"Giro hacia la sobre producción..."
Fue en 2014 cuando los estadounidenses Code orange lograron generar interés y buenos dividendos mediante la llegada de I am king, todo gracias a un sonido furioso y oscuro que respondiendo a ciertos patrones del deathcore lograba desviar hacia el punk coqueteando en ocasiones incluso con el metal industrial mediante temas cortos que buscaban impactar en base a la histeria del sonido. Toda una mixtura oscura y sucia, a momentos rabiosa, a veces lenta y espesa pero que logró su cometido: captar oyentes. Los cuales ciertamente se radicalizaron tres años más tardes con la llegada de Forever (2017), un disco que sostuvo la mezcolanza de géneros exacerbando el tándem lento/agresivo. Cabe mencionar que ambos discos poseían un elemento de crudeza y falta de pulcritud que continuaba siendo llamativo e interesante, aspecto que en su más reciente entrega, Underneath, ha desaparecido. Para bien o para mal Code orange ha cambiado, probablemente para nunca más regresar.
Muchas cosas han mutado para este cuarto disco. En lo estético vemos una portada en un estilo diferente a las anteriores y también la duración del trabajo se ha extendido llegando casi a los cincuenta minutos. Sin embargo, los cambios no han sido solo de forma sino también de fondo, donde la sobre producción (a cargo de Nick Raskulinecz) ha adoptado un rol relevante entregándole una vuelta de tuerca al sonido de la banda, el cual se ha llenado de efectismos, sacrificando oscuridad por la búsqueda de impacto.
Hay inversiones en este álbum y esperanzas de sacarle dinero al proyecto, lo cual se evidencia al ver el video de ‘Swallowing the rabbit whole’, más aún tras oír el tema. Y es que la canción en si es sencilla pero son los efectos, sampleos por millón o filtros vocales que saturan los guturales lo que finalmente acaba por entregar el peso, asunto que se intensificará con 'In fear', mucho más industrial y maquinal que la primera pero también saturada hasta el cansancio con efectos, los cuales incluyen unos muteos bruscos que aparecen y realmente no se entiende que pintan acá (o más bien que aportan). Este estilo a la hora de arreglas las canciones con parones que interrumpen una y otra vez volverá a aparecer en la genérica 'You and you alone', en 'Who I am', que abre melódicamente con Reba Myers cantando limpio (en una atmósfera algo Deftones) para luego ir levantando vuelo con los guturales de Jami Morgan, o la desesperante e innecesaria 'Cold.metal.place'. En este sentido, si el objetivo del experimento era exasperar al oyente, vaya que lo logran, al punto de que terminas agradeciendo la llegada de una canción como 'Sulfur surrounding', que sin ser ninguna maravilla al menos logra fluir, así como también funcionará 'Autumn and carbine' más adelante.
La ya mencionada extensión del disco habla también de que lo han querido meter todo, lo cual provoca que el álbum sea irregular, que pase de temas violentos a otros que se construyen sobre una melodía muy nítida, perdiendo cohesión. Esto se vuelve patente en toda la recta final, aquí sonará una pasada bastante agresiva con 'Erasure scan' + 'Last ones left' o la olvidable 'Back inside the glass', cuyo factor común continuará siendo la saturación vocal, filtros, quiebres bruscos y la constante sensación de querer sonar violentos mediante un sonido maquinal (muy Nine inch nails a ratos) pero que abusa absolutamente de los recursos "de estudio", para cerrar (¡al fin!) con 'A silver' + 'Underneath', que nadan sobre olas suaves para en sus cierres incorporar efectos más dinámicos.
Se agradece el que Code orange se desmarque del hardcore tradicional y hayan intentado diversificar su sonido, en este sentido la sensación que deja Underneath es la de estar frente al disco con el que evidentemente han buscado dar su salto definitivo a la fama. De aquí seguramente no se moverán en un largo rato, es de esperar por tanto que en un siguiente trabajo logren sonar menos artificiales...
6 / 10
Bueno, cumple.
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