Tiene mérito el que a estas alturas del partido un eterno como Robert Plant insista en crear y proponer. Claro que lo tiene. ¡No tendría porque! Sin embargo, tal parece su espíritu inquieto no le permite estancarse en el recuerdo y la nostalgia por lo que cada ciertos años el hombre insiste en seguir construyendo su leyenda. Nos entrega de esta forma la continuación del notable Lullaby... and the ceaseless roar, uno de los mejores álbumes que oímos en aquel 2014 y por cierto, uno que seguro figurará a futuro entre sus trabajos en solitario más destacados.
En ese sentido, Carry fire funciona en una linea similar a su antecesor, construyendo melodías sobre atmósferas ligeras y volátiles. Sus mejores momentos, de hecho, los logra cuando Plant logra con calma emocionarnos, lo hace en la preciosa 'Season's song', en 'Dance with you tonight' (cuando el vocalista eleva el registro en el minuto final, que decir, piel de gallina) o en la exquisita calma de 'A way in words'. Todos estos segmentos, que sin ninguna duda se cuecen a fuego lento, se combinan con pasadas más cargadas a las guitarras, como 'New world' o 'Bones of saints' (mi favorita del álbum), sus siempre tradicionales aires orientales en 'Carry fire' (la canción), el folk de 'The may queen' o esas notables influencias bluseras apreciables en 'Keep it hid'. Todo bien construido, con un sello absolutamente característico, aunque claro, inmerso en la cadencia y calma de un hombre que roza los setenta años de vida, lo cual podría agotar a más de algún auditor.
En definitiva, independiente de que canciones funcionen con cada cual, el aspecto por paliza más positivo que entregan los sesenta minutos de Carry fire, es el constatar lo vivo que se encuentra Robert Plant. Podría estar girando eternamente junto a Led Zeppelin, o componer emulando el sonido de su mítica banda, a diferencia de dicho camino fácil, el vocalista continúa optando por la sorpresa y la creación. Que decir, un eterno con mayúsculas.
7/10
Muy bueno.
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