miércoles, 2 de julio de 2014

Kasabian: 48:13 (2014)

Boys just wanna have fun.

Velociraptor (2011) fue un álbum fantástico, uno de los mejores de aquel año y un trabajo que en aquella linea resultaba difícil de superar sin caer en la repetición o la monotonía. Tal parece que los británicos de Kasabian así también lo han entendido por lo que para esta nueva entrega han optado por destrabar las tensiones editando el disco más ligero y divertido de su carrera. Lo interesante es que pese a jugar en terrenos ajenos, la vuelta de tuerca les ha quedado bien, 48:13 está lejos de ser un álbum desechable y logra, pese a caer en varios errores no forzados, dejar (una vez más) bien parada a una de las agrupaciones más talentosas de la última década.

El título (que no es más que la duración del álbum) y esa horrible portada son señales potentes que van en una sola dirección: los tipos esta vez no se han complicado un segundo siquiera. Y aquella distensión, que marca por completo el trámite de 48:13, funciona para bien y para mal, muestra a una banda pasándosela bien, entregando un puñado de canciones alegres, contagiosas y agradables pero al mismo tiempo falla en su regularidad y terminaciones. Hay momentos en que hubiésemos deseado que se lo tomasen algo más en serio.

La búsqueda de un sonido directo, plagado de estructuras dinámicas e himnos de estadio se aprecia desde un comienzo, los "Everybody now! yeah! yeah! yeah!" que abundan en "Bumblebee" chocan en un inicio pero se acaban disfrutando, sobretodo gracias a que estos se complementan de manera impecable con las contagiosas melodías de "Stevie", "Doomsday" o "Treat", en todas ellas reconocemos a los Kasabian de siempre aunque embalsamados por una producción que en tono de fiesta lleva bastante bien el asunto. Por cierto, es imposible continuar sin referirse de manera especial a "Treat" y esos últimos tres minutos que a la Depeche mode encuentran el mejor momento del álbum.

En esta primera parte, y pese a que las cuatro primeras están muy bien, existen asuntos que comienzan a no cuadrar, como por ejemplo dos instrumentales que realmente no se entiende a que van y que solo aparecen para entorpecer el ritmo del álbum. Algo parecido ocurre en el nudo de este con "Glass" y "Explodes", diez minutos que pretenden hacer una pausa en el disco pero acaban siendo demasiado densos y restando más que sumando (la primera está bien pero la segunda sobra). Para el final esta irregularidad volverá a hacerse presente, un instrumental de aires orientales titulado "(levitation)", luego "Clouds", un medio tiempo cargado de guitarras que trae a los Kasabian tradicionales, la fiesta que regresa gracias a la sensacional "Eez-He" y todo termina con dos que nuevamente miran hacia el pasado, "Bow" y "S.P.S" (esta última nuevamente sobra). Mucho ida y vuelta que funciona a ratos pero en otros acaba dejando rastros de un trabajo que posee potencial pero tropieza a causa de su irregularidad.

No me parece 48:13 un trabajo forzado si no más bien el paso natural de una banda que necesitaba sacudirse un poco de la seriedad y los ambientes densos de sus anteriores albumes. La intención es loable y a momentos obtiene buenos resultados, el problema ha sido la falta de regularidad, a este disco le sobran casi quince minutos de música y aquello no es poco. De todas maneras sigue Kasabian encontrando buenas canciones, ya sea jugando con la psicodelia, las guitarras o como en este caso pasando un buen rato con los teclados y la electrónica. Los tipos siguen sobre la media sin entregar hasta ahora un disco mediocre. Todo un mérito.

3 / 5
Bueno, cumple!



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