"Llevando la experiencia al límite y al sobre cargo ..."
A dos años de la edición de Vulnicura, registro donde Björk decidió plasmar y exponer su dolor frente a su (ya no tan) reciente separación, la islandesa regresa con ánimos renovados, en un tono más optimista aunque musicalmente dando continuidad al camino que viene recorriendo desde hace un buen rato. Se entiende por tanto este Utopia como una perfecta segunda parte de Vulnicura, una donde desea mostrar un presente esperanzador y en donde el dolor ha servido como vía para la superación, así expresa de hecho en la letra de 'The gate': "Mi sanado pecho herido . Transformado en una vía donde recibo amor, donde entrego amor...", pieza clave para entender el décimo álbum de la vocalista.
No lo vamos a descubrir hoy: Björk es una artista que se encuentra por sobre el bien y el mal. Nos podrán gustar más o menos sus recientes trabajos pero nadie puede negar a estas alturas su categoría de artista completamente genuina. La islandesa lleva un tiempo importante escribiendo para si misma (ya son tres álbumes en una misma línea), utilizando su música como terapia de crecimiento, sin realizar concesiones y trabajando bajo estándares propios. El problema es que ahí cuesta mucho seguirla, las canciones no están, todo es exploración, desate creativo y excesos por doquier. Aspectos que en Utopia se han llevado al límite, fuera de trabajar un sobre cargo en materia de arreglos que en esta ocasión hacen más difícil de captar la experiencia.
De esta forma en 'Arisen my senses' encaja sobre cuerdas lineas vocales que van siempre a destiempo, en 'Blissing me' o en los diez minutos de 'Body memory' se suceden monotonamente una serie de estrofas sobre delicados arreglos, en 'Utopia' (la canción) la vocalista intercala en medio de flautas y ruidos de pájaros unos cuantos versos + coros donde cuesta encontrar cuando terminan unos y comienzan otros, y así, tema a tema el viaje se muestra tan honesto como desafiante con el auditor. Olvídense de las estructuras tradicionales y "canciones" como tal, Björk ha vuelto a regalar una propuesta que no sabe de convencionalismos.
De esta forma en 'Arisen my senses' encaja sobre cuerdas lineas vocales que van siempre a destiempo, en 'Blissing me' o en los diez minutos de 'Body memory' se suceden monotonamente una serie de estrofas sobre delicados arreglos, en 'Utopia' (la canción) la vocalista intercala en medio de flautas y ruidos de pájaros unos cuantos versos + coros donde cuesta encontrar cuando terminan unos y comienzan otros, y así, tema a tema el viaje se muestra tan honesto como desafiante con el auditor. Olvídense de las estructuras tradicionales y "canciones" como tal, Björk ha vuelto a regalar una propuesta que no sabe de convencionalismos.
En materia de arreglos el álbum está marcado por la presencia de un conjunto de flautas, arpas y los beats desencajados de Arca, artista venezolana que ya había colaborado con Björk en Vulnicura pero que en esta ocasión ha adoptado mayor protagonismo tanto en la creación como grabación de Utopia, de hecho, comparte créditos en prácticamente todo el disco. La asociación me parece rinde buenos frutos pasando el nudo del trabajo (para quienes logren llegar ahí, claro), cuando en temas como 'Courtship' o 'Losss' la electrónica se funde entre explosiones en absoluta naturalidad con vientos y sonidos, aunque también cabe comentar que al disco le sobran minutos y por ratos largos cae en el sobre cargo de almíbar, canciones como 'Sue me' (donde se lanza sin asco y sin pudor contra su ex) , 'Claimstaker' o 'Future forever' redundan demasiado volviendo el álbum difícil (¡más aún!) en su recta final.
En definitiva: honesta, visceral, atrevida, única... aunque inaccesible. En 2017 Björk lleva la experiencia de Vulnicura mucho más allá de lo imaginable pero siempre en un contexto donde la artista dialoga únicamente consigo misma. Utopia nos deja la sensación de que en las latitudes donde ha decidido moverse, muy lejos del pop y estructuras tradicionales, la islandesa se siente completamente libre y no parece por visualizar techo a la hora de experimentar, aunque muy pocos puedan seguirla...
6,5 / 10
Cumple, y algo más...
Otras reseñas de Björk:
2015 // Vulnicura
2011 // Biophilia
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