viernes, 9 de abril de 2021

Evasnescence: The Bitter Truth (2021)

"Guiño a los fans, y poco más..."

Demasiado pronto se quedó sin ideas esta banda. Tras un bullado debut, verdad sea dicha, no pasó demasiado antes de que acabasen quedando como una mera anécdota, digamos, un par de hits para el recuerdo y sería, no mucho más. Y es que esa fórmula desarrollada en Fallen (2003), un rock emo melódico con tintes oscuros (pero ni tanto), intentó ser replicada tanto en The open door (2006) como en el homónimo de 2011, sin embargo, la falta de fuerza y nivel resultó tan evidente que acabaron transcurriendo diez años para que la banda se animase a lanzar un cuarto álbum. El caso es que una década de silencio daba como para esperar algo relativamente interesante o que al menos encontrase canciones que justificasen el regreso, sin embargo, ni lo uno ni lo otro: The bitter truth (título nunca mejor puesto) suena a lo de siempre, y peor, porque ni siquiera funciona en lo individual. 

Tras una introducción que aporta cero (eternos se hacen sus más de dos minutos) el disco quiere abrir entre sonidos duros, suena el buen redoble de 'Brokes pieces shine' y nos ilusionamos pero este acabará desembocando en un sonido procesado a más no poder (al punto de sonar tremendamente artificial) y lo peor, siempre contenido, la banda juega a romperse pero eso, que juegan, al final todo suena tan maqueteado que el plumero se les ve a distancia. Lo mismo con 'The game is over', que tiene un buen coro (de lo mejor del disco), pero eso, que toda la canción parece una excusa para mostrar el coro, al que Amy Lee ciertamente sabe sacar partido. Donde tropiezan con ganas es en 'Yeah right', que me ha recordado a los Muse más recientes gracias a su búsqueda de ritmo contagioso entre sintetizadores y guitarras, y de ahí en adelante el asunto solo irá a peor, en ocasiones buscando el coro explosivo ('Feeding the dark' , 'Better without you') o veces yendo a revivir el recuerdo de 'My immortal' mediante baladas sobre piano ('Wasted on you', 'Far from here'), el problema es que no les crees, ni siquiera diez años de parón permitieron a Evanescense dejar de sonar a fórmula inofensiva. La amarga verdad es que no son metal, no suenan oscuros, tampoco duros, no hay profundidad ni en lo lírico ni interpretativo y como fórmula pop tampoco enganchan...

En definitiva, The bitter truth seguramente caerá bien entre quienes crecieron en su adolescencia con esto y hoy rondan los treinta años (por arriba), sin embargo, dejando el factor nostálgico/emocional de lado, no hay nada en estos casi cincuenta minutos de música que resulte particularmente relevante.

¿Canciones? 'The game is over', 'Use my voice'.

4/10
Malo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario