"Sólido y coherente. Así si ..."
El sexto álbum de Kula shaker juega con el concepto religioso en una especie de misa cristiana dirigida por el mismísimo Crispian Mills y amenizada por una serie de canciones capaces de sostenerse tanto en lo individual como colectivo. Y si, que el tiempo no pasa en vano, por lo que el vocalista luce (y se le oye) algo quebrado, su voz ha perdido potencia, lo cual ha mermado de cierta forma la garra del sonido Kula Shaker, siendo aquel elemento es el que probablemente más extrañemos en sus recientes trabajos. Ya no hay más 'Knight on the town'/'Grateful when you're dead' o idas de olla estilo 'Govinda'/'Mystical machine gun' en los discos de la banda, sin embargo, pese a dichas limitantes las canciones están, con un nivel que no les oíamos desde hace bastante.
De esta forma, a lo largo del álbum (que es doble, llegando a los sesenta minutos de duración) encontramos un grato equilibrio, entre momentos de rock contundente y otros más reflexivos. 'Whatever it is (I'm againts it)' funciona como apertura, con el característico tándem teclados + guitarra (so Deep Purple) que se hace presente también en 'Hometown' (con guiño a la clásica 'Lazy' en el 2:30), en la soberbia '108 ways to leave your narcissist' (de vibra sesentera y siendo de lo poco del álbum donde las guitarras se desatan) o 'Don't forsake me' (quizás el ejemplo más claro de lo justito que va Mills de voz en este disco, haciendo simplemente lo que puede pero dejando el tema a medio quemar). De igual forma los sonidos espirituales/personales aparecerán en las excelentes 'Burning down', 'Love in separation' o en la psicodélica 'After the fall, Pt.1' (que nos deja con gusto a poco dada su breve extensión), mientras que en 'Gingerbread man' o 'Where have all the brave knights gone' girarán hacia un rock light más melódico.
Mención aparte merece la recta final del álbum, que lejos de dedicarse meramente a rellenar con temas insustanciales encuentra los dos momentos más profundos y desatados en el trabajo, primero con 'The once and future king' (que es un exquisito mix entre 'Five years' de David Bowie y 'Eclipse' de Pink floyd, y cuyo solo nos deja pidiendo por más) y luego con los más de seis minutos de 'After the fall, Pt 2 & 3', dejándonos así un álbum pensado y cuidado al detalle, que muestra efectivamente a Kula shaker entregando su mejor trabajo en largos largos años. Ni idea si habrá sido la falta de presión o el ya no tener nada que perder, el caso es que este presente si se encuentra a la altura del sub valorado legado de los ingleses. Así si...
¿Canciones? '108 ways to leave your narcissist' , After the fall, Pt.1', 2 & 3' y 'The once and future king'.
¡Muy bueno!
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