martes, 25 de julio de 2023

Rival Sons: Darkfighter (2023)

 "Homenaje que continúa siendo de nivel..."

Fue a comienzos de siglo cuando bandas como The white stripes o Queens of the stone age, entre otros, revitalizaron las guitarras y el rock setentero tras una década de los noventa cargada a la desprolijidad del grunge + incursiones electrónicas varias. Aquella revisión acabó por generar una ola post 2000 de bandas jóvenes que salieron a emular un sonido retro a punta de frenéticos riffs, siendo The strokes, Arctic monkeys, Franz Ferdinand o The hives algunos de los hijos más populares de aquella movida. En ese camino, Rival sons vendrían a ser nietos del movimiento (como también los recientes Greta van fleet), aquel que comenzó cincuenta años atrás cuando bandas como Led Zeppelin o Thin Lizzy pusieron las primeras piedras en un muro que increíblemente continúa cimentándose hasta el día de hoy. Los norteamericanos cuentan con siete álbumes bajo el brazo y una carrera sólida que debutó allá por 2009, llegan además tras un firme Feral roots (2019), y si bien la crítica con ellos siempre estará en que "no descubren nada nuevo", no se les puede negar el que álbum tras álbum continúan cumpliendo de sobra.

Como era de esperar por tanto, en Darkfighter la banda vuelve a regalar un cóctel de riffs contagiosos, en ocasiones abrazando la psicodelia, como hacen en la notable 'Mirrors', para luego desatarse en la dinámica 'Nobody wants to die', que es rock and roll directo a la vena, bajar las revoluciones yendo al medio tiempo eléctrico en 'Bird in the hand', 'Bright light' y en la contundente 'Guillotine' (de lo mejor del álbum con ese afilado coro + exquisito solo), o derechamente a la balada rock en 'Rapture'. El álbum por tanto va por donde esperábamos y cumple en su cometido, la producción es sucia, los temas breves (tres a cuatro minutos todos) y sin relleno alguno. 

Rivals sons a día de hoy no tienen disco malo, realmente tomas cualquiera y cumple de sobra. En ese sentido, Darkfighter no llega para romper la racha. Es cierto que la banda continúa moviéndose en los márgenes de sus antecesores, muy en el nivel de lo que fueron Hollow bones (2016) y Feral roots (2019), es decir, discos que homenajean los cimientos del rock setentero, emulando a una serie de próceres de las guitarras, sin embargo, mientras el nivel continúe siendo este, bienvenidos serán.

¿Canciones? 'Mirrors', 'Guillotine' y 'Horses breath'.

7,5 / 10
¡Muy bueno! 


Otras reseñas de Rival sons:
2019: Feral roots

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