lunes, 20 de enero de 2025

Akhlys: House Of Black Geminus (2024)

 "Atronador, terrorífico y contundente..."

Si bien el debut de Akhlys se dio allá por 2009 mediante Supplication, aquel fue un curioso y experimental disco de tétrico ambient con el que no era fácil enganchar, menos si hablamos de una banda que apenas comenzaba y más bien funcionaba como un proyecto paralelo de su líder y mente creativa, Naas Alcameth (quien entonces se encontraba a cargo también de otra banda: Nightbringer). Los años, sin embargo, fueron convenciendo al multi instrumentista de transformar a Akhlys en su proyecto principal (en compañía desde 2018 de Eoghan en batería), entregándose de lleno al desarrollo de un black furioso combinado con pasajes terroríficos armados por teclados y oscuros relatos, lo cual se expresó tanto en el monstruoso The dreaming I (2015) como en Melinoë (2020). En ese sentido, este reciente House of black geminus llega tras cinco años de pausa para consolidar definitivamente al proyecto pero no solo eso sino que además potenciarlo al dotarlo de detalles relevantes en la producción, lo cual le diferencia claramente respecto a sus antecesores. De hecho, la banda de entrada ha modificado el estilo de esta nueva portada, abandonado el horror de esas abuelas grotescas utilizadas en el pasado (que en lo personal me encantaban, digámoslo) para dar paso a un estilo mucho más futurista y conceptual, idea que se corrobora cuando damos play al álbum, encontrándonos con un sonido que tiende a la saturación aportando un toque "maquinal" a la propuesta, digamos, cierto toque industrial que les muestra intentando dotar al álbum de presente e identidad. Esto por supuesto en el contexto violento y oscuro característico de la banda.

La partida mediante 'The mask of night-speaking' declara intenciones de inmediato: cuatro exquisitos minutos introductorios antecederán un desate bestial en donde la banda se la juega por desarrollar atmósferas de terror sobre una velocidad que va a tope. La batería es incesante, los teclados y relatos (todo a cargo de Naas Alcameth) funcionan por lo que el resultado suena atronador y contundente, tendencia se reiterará a lo largo del disco entre piezas siempre extensas (todas entre los siete y doce minutos), ya sea insistiendo con la intensidad en 'Maze of phobetor' o 'Sister silence, brother sleep', aportando alguna bajada de revoluciones en 'Through the abyssal door' e intercalando un pasaje completamente instrumental (a modo de respiro claramente) en 'Black geminus'. 

La propuesta de Akhlys va por la generación de un black moderno que no se anda con medias tintas, que pretende reventarte la cabeza y no se muestra dispuesto a concesionar credenciales. Una verdadera banda sonora para tu peor pesadilla. Como detalle, a los temas quizás les sobra minutaje con canciones que dan alguna vuelta de más, pero nadie puede quejarse acá por falta de bestialidad, que de eso sobra.

¿Canciones? 'The mask of night-speaking' y Through the abyssal door'.

8,2 / 10
¡Excelente!

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