"Homenaje que continúa siendo de nivel..."
Como era de esperar por tanto, en Darkfighter la banda vuelve a regalar un cóctel de riffs contagiosos, en ocasiones abrazando la psicodelia, como hacen en la notable 'Mirrors', para luego desatarse en la dinámica 'Nobody wants to die', que es rock and roll directo a la vena, bajar las revoluciones yendo al medio tiempo eléctrico en 'Bird in the hand', 'Bright light' y en la contundente 'Guillotine' (de lo mejor del álbum con ese afilado coro + exquisito solo), o derechamente a la balada rock en 'Rapture'. El álbum por tanto va por donde esperábamos y cumple en su cometido, la producción es sucia, los temas breves (tres a cuatro minutos todos) y sin relleno alguno.
Rivals sons a día de hoy no tienen disco malo, realmente tomas cualquiera y cumple de sobra. En ese sentido, Darkfighter no llega para romper la racha. Es cierto que la banda continúa moviéndose en los márgenes de sus antecesores, muy en el nivel de lo que fueron Hollow bones (2016) y Feral roots (2019), es decir, discos que homenajean los cimientos del rock setentero, emulando a una serie de próceres de las guitarras, sin embargo, mientras el nivel continúe siendo este, bienvenidos serán.
¿Canciones? 'Mirrors', 'Guillotine' y 'Horses breath'.
2019: Feral roots
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