"Regreso de proporciones y directo a la médula..."
Para estos veteranos del black, la agonía del cristianismo es el tema y la representan con la imagen de la catedral Notre Dame en llamas. A partir de esto construyen un álbum que conecta con sus raíces y abre fenomenal con 'La morsure du Christ', que es black melódico de la mejor estirpe, afilado, blasfemo y sin dar lugar a respiro, esto a diferencia de una canción como 'Metal noir', que bajará la velocidad en las estrofas para en los coros lanzarse con todo entre teclados y redobles. Luego, tras estos diez soberbios minutos iniciales el álbum soltará sus piezas más extensas, destacando el desgarro vocal de Saint Vincent en 'Ex cathedrale', que cuenta con muchas idas y vueltas, cambios de tiempos a los que la banda sabe sacar enorme partido acelerando a fondo en ciertos momentos (3:38) para luego descender y centrarse en atmósferas más reflexivas (5:00 en adelante), o la dramática 'Hymme au vampire (Acte III)', que nos recuerda las enormes conexiones musicales que existen entre este registro y el debut Les blessures del l'Ame (1998), donde se encontraban los actos I y II de esta canción.
Y si existía alguna duda respecto al nivelazo de este álbum llega la recta final y ese 'Les oceans du vide' absolutamente brutal de comienzo a fin, seguido del efectivo cierre 'Le triomphe de Lucifer', nuevamente con un vocalista dejándose la garganta en cada grito, cerrando de esta forma un regreso de proporciones que entrega buenas dosis de un black que apunta directo a la médula. Esperemos no tengan que pasar otros ocho años para tenerlos de regreso...
¿Canciones? 'La morsure du Christ', 'Metal noir', 'Ex cathedrale'.
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