"Temprana madurez..."
Tras haber vivenciado un éxito masivo y repentino con su debut de 2019, llama la atención el que tan rápido Billie Eilish (de tan solo diecinueve años) haya optado por un segundo paso tan jodidamente maduro. O al menos eso es lo que ha intentado proyectar con Happier than ever, en una jugada inteligente que se distancia del debut, entendiendo que competir con aquello habría sido un error. Por ende, en lugar de acudir a la energía y los ritmos inquietos de entonces, esta vez se ha centrado (junto a su hermano Finneas O'Connell en producción) en atmósferas reflexivas, con constantes referencias a lo que significa fama y el éxito para una mujer en la actualidad.
La sola portada del álbum habla de la vuelta de tuerca que Eilish ha querido dar, escapando del personaje oscuro y arisco del debut para dar paso a la mujer sensible y vulnerable, mientras que en lo musical, 'Getting older' entrega claras señales respecto a por donde irá el asunto. En esta, mediante un relato que va al límite del susurro, Eilish se refiere a lo que ha significado para ella el volverse mayor (?), de sentirse agradecida aunque reflexionando al mismo tiempo en torno a aquellos extraños (usualmente trastornados) que pareciesen quererla. Este tono personal se sostendrá a lo largo del álbum, intentando transitar por varios caminos aunque no decidiéndose nunca por uno.
La tendremos algo más dinámica en 'I didn't change my number' ("No he cambiado mi número / Solo cambié el a quien contestarle..."), cantando al borde del susurro (en plan Lana del Rey mayormente) en cosas como 'My future', 'Lost cause' o en la romántica 'Halley's comet', explorarando sonoridades en la curiosa 'Billie bossa nova', metiendo cuerdas en las acústicas 'Your power' (bastante bien lograda por cierto) o 'Male fantasy' (esta no tanto), construyendo una canción explosiva en 'Happier than ever' (buen giro el que regala a los tres minutos), aportando dinámica en la sexy 'Oxytocin' o en 'Overheated' (ambas son lo más movidito del álbum), y realizando un guiño a su álbum debut en las sucia pasada por 'NDA' + 'Therefore I am', que no es otra cosas que un coro facilón que se repite y repite.
Por cierto, párrafo aparte merece el lúgubre monólogo 'Not my responsability' que abre la cara B del disco, tres minutos en donde la vocalista lo saca absolutamente todo refiriéndose con total claridad a la presión que deben enfrentar artistas mujeres (aún) en la actualidad.
"¿Me conoces? ¿Realmente me conoces? / Tienes opiniones respecto a mis opiniones / Respecto a mi música, a mi ropa. Respecto a mi cuerpo / Hay gente que odia como visto. Otros lo celebran / Algunos lo usan para avergonzar a otros. Otros para avergonzarme a mi / Pero te siento mirando. Siempre / Y nada que haga parece invisible / Así que mientras siento tu fija mirada. Tu desaprobación. Tus señales de alivio / Si vivo por ellos nunca podré moverme / ¿Te gustaría si fuese más pequeña? ¿Más débil? ¿Más suave? ¿Más alta? / ¿Te gustaría que me quedara más quieta? / ¿Mis hombros te provocan? ¿Mi pecho? / ¿Soy mi estómago? ¿Mis caderas? ¿El cuerpo con el que nací? / ¿No es lo que querías? / Si visto cómoda no soy una mujer. Si me deshago de las telas... soy una puta / Aunque nunca hayas visto mi cuerpo sigues juzgándolo / ¿Por qué?
Hacemos suposiciones acerca de la gente basados en su talla / Decidimos lo que son. Lo que valen / ¿Quién decide qué me hace eso? / ¿Qué significa? / ¿Está mi valor basado en tu percepción o es tu opinión respecto a mi? / No es mi responsabilidad."
Toda esta diversidad por la que apuesta el álbum a ratos funciona pero en otros queda a medio camino. Parte del tiene sentido pero hay momentos que no pasan del tanteo o la mera exploración mientras que algunos definitivamente empantanan un disco (la coral 'Goldwing' o 'Everybody dies', claros ejemplos).
Happier than ever es un álbum que dura quince minutos más que el debut, algo que evidencia el que la dupla Billie + Finneas no ha temido el poner toda la carne en la parrilla. Incluso corriendo el riesgo de que el álbum a ratos pierda peso o cohesión. Estamos frente a un disco en donde las letras y mensajes son prácticamente todo, donde la música está pero (casi siempre) es un mero acompañamiento para una narrativa reflexiva e incisiva. No es un trabajo perfecto pero si definitivamente uno que le permite a la vocalista superar con creces el fenómeno del one hit wonder.
¿Canciones? 'Not my responsability', 'Your power', 'Happier than ever', 'Overheated'.
7,5/10
¡Muy bueno!
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