martes, 22 de febrero de 2011

Radiohead: The King Of Limbs (2011)

"En su mayoría, intentos de canciones..."

A cuatro años de la edición de In rainbows era completamente esperable el que este 2011 tuviésemos nuevo disco de Radiohead. Ahora, lo que si resultó ser una completa sorpresa fue el encontrarnos un lunes 14 de febrero por la mañana con la noticia de que en cinco días el álbum se comenzaba a vender vía internet en sus distintos formatos. La estrategia comercial fue exitosa: toda la semana se habló y especuló acerca del lanzamiento y finalmente fue el día 18 cuando tuvimos frente a nuestros ojos el vídeo del primer single del disco: "Lotus flower" y las interrogantes no se dejaron esperar ... ¿Donde está la banda? , ¿No suena a tema solista de Thom Yorke? , ¿Vendrá todo el disco en la misma linea? , ¿De cuál estará fumando este tipo?.

No tardamos demasiado en oír el disco completo y salir de toda duda: Radiohead vuelve a optar por el riesgo y se juega el pellejo editando un disco que choca en absolutamente todos los sentidos con lo que la mayoría esperaba de ellos. Y es que luego de un disco tan convencional (brillantemente convencional, digámoslo) como fue In rainbows lo más sencillo habría sido quedarse ahí, jugar con algo similar y seguir disfrutando del éxito obtenido. Yo creo que nadie se hubiese quejado si es que nos encontrábamos con otro álbum repleto de buenas y sencillas canciones. A diferencia de esto recibimos un disco que confunde por completo y en donde la primera pregunta que se te viene a la cabeza es precisamente...¡¿donde están las canciones?!

Lo primero que llama la atención en The king of limbs es su duración, sólo ocho canciones en 37 minutos, el álbum más corto en la carrera de la banda. Lo segundo, la ausencia casi total de temas con estructuras tradicionales. Lo tercero, la (lógica) similitud entre el sonido de este trabajo y algunos pasajes de The eraser (2006), el disco solista desarrollado por Thom Yorke. Sea como sea, The king of limbs es un disco de aquellos que requieren algo de tiempo para ir comprendiendo y valorando.

La partida de este la oímos con "Bloom". Una batería que marca un paso incesante, acompañada de una serie de teclados que junto a la voz de Yorke entregan un aire hipnótico al tema. No hay, como mencionaba anteriormente, estructuras reconocibles acá, sólo una secuencia que se repite durante cinco minutos. El complemento aparece con "Morning Mr Magpie", otra pieza que funciona en dirección similar a "Bloom", con la diferencia de que esta vez se insinúa una tímida guitarra a lo largo del tema. La monotonía del comienzo de disco se rompe un tanto con la aparición de "Little by little", un buen juego de percusiones y secuencias electrónicas. Nos encontramos frente a la primera canción de este en donde sentimos (¡al fin!) a la banda presente. Buen momento pese a que siento que le falta fuerza a la composición. "Little by little " me deja esa sensación de no ser una canción plenamente explotada.

Los tres minutos de "Feral" cierran la primera parte del álbum. Una sección instrumental que me recordó un tanto esos juegos que la banda realizó en "Kid A" (la canción), logrando un mayor éxito aquella vez eso si. Acá me vuelvo a quedar con la sensación de que no agarra nunca fuerza el tema y no se termina entendiendo hacia donde pretende ir la banda con el experimento.



Suena entonces la ya mencionada "Lotus flower". Elegante, delicada y bien armada. Con un Thom Yorke que esta vez se luce en un constante agudo y un acompañamiento entre teclados que entregan en todo momento una atmósfera inspirada y desatada. No es un tema tradicional dentro de la discografía de Radiohead pero claramente fue escogido como primer sencillo dada su reconocible estructura. Tras esa primera parte algo débil, The king of limbs vive su mejor instante con "Lotus flower" y la siguiente: "Codex". Quizás el único tema de todo el álbum que responde a lo que esperaríamos de esta banda, una balada de piano muy similar a joyitas que la agrupación ha trabajado en el pasado. Precioso momento aunque nuevamente nos preguntamos con justificada razón ... ¿Es esto un disco de Radiohead o una patriada de Yorke? Y es que no recuerdo otro álbum de la banda en donde su protagonismo fuese tan palpable (se extraña muchísimo a Jonny Greenwood) y donde sintiésemos tal nivel de ausencia de guitarras, bajos y de la banda en general.


Se acerca el final del disco y suena "Give up the ghost", otro tema es delicado donde el vocalista  maneja bien la interpretación mientras una guitarra acústica marca el tiempo durante su duración, fuera de una serie de bases entran al tema poco a poco. Un experimento delicioso, aunque debo comentar que en vivo le sacaban muchísimo más provecho que en esta versión de estudio.

Y el final llega con "Separator", la que junto a "Codex" vienen siendo las únicas dos que perfectamente podrían haber sido incluidas en In rainbows y nadie se extrañaba. Una canción más corriente que destaca por la sutileza de sus arreglos y ese final que repite una y otra vez "si crees que esto termina estás equivocado", linea que ha hecho suponer a muchos que The king of limbs es sólo la primera parte de un trabajo que sería complementado con un disco próximo a editarse (nada confirmado por supuesto, sólo ideas locas de fans).

Siempre vienen bien las agrupaciones que arriesgan lo que tienen en lugar de jugar a la segura. La sensación acá es que han intentado repetir la experiencia Ok Computer + Kid A , es decir, un disco "de canciones", aclamado por la crítica, seguido de uno alternativo y experimental (la salida de un nuevo álbum en el corto plazo se correspondería a esta teoría ya que en aquella ocasión la banda editó Amnesiac un año luego de Kid A) . Tengo mis dudas, sin embargo, respecto a si esta vez lograrán salirse con la suya pues el nivel claramente no está. Ni individual ni colectivo. 

Y es que le falta algo a este álbum. La primera parte es muy débil y cuando el disco comienza a entusiasmarnos... se acaba. Faltaron, al menos, un par de buenos temas que le entregasen un ritmo más constante al trabajo, el cual siento que nunca explota, carece de un clímax y cuenta con demasiados experimentos que funcionan como intentos de canciones pero no llegan a ser tales, aquello en un disco tan corto me parece fatal (si de 8 canciones al menos 3 no funcionan, estamos hablando de demasiado). Nos quedamos esperando entonces el siguiente paso de la banda. Yo jugaría mis fichas a que se nos viene un disco de carácter más tradicional.

6/10
Bueno, cumple...


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