"A la altura de la leyenda..."
Frente al anuncio de un nuevo trabajo de Immortal, esta vez sin Abbath en las voces, eran varias las preguntas que rondaban en el aire, sin embargo me parece todas podrían resumirse la siguiente idea: ¿podría haber vida para la banda sin el liderazgo de su mítico vocalista o nos encontraríamos más bien frente a una apuesta meramente comercial y fallida?
Lo cierto es que tras nueve años de silencio (recordemos que de 2009 data All shall fall) ha llegado a nosotros el noveno álbum de Immortal, trabajo dispuesto a derribar cuanto prejuicio pudiese existir en el ambiente. Y es que bajo la conducción en pleno de Demonaz (quien en esta ocasión ha asumido las voces además de composición + guitarras) y contrario a lo que se podría haber asumido, Northern chaos gods da muestras de enorme frescura y ciertos aires de renacimiento para Immortal.
La portada anticipa de alguna forma la idea de que nos encontraremos con un álbum que pretende rescatar la esencia de la banda, digamos, la clásica vuelta a las raíces pero incorporando la experiencia que entrega el paso de los años. Y aquí me quiero detener, ya que uno de los elementos que más he disfrutado de este disco ha sido la diversidad que presenta de la mano de un puñado de temas que enarbolan con fuerza la bandera del black pero al mismo tiempo poseen un tino tremendo tanto en la ejecución como en la dinámica que ostentan. Dicho en simple: habría sido esperable el encontrarse con un disco afilado y veloz que replicara la misma fórmula hasta el cansancio en el afán de "cumplir con los fans", sin embargo, el disco se pasea por distintos tiempos y ambientes, desprendiendo la sensación de que cada tema ha sido trabajado al detalle equilibrando técnica y tino.
La partida es feroz, por ejemplo, con 'Northern chaos gods' (la canción) que no da respiro y una 'Into battle ride' que es igual de violenta pero entrega matices gracias a una ejecución notable en batería. Posteriormente, 'Gates to Blashykh' bajará un tanto las revoluciones aportando un componente épico exquisito al álbum (es una de las mejores de todo el trabajo) y que se verá complementado de gran forma por la oscuridad de 'Glim and dark'. Este atinado ir y venir volveremos a vivenciarlo en la pasada por 'Called to ice', una cabalgata en donde Immortal vuelve a acelerar los tiempos, seguida de la monumental 'Where mountains rise', otra en donde la épica es absoluta protagonista.
Para el cierre, dos temas más, alcanzando la cifra ideal. Siempre he pensado que cualquier disco que posea cierto grado de complejidad en su apuesta debería rondar los ocho temas, que el resto es redundar, por lo que en gracia me cayó el finalizar el viaje con la agresividad de 'Blacker of worlds', otra dispuesta a no dejar títere con cabeza, y los soberbios nueve minutos de 'Mighty Ravendark', los cuales cerrarán de gran forma un disco que se instala como una de las gratas sorpresas que nos dejará 2018.
En términos técnicos, fuera del aporte esencial ya mencionado de Demonaz en composición, guitarras e impecables vocalizaciones, la formación se ha completado con un descomunal Horgh en batería y Peter Tagtgren (Hypocrisy, Lindemann) en bajo, además de la producción del álbum. El resto ha sido sentimiento, respeto y talento, aspectos que relucen a lo largo de este excelente disco cuyo principal mérito es colocar a Immortal con su música nuevamente en el centro del debate, como siempre debió ser.
4.0 // Excelente! |
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