Mi padre tiene 71 años. Vivió la muerte de Lennon, Hendrix, Jim Morrison, Elvis o Freddie. Existía, sin embargo, en aquellos años plena convicción de que tras ellos vendrían otros, que habría un recambio. Y así efectivamente fue. Vinieron luego los Cobain, Layne Staley, Chris Cornell, Vedder, Thom Yorke y tantos más. Ahora, sin embargo, no viene nada. Se están yendo uno a uno y cuando se haya ido el último simplemente no habrá más. Solo un doloroso silencio.
Ha muerto Ozzy. He pensado mucho estos días en aquel 1995 cuando con apenas catorce años le conocí gracias a Ozzmosis, aquel disco metió singles en la radio como 'Perry Mason' o 'See you on the other side' y aquello me permitió valorarle. Con los años fui yendo hacia atrás en su historia, supe de sus años ochenta y de lo inmenso que fue Black Sabbath. Entendí que fueron ellos quienes le metieron peso al rock transformando con ello el futuro. Que no habría metal como lo conocemos sin Ozzy + Black Sabbath.
Ozzmosis cumple treinta años de vida en este 2025, corresponde una reseña de aniversario pero no quiero forzar el homenaje. Llegará espero en septiembre u octubre como lo tenía planeado. Por ahora seguiré girando en círculos, tratando de imaginar este mundo en donde Ozzy Osbourne comenzará a ser solo un gigante recuerdo. Otro extinto dinosaurio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario