"Vitalidad a toda prueba..."
De una u otra forma hemos venido sabiendo de David Byrne durante los últimos años, colaboraciones varias (junto a Fatboy slim o St.Vincent por mencionar dos a la mano) le han permitido al escocés (de nacimiento, aunque nacionalizado estadounidense) el mantenerse vigente frente a nuestros oídos y de paso continuar alimentando su siempre espíritu inquieto, el cual se ve expuesto en American utopia, su más reciente y notable álbum, que lo trae de regreso tras catorce años sin un trabajo firmado únicamente por él.
De esta forma, American utopia aparece frente a nosotros como un disco por sobretodo necesario, que revitaliza la obra del artista ante las nuevas generaciones gracias a su sonido elegante y sofisticado pero que en ningún momento recurre a la pedantería instrumental para convencer. Byrne conjuga entonces elementos electrónicos con constantes juegos de percusiones (quienes enganchan con el legado de Talking heads sin duda disfrutarán de este disco) que logran generar un conjunto bastante ameno y que desde la partida se muestra dispuesto a jugar e incluso a reírse de si mismo. 'I dance like this' es la prueba, que con su sonido frío y maquinal en los coros se presta para lanzarse con una dinámica divertida en los conciertos (por cierto, la propuesta visual que el vocalista está presentando en esta gira da que hablar), mientras que canciones como 'Gasoline and dirty sheets' o la exquisita 'Every day is a miracle' engancharán totalmente con el sello clásico del artista, conquistándonos de inmediato. En ese equilibrio entre nostalgia y modernidad también se moverán temas como 'It's not dark up here' o 'Everybody's coming to my house', que destacan por su dinámica, la cual se contrapondrá a pasajes más oscuros y experimentales como los vividos en 'Dog's mind', 'That is that' o la sensacional 'Doing the right thing', de lo mejor del disco.
Y así, pizcas de diversos mundos son las que David Byrne llega a ofrecernos en American utopia, un trabajo que quizás apuesta a seguro en gran parte de su trámite pero que de todas formas se sitúa como una obra interesante, ejecutada con precisión y por sobretodo inquieta. En definitiva, uno de los buenos discos que oiremos en este 2018.
4.0 // Excelente! |
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