Boys just wanna have fun.
Velociraptor (2011) fue un trabajo que en cierto modo de regreso una faceta más regular por parte de Kasabian, aunque también transmitió la idea de que en aquella linea resultaba difícil de superar sin caer en la repetición o la monotonía. Tal parece que los británicos así también lo han entendido por lo que para esta nueva entrega han optado por destrabar las tensiones editando el disco más ligero y divertido de su carrera. Lo interesante es que pese a jugar en terrenos ajenos, la vuelta de tuerca les ha quedado bien, 48:13 está lejos de ser un álbum desechable y logra, pese a caer en varios errores no forzados, dejar (una vez más) bien parada a una de las agrupaciones más talentosas de la última década.
El título (que no es más que la duración del álbum) y esa horrible portada son señales potentes que van en una sola dirección: los tipos esta vez no se han complicado un segundo siquiera. Y aquella distensión, que marca por completo el trámite de 48:13, funciona para bien y para mal, muestra a una banda pasándosela bien, entregando un puñado de canciones alegres, contagiosas y agradables pero al mismo tiempo falla en su regularidad y terminaciones. Hay momentos en que hubiésemos deseado que se lo tomasen algo más en serio.
La búsqueda de un sonido directo, plagado de estructuras dinámicas e himnos de estadio se aprecia desde un comienzo, los "Everybody now! yeah! yeah! yeah!" que abundan en "Bumblebee" chocan en un inicio pero se acaban disfrutando, sobretodo gracias a que estos se complementan de manera impecable con las contagiosas melodías de "Stevie", "Doomsday" o "Treat", en todas ellas reconocemos a los Kasabian de siempre aunque embalsamados por una producción que en tono de fiesta lleva bastante bien el asunto. Por cierto, es imposible continuar sin referirse de manera especial a "Treat" y esos últimos tres minutos que a la Depeche mode encuentran el mejor momento del álbum.
En esta primera parte, y pese a que las cuatro primeras están muy bien, existen asuntos que comienzan a no cuadrar, como por ejemplo dos instrumentales que realmente no se entiende a que van y que solo aparecen para entorpecer el ritmo del álbum. Algo parecido ocurre en el nudo de este con "Glass" y "Explodes", diez minutos que pretenden hacer una pausa en el disco pero acaban siendo demasiado densos y restando más que sumando (la primera está bien pero la segunda sobra). Para el final esta irregularidad volverá a hacerse presente, un instrumental de aires orientales titulado "(levitation)", luego "Clouds", un medio tiempo cargado de guitarras que trae a los Kasabian tradicionales, la fiesta que regresa gracias a la sensacional "Eez-He" y todo termina con dos que nuevamente miran hacia el pasado, "Bow" y "S.P.S" (esta última nuevamente sobra). Mucho ida y vuelta que funciona a ratos pero en otros acaba dejando rastros de un trabajo que posee potencial pero tropieza a causa de su irregularidad.
No me parece 48:13 un trabajo forzado si no más bien el paso natural de una banda que necesitaba sacudirse un poco de la seriedad y los ambientes densos de sus anteriores albumes. La intención es loable y a momentos obtiene buenos resultados, el problema ha sido la falta de regularidad, a este disco le sobran casi quince minutos de música y aquello no es poco. De todas maneras sigue Kasabian encontrando buenas canciones, ya sea jugando con la psicodelia, las guitarras o como en este caso pasando un buen rato con los teclados y la electrónica. Los tipos siguen sobre la media sin entregar hasta ahora un disco mediocre. Todo un mérito.
6 / 10
Bueno, cumple...
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