Lo más reciente de U2 no estuvo mal, tras cinco años de espera obtuvimos un puñado de buenas canciones con un concepto en común, el cual realizaba toda una oda a la infancia y juventud de la banda. Sin embargo, los irlandeses llevan veinte años tropezando con la misma piedra preocupándose más de las formas que del fondo, descuidando con esto lo más importante: su música. Y siguen confundidos, de aquello no cabe duda, no se explica de otra forma tanto cambio de dirección, el que sus discos disparen ráfagas hacia distintos blancos o que sus videos promocionales resulten tan disímiles entre si.
Nos presentaron el álbum con una canción forzadisima como fue 'The miracle (of Joey Ramone)', la cual contó con un bastante poco creíble clip para luego pasar a una promoción algo más conceptual en plan cortometraje. Y bueno, cuando uno va hacia tantos lugares a más de alguno le apuntará, y tanto con 'Every breaking wave' como con 'Song for someone' han acertado, primeros con las canciones y luego con los videos (mucho mejor el primero eso si), lo cual nos lleva a pensar que, por más que ellos mismos se empeñen en arruinarlo todo, aún puede haber vida para U2.
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