"Escucha efectiva y respirar profundo..."
Nos llega de esta un álbum tranquilo, otoñal, bonito y compuesto por diez canciones que transmiten paz absoluta en su andar. No encontramos singles ni piezas particularmente contagiosas por tanto en el conjunto si no más bien un continuo que se deja oír y que como banda sonora para un pensativo atardecer, sumado a una copa de vino, queda realmente perfecto. Difícil destacar alguna canción en especial pero si me apuran tendría que inclinarme por la sutileza del piano que suena en 'Stubborn man' o ese saxo exquisito que acompaña en 'It is what it is', sin embargo, el álbum funciona en su extensión, transmitiendo efectivamente la calma que pretende.
En tiempos de vorágine se agradece el recibir un disco profundo, reflexivo y sensorial como Green to gold, un trabajo que apuesta por la escucha efectiva e invita a detener la marcha, sentarse y respirar profundo. No cabe duda de que el sexto disco de The antlers no será uno con el que la banda despegará en popularidad pero si uno que logrará conmover y entregar ese momento de calma necesario a quien sepa agradecerlo.
¿Canciones? 'Stubborn man', 'It is what it is' y 'Volunteer'.
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