"Invitación a respirar y despeinarse..."
Once canciones componen por tanto el disco y en todas Foals se olvidan de la estridencia de sus antecesores, también de la profundidad, entregando un conjunto ameno de llevar donde la dinámica es protagonista. Aquello funcionará en toda la partida, cuando cosas como 'Life is yours' (la canción) pero sobre todo 'Wake me up' + '2 am' + '2001' busquen el impacto mediante una lógica bailable que nos retrae a las guitarras de fines de los años setenta y comienzo de los ochenta, con evidentes guiños funkeros/disco a artistas tipo Prince o Chic. Ahora, lo interesante acá es que por más que Foals miren hacia otros lugares buscando inspiración y renovación, siguen sonando a ellos mismos, continúan expresando una identidad marcada a fuego en canciones como 'Looking high' o 'Under the radar', que son la prueba palpable de lo grande que es esta banda. Y si, que en 'Flutter' o 'Crest of the wave' no nos dicen demasiado pero de todas formas lo perdonamos considerando los desatados diez minutos finales que se viven en 'The sound' + 'Wild green'.
Es cierto, para ser un disco liviano no han podido encontrar hits o canciones particularmente recordables (quizás en '2001' es cuando más se acercaron), pero es que para eso tendrían que disfrazarse de otra cosa. Con su séptimo disco Foals nos invitan a vivir el momento, dejar que todo fluya y pasárnosla bien, pero sin ellos olvidarse de quienes son. El tiempo dirá si se asentarán acá o únicamente han querido salir a tomar aire, por lo pronto, el disco sin deslumbrar, se disfruta. Siguen siendo una de las bandas más interesantes y creativas de los últimos quince años, aunque el mundo no se entere...
¿Canciones? 'Wake me up', '2 am' y '2001'.
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