viernes, 24 de julio de 2015

Camila Moreno: Mala Madre (2015)

"No parar de crecer..."

A estas alturas lo de Camila Moreno no debería sorprender a nadie, ya en 2012 la oímos dando un salto importante en su carrera con Panal , un disco que escapaba del folk y el romanticismo fatalista de sus inicios para girar hacia un sonido muchísimo más maduro, que musicalmente enlazaba con mucho talento sus innegables influencias anglos con arreglos propios del folclor nacional. No quedaba entonces más que esperar con brazos abiertos su nueva entrega, la cual se puso a disposición de todo el mundo de manera gratuita durante 24 horas en el sitio de la artista hace unas semanas. Y bueno, con el disco entre nosotros podemos verificar el estado de gracia en que Camila se encuentra, con atrevida portada incluida (una de las mejores que he visto en mucho tiempo) Mala madre (título que hace referencia a aquella planta casera que expulsa a sus hijos alrededor del macetero) representa lo mejor que la chilena ha compuesto en su carrera.

Honesto, crudo y visceral, tres adjetivos que definen de buena forma lo que oímos y disfrutamos en Mala madre, un disco que da continuidad al sonido trabajado en Panal e incluso se da el gusto de mejorar notablemente la oferta. Aquel rock directo, golpeado, que juega muchísimo con las percusiones y que incorpora con igual facilidad guitarras, instrumentos folclóricos y electrónica vuelve a aparecer con maestría en este nuevo trabajo. Todo lo mencionado se expresa de inmediato en las dos que abren el disco, 'Tu mamá te mató' es una descarga de intimidad que explota en cada coro (con una producción que a momentos tapa demasiado la voz de Camila, eso hay que decirlo) mientras que 'No parar de cerrar' es más dinámica y tradicional, pero igual de inquieta musicalmente. Más adelante viviremos una pasada de rock más directo y rabioso en 'Libres y estúpidos' + 'Maquinas sin Dios' mientras que las baladas se harán presentes en distintos formatos, 'Sin mi' es acústica desnuda, 'Piedad' se sumerge de lleno en los ambientes electrónicos (un manjar de canción, una maravilla) y finalmente todo se equilibra con los vientos y teclados de la notable/enorme/emocionante 'Julia'

Entrando en la recta final del disco nos encontraremos con pasajes mucho más experimentales y en donde se percibe a una Camila Moreno completamente desatada, jugando con ambientes todo el tiempo. Acá los coros de 'Esta noche o nunca' conmueven, en 'Bathory' inevitablemente se le escapa la Bjork que lleva dentro , con 'Bailas en los polos' se entrega a las percusiones para finalmente cerrar con la calma de 'Todo'. Esta última pasada representa a una Camila Moreno en plenitud, se le oye cómoda en la búsqueda de su propio lenguaje y desde acá no queda más que agradecer su valentía. 

Mala madre cierra el círculo que Panal abrió tres años atrás, entregándonos esta vez lo que esperábamos de ella: un disco redondo, sin ripios. ¿Y qué se vendrá ahora para Camila? Lo más probable es que ni ella misma lo tenga claro, así de fascinante es el escenario que la artista ha sido capaz de crear. De lo mejor de la escena chilena actual, no cabe duda.

9 /10
Brillante.



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