"Viaje reflexivo..."

El genio de
Steven Wilson compone obras como quien respira, y lo más increíble es que muchas de ellas van en direcciones opuestas. Incluso confusas. Sin ir muy lejos en estos cinco años lo hemos tenido explorando en aquel fallido
The futures bites (2021), retomando lugares comunes junto a
Porcupine tree en
Closure/Continuation (2022) y expandiendo ideas nuevamente en
The harmony codex (2023), todo un viaje lleno de idas y vueltas que no hacen si no confirmar el espíritu
inquieto de un artista ansioso por sacar de si todo lo que tiene, asunto que guarda directa relación con su forma de pensar.
"En términos de existencia en la tierra, llevamos aquí unos segundos en un día de 24 horas. Y aún así, tratamos al planeta como si fuese nuestro..." - ha afirmado recientemente
en entrevistas.
"La tecnología moderna nos ha vuelto muy narcisistas. Estamos obsesionados con nosotros mismos..." - también ha agregado. Es por todo esto que seguramente se ha enfocado esta vez en la publicación de
un álbum de tono conceptual que cuenta con una mirada reflexiva y existencial, un trabajo compuesto solo por dos piezas, desafío que también se había impuesto para esta ocasión.
"Volver a cuando comencé a escuchar música con discos que tenían una canción por cara, como Tubular bells de Mike Oldfield o In a silent way de Miles Davis" - ha contado.
Nos propone entonces el guitarrista un viaje cargado al pop espacial con momentos atmosféricos, algunas narraciones más una que otra fluctuación de intensidad, digamos, un trabajo que lo conecta con su arista más progresiva aunque en ningún caso buscando el lucimiento técnico si no más bien desarrollando texturas suaves que se dejen oír y donde el mensaje críptico del concepto es siempre protagonista. De hecho, salvo un par de breves momentos que aparecen en 'Objects outlive us' (la Cara A del disco, y ciertamente la mejor de las dos) son escasos los pasajes en donde Wilson busca algún tipo de explosión, siendo todo más bien calmo y reflexivo, digamos, un viaje de cuarenta minutos que para bien y para mal no molesta pero tampoco emociona demasiado.
¿Canciones? No tiene sentido destacar alguna, el disco es un continuo.
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