"Desfachatez e irreverencia..."
En dicho sentido, la vocalista Rhian Tiasdale sabe meterse muy bien en el personaje que aborda el álbum. Su manera de vocalizar es por lo general ruda, acudiendo habitualmente a relatos hablados y susurros por lo que no cuesta oírla e imaginar a esa mujer de apariencia dulce pero tremendamente arisca, una mujer que no dudará a la hora de sacar las garras (algo de eso hay en la portada), algo que se expresa perfecto en una canción como 'Catch these fists', por ejemplo, donde se aborda el acoso que una mujer puede llegar a vivir en una disco ("Ocurre siempre tarde de noche / Algunos tipos vienen y me dicen que soy su tipo...") , aunque ojo, lejos de quedarse en la victimización el relato va directo al choque ("Sé bien como eres / Yo no quiero tu amor / Solo quiero pelear..."). De igual forma, más adelante en 'Mangetout' encontraremos también momentos que derrochan empoderamiento ("Dices que soy bonita , que quieres cogerme / Lo sé, gran parte de la gente también lo quiere..."), sin embargo, estos pasajes se equilibrarán con amplias referencias románticas en canciones como 'CPR', 'Liquidize' o la dulce 'Don't speak', aunque claro, siempre con simpáticas dosis de humor ("Seré tu Shakira / Whenever, whenever / Nunca te dejaría varado en una isla / Tu sabes, te apretaría más firme que una pitón..." - se expresa en 'Davina McCall'), generando un conjunto que se deja oír sin problemas, que en su recta final se entregará a dulces melodías en 'Pokemon' así como a guitarras en 'Pillow talk'.
Puede que les sigan faltando a Wet leg canciones algo más ambiciosas musicalmente hablando, canciones que alcancen cotas de mayor intensidad. Puede ser. Quizás a futuro vayan por ellas o quizás se conformen con este espacio seguro que han sabido construir. Como sea, su segundo álbum consolida todos los elementos que impactaron de buena forma en el debut.
¿Canciones? 'CPR', 'Catch these fists' y 'Mangetout'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario