martes, 9 de diciembre de 2025

Wolf Alice: The Clearing (2025)

 "Se niegan a ser etiquetados..."

El tercer disco de una banda suele ser revelador. Es el álbum donde las agrupaciones suelen demostrar para qué están, y en el caso de Wolf Alice vaya que mostraron credenciales con aquel notable Blue weekend (2021), un trabajo en donde se mostraron creativos a rabear abrazando sonidos crudos y oscuros cargados al dream/noise pop aunque arrastrando al mismo tiempo las guitarras presentes en sus dos primeros álbumes. La crítica se rindió ante ellos y todo pareció indicar que en adelante les oiríamos moviéndose bajo los parámetros que dicho dicho limitó. Pero no. Hay bandas que se rebelan a la idea de ser etiquetados e incluso a aquella "teoría del tercer disco". Esto a propósito de este The clearing, un trabajo que se aleja por completo y en todos los sentidos de su antecesor, es decir, quienes creyeron que en adelante el camino que la banda abrazaría sería el de Blue weekend, olvídenlo. Que Wolf Alice quieren demostrarnos que son lo que les da la gana ser y no piensan someterse a ningún encasillamiento. Lejos por tanto de la oscuridad de su anterior trabajo en The clearing (el título anticipa) la banda se lanza directamente hacia sonidos limpios, cristalinos, esperanzadores y bonitos. Once canciones que muestran su faceta más luminosa.

No encontramos acá por tanto pasajes sucios ni estridentes, tampoco capas de guitarras ni nada por el estilo. Todo lo contrario. Quizás la única excepción la marque el single 'Bloom baby bloom', que es un tema de pop rabioso en donde oímos a Ellie Rowsell más explosiva que nunca en los coros, sin embargo, el resto del álbum se moverá entre lugares bastante más calmos y pulcros desde la producción, abriendo con la delicadeza de 'Thorns' y ese coro maravilloso ("Debo ser una narcisista / Dios sabe que no puedo resistirlo / Hacer una canción y bailar con ella...") o continuando con la simple 'Just two girls' (que es bajo/batería/piano/voz + algún teclado en coros), esto para luego derechamente coquetear con el country en cosas como 'Learning against the wall' o 'Passenger seat' (muy Sheryl Crow desde la interpretación, quienes ronden los cuarenta entenderán a lo que me refiero), jugar con sonidos melosos en 'Bread butter tea sugar' o derechamente pasarse a baladas desnudas en 'Play it out' (esta al piano), 'Safe in the world' (bajo + batería) o 'Midninght song' (cuerdas). 

Dentro de toda esta apuesta por la sencillez existirán de todas formas momentos en donde la banda dará muestras de aquel talento que les sigue sobrando, y aquello lo han dejado para el cierre del disco. Primero con la dinámica 'White horses', que construye cuidados pasajes entre cuerdas acústicas, y luego cerrando el álbum con 'The sofa', una preciosa oda al "hacer nada" que con sus líneas emocionarían sin lugar a dudas a Cristian Castro ("Puedo estar feliz / Puedo estar triste / Puedo ser una perra cuando estoy molesta / Quiero estancarme o enamorarme / A veces solo quiero coger / Amo mi vida / Pero a veces quiero que me dejes día y noche en el sofá..."). 

Wolf Alice están jugando a confundirnos, lo cual habla bien de su versatilidad. De pronto no sabemos hacia donde irán o que esperar de ellos... y eso es bueno. En The clearing se han despojado por completo de todo aquello que empapó sus primeros tres álbumes, abriendo con esto un camino expectante para futuro. Este disco funciona (muy) bien, lo mejor de el está en su comienzo y final, en las dos primeras y dos últimas. Entre medio puede que lo que suena resulte demasiado sencillo para quienes habían enganchado con el pasado de la banda, sin embargo, la belleza está, solo hay que saber sentarse a disfrutarla en calma.

¿Canciones? ''Bloom baby bloom', 'White horses' y 'The sofa'.

7,5 /10
¡Muy bueno!


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