"Vuelta a lo simple..."
Desde un comienzo por tanto notaremos por donde van los tiros, 'Palacio de hielo' abre con Javiera desnuda junto a una sutil guitarra para luego ir incorporando a la banda pero siempre de manera contenida, algo que volveremos a oír en la preciosa 'Na na na' (con unos toques orientales bastante envolventes) o en entrando en la recta final del disco mediante las acústicas 'Volver a llorar' o 'Mar de coral', esto a diferencia de cosas como 'Pez en el agua', 'Reina de la selva' o 'Esta ciudad', momentos en donde ciertos toques de sensualidad dicen presente ante dinámicas que invitan inevitablemente al baile, aunque claro, jamás con el desate de antaño. En el camino 'Claro de luna' apuntará al medio tiempo pop entre guitarras acústicas mientras que 'Absurda' contará con los arreglos más retro del trabajo (genial y divertido ese: "Y lloro, y mi gata me mira con cara de absurda...") , armando así un conjunto sencillo (son solo treinta y un minutos), de bajas ambiciones pero que centra su solidez en la contundencia melódica.
Inmersión de Javiera Mena transmite la sensación de ser ese álbum que todo artista necesita para detenerse a respirar y ganar tiempo, una especie de punto seguido en su historia. No decepciona, sin embargo, y funciona desde el minimalismo debido a que las canciones están, las estrofas + coros logran darle realce a letras simples pero simpáticas. Lo más importante es que la vocalista parece haber encontrado un camino regular y de nivel.
¿Canciones? 'Na na na', 'Reina de la selva', 'Esta ciudad'.
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