“Exceso de almíbar..."
No hay más Marina & the diamonds. Nos lo anunció ella misma meses atrás vía redes sociales comunicando que ahora sería simplemente Marina quien en 2019 volvería a nosotros con un álbum doble titulado Love & Fear, cuya primera parte acaba de llegar a nosotros hace unos días pero del que tuvimos adelanto meses atrás mediante el lanzamiento de ‘Baby’, aquel tema con aires caribeños que Marina interpretó junto a (believe it or not) Luis Fonsi y que en algunos de nosotros sembró más dudas que certezas. Desde aquel instante las intenciones fueron declaradas: se nos venía encima un giro evidente hacia la radio fórmula, alejándose del elegante pop trabajado en álbumes como Froot (2015) o Electra heart (2012), asunto que se ha acabado por confirmar con Love entre nosotros.
Nos encontramos de esta forma con ocho canciones que optan por estructuras y arreglos mucho más simples que lo habitual pero que curiosamente no poseen el efecto adictivo que si encontrábamos en sus discos anteriores además de dar señales de cierta confusión a la hora de armar el listado de temas. Y es que el disco abre con 'Handmade heaven', una excelente balada que logra equilibrar ese sonido moderno que supongo Marina buscaba en 2019 con una composición e interpretación sensible e intensa, sin embargo tan pronto esta acaba aparecerá una seguidilla de temas pop pasados por almíbar que sin ser un desastre carecen totalmente de la elegancia de viejas glorias de la vocalista como 'Primadonna', 'How to be a heartbreaker' o la mismísima 'Froot', me refiero a la pasada por 'Superstar', la veraniega 'Orange trees' y la ya mencionada 'Baby'.
Posteriormente el álbum dará un pequeño giro de arrepentimiento dando paso a 'Enjoy your life' + 'True', breve paréntesis de buen pop que en el global acaba siendo lo mejor que contiene el disco, aunque insisto: cualquiera de estas dos sería un tema de relleno en Froot. Finalmente (si, que el disco es cortísimo) nos encontraremos con la apuesta sensible del álbum, que es 'To be human', la cual jamás se acerca siquiera a las cotas emocionales que la artista alcanzó alguna vez en 'I'm a ruin' o 'Happy', para cerrar con el relleno insustancial que es 'End of the earth'.
La jugada de Marina Lambrini Diamandis en Love es comprensible, no la vamos a juzgar, que la ambición de cualquier artista de pop es sonar hasta la verdulería de la esquina y aquello Marina, por más talentosa que haya demostrado ser hasta ahora, no lo ha logrado. Sin embargo, en la idea de volver más accesible su sonido la vocalista ha perdido identidad, además de no encajar ningún gancho realmente potente. No queda más que esperar que Fear (que verá la luz dentro de un mes) mejore la experiencia...
2.5 : Nada muy especial... |
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