"Dramático, violento... pero excesivo..."
Como sea, en este I fell the everblack festering within me reconocemos una perfecta continuación de lo que fue Pain remains (2022), es decir, un deathcore violento enmarcado en interpretaciones y atmósferas siempre dramáticas. Desde un comienzo por tanto se dejarán sonar canciones veloces, extensas y con fuerte presencia de teclados, temas de siete a ocho minutos como 'Prison of flesh' u 'Oblivion', donde Lorna shore claramente se esfuerzan por entregar el sonido más agresivo posible y mostrar credenciales en dicho sentido. Habrán espacios por supuesto para el "lucimiento" vocal de Will Ramos y sus guturales de cerdo, los cuales aparecerán en determinados momentos de las canciones mencionadas o más adelante en 'Unbreakable' o 'Death can take me', momentos en donde la banda literalmente detiene la música para que el vocalista realice sus ya tradicionales solos.
Como problema evidente para el álbum estará eso si el exceso de canciones. Y es que con algo así de pesado no se entiende la necesidad de llegar casi a los setenta minutos de música, algo que también ocurre con varias canciones, muchas de ellas no justifican su duración en absoluto entregando dos o tres minutos finales que son meros alargues para que Ramos se ponga a vocalizar ('Oblivion', claro ejemplo). Inevitablemente tanta vuelta artificial y forzada en las canciones termina sacándote del álbum, lo cual resulta lamentable considerando que el nivel técnico e interpretativo en general es realmente impresionante. Habrá que ver si en una siguiente entrega estos detalles comienzan a corregirse...
¿Canciones? 'Prison of flesh' y Unbreakable'.
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