla de temas cargados a las baterías electrónicas y donde estos dan muestras de la renovación mencionada en el párrafo anterior, ahí 'Nobody else', 'New love' o 'Passionale' (muy Maroon 5 esta) cumplen aunque todas seguidas suenan algo monótonas. Se agradece por tanto el que en 'Breathe' nos recuerden el que (al menos algunos de ellos) saben cantar, tal como en 'Is it just me' o la balada 'Chances', muy bien escogida por cierto como promocional del álbum ya que esa aceleración que vive se encuentra entre lo mejor que cuenta el disco. Finalmente en la recta de cierre, y dado que el álbum no puede durar apenas veinte minutos, deben incluir una serie de baladas muy repetitivas y de manual que francamente aportan poco al conjunto. 

Nos quedamos así frente a un disco de pop que nos deja dos o tres canciones que funcionan pero que acaba cargándose demasiado a las baladas generando un resultado monótono y repetitivo. 

2.5 : Nada muy especial.

jueves, 7 de febrero de 2019

White Lies: Five (2019)

"Crecimiento que se sostiene..."

Llama positivamente la atención el observar como disco a disco White lies han ido puliendo su sonido hasta dar con un tema como 'Time to give', medio tiempo que abre su más reciente trabajo extendiéndose lentamente entre laberintos plagados de teclados hasta sobrepasar los siete minutos de duración (algo inédito en ellos). Este hecho da muestras de una búsqueda, de como la banda continúa intentando equilibrar su esencia, ese sonido marcado por coros contagiosos que conjugan sintetizadores y guitarras, con uno mucho más elegante y sofisticado. 

Es así como en Five (vaya título eh?) nos encontramos con pinceladas de todo aquello que White lies viene desarrollando desde hace una década. De hecho, tras la interesante partida nos entregan tres temas de corte más clásico, uno que apuesta por la dinámica como 'Never alone' para luego dar paso a las baladas de rigor, ahí la dupla conformada por  'Finish line' + 'Kick me' apuestan por una fórmula similar, con guitarras acústicas que se contraponen a un exquisito trabajo de teclados, lo cual se suma a un Harry McVeigh que a estas alturas maneja a placer su grave y reconocible registro. A estas alturas, tras veinte minutos de música, solo cabe el confirmar que el sostenido crecimiento de la banda continúa en marcha y la pregunta que ronda nuestra cabeza es una sola: ¿será este su mejor álbum a la fecha? Pues sigamos adelante...

La segunda mitad del álbum también regalará grandes momentos como la aceleración constante de 'Jo?' y ese cierre lleno de potencia que se vive con 'Fire and wings'. Entre estas sonarán 'Tokyo', 'Denial' + 'Believe it', canciones más convencionales pero que cumplen sin problema alguno cerrando así un disco en donde todas sus piezas funcionan en lo individual y arman un conjunto más que convincente, sin embargo... algo falta. Y si, que se extrañan dos o tres canciones que destaquen notablemente sobre el resto, algún arranque de genialidad que rompa con la mecánica de la banda, que aquello insinuado en el notable arranque del disco hubiese aparecido también más adelante. 

De todas formas White lies continúa situándose como una propuesta que sigue mereciendo mayor reconocimiento del que posee además de contar ya con una discografía que hasta ahora no conoce de puntos bajos, aunque no, Five pese a estar muy bien no es su mejor álbum a la fecha.

¿Canciones? 'Time to give', 'Jo', 'Tokyo'.

7/10
Muy bueno.



Otras reseñas de White Lies:
2016: Friends
2013: Big TV
2011: Ritual

lunes, 4 de febrero de 2019

Metallica: Helping Hands... Live & Acoustic At The Masonic (2019)


A falta de un nuevo álbum de estudio (el cual seguramente tardará vaaaaarios años en llegar) Metallica acaba de entregar la grabación oficial de un concierto acústico benéfico realizado en noviembre pasado. 

Lo interesante de este lanzamiento es que han aprovechado la ocasión para regalar varias perlitas: versiones country alternativas para 'Disposable heroes', 'Enter sandman' y 'The four hoursemen' (todas muy simpáticas), una inédita 'All within my hands' (esa joyita que cerró en 2003 el nefasto St.Anger) y una serie de refritos de artistas como Nazareth, Blue Oyster club o Deep purple, fuera de la (ya) tradicional 'Turn the page' de Bob Seger. Para el final del recital han decidido cerrar con una acelerada 'Hardwired' dejando el asunto arriba y dando término a un conjunto completo que vale bastante la pena y resulta tremendamente ameno de oír. 

Buen registro en vivo nos ha dejado por tanto Metallica, una jugarreta digna de nuestra atención y que logra mantener a la leyenda con vida.

3.0 : Bueno, cumple.

Otras reseñas de Metallica:

sábado, 2 de febrero de 2019

Sharon Van Etten: Remind Me Tomorrow (2019)

"Exquisita exposición de madurez..."

Tras la buena respuesta obtenida por Are we there (2014) sorprende el que la norteamericana Sharon Van Etten se haya tomado tantos años para dar su siguiente paso. No perdió el tiempo, sin embargo. Durante este paréntesis se dedicó a la actuación (aparece en la serie The OA de Netflix), fue madre, escribió música y volvió a estudiar. Se centró y encontró consigo misma para en este 2019 regresar con su quinto álbum Remind me tomorrow, una entrega reflexiva, personal y exploratoria en lo musical. 

Disco que abre de manera íntima con 'I told you everything' y declara de inmediato intenciones. Sharon acompañada únicamente por un piano relata una cita con su actual pareja (y padre de su hijo) donde "le contó todo" estableciendo un punto de no retorno entre ambos ("Sentados en el bar, te conté todo / Compartiendo un shot, tomaste mi mano / Dijiste 'Mierda, por poco estás muerta' / Sabiéndolo todo, lloramos juntos / Te conté todo de todo..."). La pureza del amor volverá a ser temática dentro del álbum más adelante, particularmente en la exquisita 'Jupiter 4' o en 'Malibu', también las relaciones (ojo, no necesariamente de pareja) en 'You shadow' o su amor declarado hacia Nueva York en 'Seventeen'. De esta forma las líricas de Remind me tomorrow dan muestras de una artista que ha decidido exponer su momento actual y reflexiones varias respecto a su pasado, las cuales han sido acompañadas por arreglos más que interesantes donde Sharon ha abandonado prácticamente por completo las cuerdas para adentrarse en el mundo de los sintetizadores, privilegiando durante largos pasajes los ambientes oscuros y profundos por sobre las melodías y ganchos comerciales. 

Nos encontraremos así a lo largo del álbum con guiños evidentes al sonido de Nick Cave en 'Memorial day' o la mencionada 'Jupiter 4', algunas subidas de dinámica en la bailable 'Comeback kid' y en 'Seventeen' (single evidente del disco) pero estas serán excepciones, el álbum nadará constantemente entre la calma armando un conjunto en general ameno pero que exige adentrarse en las letras y conceptos para ser comprendido de manera adecuada. 

Como defecto cabría mencionar que la recta final del disco se vuelve algo espesa y no logra cerrar de manera redonda un álbum que ansiaba algo más intenso que esa pasada por 'Hands' + 'Stay'. Con todo, estamos sin ninguna duda frente al mejor álbum en la carrera de Sharon Van Etten, uno que continúa dando muestras de crecimiento y ciertamente la sitúan definitivamente entre las compositoras más talentosas del presente. 

8/10
Excelente.


Otras reseñas de Sharon Van Etten:
2014 : Are We There