"Amor y compañerismo, principios y presente..."
Con esa tranquilidad llegan a nosotros estos cuarenta y cinco minutos de música que desnudan como nunca al autor tanto en términos musicales como narrativos, porque incluso álbumes como Pánico (2005) o Témpera (2008) contaron en su producción con instrumentos de viento o cuerdas que complementaron el sonido de varias canciones, cosa que acá no ocurre. Compañera de este viaje es un disco que reúne a Manuel García únicamente con sus letras, voz y guitarra, insisto: como nunca en estos casi veinte años de carrera.
En términos temáticos el disco navega por distintos lares, aunque todos suenan conectados. Destacan en un inicio las declaraciones de compañerismo (porque hablar de "canciones románticas" sería simplificar demasiado el asunto), donde impacta de entrada la preciosa 'Tu voz de agua clara', donde García toma su guitarra e interpreta en soledad realizando sutiles referencias al momento político/histórico que vive su Chile ("Por eso parece que no hay nada más que este fragmento de historia que estamos viviendo /Otro fragmento de historia que se va a quebrar...") pero también a su cotidiano en pareja ("Los mejores amigos cruzando la puerta nos van a abrazar / Todos los ritos antiguos estarán contigo / Música, vino y cariño nunca están de más..."). Sin embargo, así como esta, habrán otras canciones que funcionan y encuentran varias de las mejores líneas que García ha escrito en su carrera, como 'Compañera de este viaje' ("Tal como puse en tu vientre promesas que fueron hijas..."), la dinámica 'Quiero tocar el sol de noche' ("A una pregunta tuya, sentado en nuestro lecho, respondo con las manos desnudando tu cuerpo..."), que en su rasgueo inicial trae de regreso la memoria de su viejo clásico 'Piedra negra' (S/T, 2010), o 'Lo haces bien', confirmando todas estas su carácter de extraordinario letrista.
Fuera de las referencias de pareja, el álbum abordará también otras aristas, en lo musical mostrando una cara más folclórica en 'La flor del horror', donde la influencia de la eterna Violeta Parra se hace carne en su guitarra e interpretación, 'Belén un día', 'La vasija' (donde no teme quebrarse vocalmente) o 'Una dulce amiga mía', mientras que el contacto con las temáticas sociales aparecerá en la tonada 'Profesora y profesor' o en 'El oro del tiempo' ("Todo lo que debo me está rompiendo los nervios con el tiempo..."), así como en 'La nueva canción de la trova' el vocalista rendirá notable tributo a Silvio Rodríguez (y a la Trova Cubana de paso), en un acto de consecuencia dada la evidente influencia que este ejerció en su obra.
Siendo claros, el álbum es una declaración de amor y compañerismo, principios y presente, es Manuel García y su guitarra, su momento y sentir. Ahí, en ese camino encuentra un puñado importante de canciones notables que pese a su simpleza serán capaces de conectar con cualquiera que sepa abrirse a su obra. De lo mejor que ha compuesto en un largo, largo tiempo...
¿Canciones? 'Compañera de este viaje', 'Quiero tocar el sol de noche', 'La flor del horror' y 'Lo haces bien'.
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