"Absoluta elegancia..."
Fue recién con el cuarto tema, la versión de 'Where the streets have no names' (original de U2) y ese bis que hacen de 'I can't take my eyes off of you' (con el público en masa coreando el "I love you baby!"), cuando realmente sentí que la fiesta comenzó, me decidí a disfrutar a tope, bailarlo todo y olvidarme del tema del audio. Y bueno, desde ahí efectivamente el asunto no paró. Neil Tennant abandonó su rol robótico (Chris no, sabemos que con suerte gesticula) y ejerció de animador de la fiesta, por cierto, impresionante el que tras cuarenta años de carrera conserve intacto su textura vocal. Se sucedió luego un repertorio que hizo recorrido por toda la carrera de Pet shop boys, hitazos ochenteros como 'So hard', 'Left to my own devices', 'Domino dancing', 'What have I done to deserve it' o 'Always on my mind' intercalados con pasadas noventeras en 'Paninaro' (¡gracias!), 'Single/Bilingual' + 'Se a vida e' (se agradece el que recordasen un disco que quiero tanto como ese Bilingual de 1996) o 'New york city boy' (que fue una completa locura) + 'You only tell me that you love me when you're drunk' (en acústico) + 'I don't know what you want but I can't give it any more' del genial Nightlife (1999), y también algunos guiños a sus eras más recientes mediante 'Vocal' (exquisito desate electrónico), 'Monkey business' (de su más reciente álbum, por ende muy pocos la conocían) o 'Dreamland'. Entre tanto, la escenografía cambió varias veces y tres músicos de apoyo hicieron presencia (cooperando con percusiones) por lo que hubo mayor movilidad en el espectáculo.
Finalmente, una fría 'Go west' (no le dieron la fuerza me parece el tema ameritaba) y una ardiente 'It's a sin' (a esta si) comenzaron a anticipar el final, el cual llegó con una coreada 'West and girls' seguida de una emocionante 'Being boring', con un Neil absolutamente entregado al relato nostálgico respecto al paso del tiempo.
¿Qué me faltó? Algo más de baile sobre el escenario. Hay temas que me parece lo ameritaban y en viejas giras el dúo ha metido bailarines al show. También una partida algo más eufórica y no tan fría. El resto, impecable. Un sonido exquisito, una sucesión de temas muy bien pensados que pusieron al público en total complicidad. Gran concierto por parte de una banda que no sabe del paso del tiempo.
Interpretación: 9 (Neil y la banda sonaron impecables. )
Puesta en escena: 8 (algo más de baile no habría venido mal)
Complementos: 9 (la pantalla cambió de lugar en varias ocasiones, se valora).
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