"Se liberan del debut..."
De entrada seguramente el álbum espantará a varios. Suena una extraña 'Bane', donde sutiles guitarras impactarán con coros de multitudes, una interpretación vocal (muy) filtrada y una (des)estructura que no responde a patrones, fuera de una lírica en donde se declara amor eterno a la Coca cola ("En medio de la noche me levanto por ti...") y se realiza referencia a un sueño en donde un joven nada en una piscina mientras se la bebe (¿dije que la canción era extraña, no?). Sin embargo, la invitación es continuar el viaje pues desde acá se desplegará un diverso abanico de sonidos e influencias por el que vale la pena pasar.
A la vuelta de la esquina llegará a nosotros el momento más ágil del trabajo con 'U&Me' (lo más parecido a un single que contiene el disco) seguida de la dinámica 'Hard drive gold', pero rápidamente este se internará en terrenos más desnudos, algunos en tono eléctrico como 'I'm happier when you're gone' (donde la banda le da en el texto una vuelta a la historia del 'Hey Joe' de Jimi Hendrix) o la oscura 'The actor' (contando la historia de un artista que viaja a Los Angeles a probar suerte pero que acabará sumergiéndose en un pozo de consumo y tráfico de cocaína) mientras que en 'Get better' la banda se despoja de grandes arreglos para darle total protagonismo a la historia que se narra: una hermosa declaración de amor y compañerismo en la enfermedad.
La tendencia a la desestructura haciendo uso de delicadas armonías se retomará con fuerza en el nudo del álbum, particularmente en la brillante pasada por 'Chicago' + 'Philadelphia', la primera siendo pura elegancia con su ascendente incursión electrónica mientras que en la segunda harán presencia instrumentos de vientos, aunque estas acabarán por ser las últimas realmente atractivas del disco pues este lamentablemente se meterá en una línea cada vez más oscura para el cierre, destacando ahí los aires góspel de 'Walk a mile' o la tenebrosa 'Losing my mind', pero insisto, todo en unos quince últimos minutos que se vuelven en exceso pesados.
De todas formas, con su cuarto álbum Alt J han acabado definitivamente con el mito de su debut, simplemente olvidándose de este. Han construido un álbum atrevido, arisco a ratos pero en general interesante y por sobre todo libre. The dream se percibe como un perfecto punto aparte en la carrera de los ingleses y desde acá tendrán libertad para moverse a donde quieran.
¿Canciones? 'The actor', 'Get better', 'Chicago'.
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