Tiene sentido el que tras un álbum tan correcto (en un buen sentido) como Rebel heart, donde Madonna se concentró en la búsqueda de buenas melodías (y vaya que las encontró), regalándonos varias de sus mejores canciones e interpretaciones en años ('Living for love', 'Ghosttown', 'Heartbreak city', 'Wash all over me', claros ejemplos), la polifacética vocalista decidiese en este 2019 situarse en otro lugar, uno mucho más político y ácido, uno que musicalmente sacrifica estructuras amigables en pro de un mensaje dicho fuerte y claro. Y si bien lo primero que conocimos de este Madame X fue la extraña (y lamentable, digámoslo) colaboración de Madonna con el colombiano Maluma en 'Medellín', rápidamente el disco girará hacia otro lugar, ahí 'Dark ballet' + 'God control' + 'Future' emergen como focos claros dentro del álbum, con una Madonna empapada en auto-tune (protagonista absoluto también en el disco, hay que decirlo) que lanza mensajes directos hacia el poder político ("todos saben la maldita verdad / el Estado mintió, perdimos el respeto / cuando despertemos, ¿qué haremos?"). Aparecen acá, sin embargo, dos problemas. El primero es la absoluta falta de coherencia entre la colaboración con Maluma y los 15 minutos siguientes, y el segundo es la total ausencia de gancho y melodía en las tres mencionadas, con pasajes y quiebres que por momentos realmente cuesta seguir.
La ausencia de melodías gancheras en el primer cuarto de hora seguramente representarán un muro infranqueable para gran parte de la audiencia, pero quienes sigan ahí encontrarán momentos más cercanos en todo lo que sonará a continuación, ahí la mixtura entre sonidos tribales y bases electrónicas de 'Batuka' convencen (aunque el abuso de auto-tune me tiende a matar la magia), el acústico y las delicadas/atinadas líneas en portugués de 'Killers who are partying' se conectan sin problema alguno con el momento melódico por excelencia del álbum: la pasada por 'Crave' + 'Crazy', de lo mejor del disco sin lugar a dudas. Hay que darle por tanto a Madonna el que haya sido capaz de construir un disco que pese a lo arisco que se muestra en un inicio logre ir creciendo al punto de ponernos de rodillas tras seis o siete piezas.
No bajará en absoluto el nivel con la delicadas 'Come alive' + 'Extreme occident', marcadas por el sutil trabajo de percusiones y mejorará más aún con la pasada latina que entrega la sabrosa 'Faz gostoso' (donde colabora con la brasileña Anitta) seguida de 'Bitch, I'm loca', una nueva (y otra vez poco lograda) colaboración con Maluma. En el cierre, el pop con aires a 'Vogue' de 'I don't search I find' , la plegaria que es 'Looking for mercy' y el cierre a cargo de 'I Rise', una canción más de superación por parte de una Madonna que con Madame X acaba encajando un álbum que va de menos a más.
Sobran las colaboraciones forzadas con Maluma (puestas ahí con evidentes intenciones de restarle dramatismo a un álbum en general de tono oscuro), y también toda esa primera parte del disco es en exceso pesada, sin embargo, hay que darle a Madonna el que tras tantos años continúe proponiendo arte. Si cuatro años atrás muchos pensamos que con Rebel heart la vocalista había tocado techo, pues a callar, que las ansias de expresar y reinventarse han podido más...
7 / 10
Muy bueno.
Otras reseñas de Madonna:
pesimo viejo...oi las 2 canciones que estan en el blog y me dio verguenza ajena. una sesentona trantando de sonar joven y con unas bases dignas de los peor que la musica actual, si asi se puede llamar pueden ofrecer. Saquese la polera de fan y vea que esto es un bodrio.
ResponderEliminarcomo se atrevio a hacer un dueto con Maluma, es el colmo para una artista de su talla
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