"Fluyen como pocos..."
El álbum entra por la puerta grande con 'If not now, then when', que abre exactamente donde K.G. cerró, pues los últimos cinco segundos de distorsión de aquella 'The hungry wolf of death' son los primeros cinco de este álbum, en una clara señal de que ambos trabajos están absolutamente emparentados aunque con una marcada (y genial) diferencia esta vez, y es que si K.G. cerraba entre guitarras muy Black Sabbath en esta ocasión aquellos murallones giran hacia sonoridades limpias, abrazando un funk marcado por bajo + teclados, entregando así una atmósfera contagiosa e impecable que rompe de entrada con todo lo esperado. Luego aparecerá el rock, en la pasada por 'O.N.E' + ´Pleura' + 'Supremacy ascendancy', canciones con estructuras más tradicionales que rondan los cuatro minutos y donde los arreglos orientales se cruzarán con eléctricas guitarras, algo que en la recta final volverá a abordarse en 'Ataraxia' (aunque con menores resultados), mientras que en 'Static electricity' + 'East west link' (que en realidad suenan como una sola) o 'See me' el asunto se disparará hacia la psicodelia entre bongós, teclados y guitarras, para finalmente cerrar el círculo con la caótica, pantanosa y oscura 'K.G.L.W'.
Diecinueve canciones distribuidas en dos álbumes es lo que King Gizzard & the lizard wizzard han entregado en K.G + L.W, dos trabajos marcados por una identidad pero sobre todo por las ansias exploratorias de un conjunto que no para de sonar interesante, abiertos a llevar su sonido a donde tenga que ir. Acá pese a contener un tanto la propuesta, con canciones más concretas y menos "volátiles", fluyen como pocos en la actualidad y han regalado nivel de sobra.
¿Canciones? 'If not now, then when?'. 'O.N.E', 'Pleura', 'K.G.L.W'.
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