"De culto..."
Tiempo atrás mencionaba en la reseña de aniversario para Dopádromo (1996) la categoría única en la que Babasónicos se enmarcó durante su primera década de existencia, período donde la banda se mostró valiente e inquieta como realmente pocas. Es cierto que los noventa se prestaban para aquello (tuvimos muchas agrupaciones que arriesgaron el pellejo y transgredieron límites constantemente) pero estos argentinos entraron con todo y gracias a dos o tres discos lograron ganarse el respeto de muchos, aunque claro, no así la masividad, recién con la edición en 2003 de Infame, y gracias a singles como 'Irresponsables' o 'Putita', fue que Babasónicos abandonó el anonimato y dejó de ser una banda de nicho. Y es que la miel no está hecha para el asno, eso bien lo sabemos...
El caso es que tras ese bicho raro de 1996, y tan solo un año más tarde, la banda se despacharía una joya de culto: Babasónica, su álbum más denso, oscuro y duro a la fecha. Basta oír de hecho los primeros acordes de 'Egocripta', primer sencillo promocional además con que contó el disco, para anticipar lo que oiremos el resto del trabajo: guitarras pesadas, una producción poco cuidada y líricas plagadas de referencias satánicas. En la producción me quisiese detener, ya que me parece es el gran punto negativo con que cuenta este álbum y que a causa de su suciedad no permite que este sea disfrutado como corresponde, Babasónica suena excesivamente ruidoso cuando aparece la distorsión y aquello lamentablemente entorpece el trámite, particularmente en temas como 'Delnitro' o 'Calmado, matamos al venado', que realmente suenan espantosos, lo cual insisto, es una lástima, ya que las canciones están... y son tremendas.
Pero vamos a ellas, donde a diferencia del antecesor Dopádromo (que mostraba gran diversidad en materia sonora) esta vez la gran mayoría se muestran cohesionadas sobre un concepto: las guitarras duras. Fuera de la ya mencionada 'Egocripta' nos encontramos con una serie de temas de rock muy directo como 'Seis vírgenes descalzas' (a la altura de otras joyas de la banda como 'Su ciervo' o 'Viva Satana'), la psicodelia de 'Demonomanía' (que reza en sus lineas aquel notable: "hijo de nadie, falso mesías naciste muerto..."), 'Satiro' (y su "cada uno de tu raza que convenza es mi victoria") o las ya mencionadas 'Delnitro' + 'Calmados, matamos al venado'. Mientras todas estas se suceden aparecerán en el álbum soberbios puentes acústicos, todos excelentes, como es el caso de 'Sharon tate', 'Parafinada' y las preciosas 'Esther narcótica' + 'Convoy' , donde la banda comienza a mostrar una veta melódica que sería explotadas en álbumes posteriores como Jessico (2001) o Infame (2003).
Y para cerrar, dos maravillas: 'Passionale' y 'El adversario'. La primera juega con las estructuras y se muestra inquieta en materia de arreglos mientras que la segunda es una pieza pop que experimenta con electrónica y guitarras dando muestras de que la banda estaba prendidísima en términos creativos.
Babasónica es una joya de disco. De esas escondidas. Su lamentable producción (¿porqué no lo han remasterizado? Incomprensible) y también el carácter alternativo que la banda sostenía por aquel entonces lo transformó en un álbum de bajo perfil y que terminó transformándose en un trabajo de culto, que muy pocos en realidad conocen pero que de todas maneras merece ser recordado a poco más de veinte años de su creación.
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1996 // Dopádromo
7 / 10
¡Muy bueno!
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discazo
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