"Viaje sensorial..."
Siendo claros: si alguien busca guitarras o peso, para eso tiene discos recientes de la banda como Petrodragonic apocalypse... (2023) o Flight b741 (2024), pero esto va por un lado completamente diferente. Esto se aprecia con claridad desde la partida, 'Phantom island' (la canción) entra con un misterioso piano para lentamente ir dando paso a trompetas, flautas y una aparición absolutamente exquisita con la banda en pleno abordando una estructura cambiante con aires funkeros aunque de todas formas regalando un subidón rockero hacia su recta final. Si no es la canción del año, pega en el palo. Queda escrito. En adelante el disco planteará un camino siempre atrevido y cambiante, planteando las guitarras más alegres del disco en 'Deadstick' (que me ha recordado en algo al Paul McCartney de la era Wings), coqueteando con oriente en la genial 'Lonely cosmos', poniendo énfasis en el divertido relato de 'Eternal return' o trayendo a Bowie al presente en 'Aerodynamic'.
Por supuesto que en su propuesta el disco siempre rondará el sobrecargo, ahí tienes como ejemplo a 'Spacesick' o toda la recta final, por lo que inevitablemente el trayecto se podría volver pesado para muchos (aún siendo un disco corto, de solo diez temas), pero bueno, es la historia de una banda que con todos sus pros y contras continúa luciendo inagotable. Es cierto que salvo en su partida, este Phantom island no parece alcanzar cotas tan brillantes pero vamos, que han vuelto a regalar una propuesta colorida, atrevida y multifacética.
¿Canciones? 'Phantom island', 'Lonely cosmos' y 'Eternal return'.
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