Vendrá un especial en estos días donde concentre las canciones que, en lo personal, más disfruté durante 2016. Sin embargo, deseo dejar un espacio particular a algunas. Digamos, las más significativas.
Y comenzaré por el final, ya que 'Lazarus' de David Bowie es con seguridad la mejor del año, el doloroso epitafio de un genio que agonizaba.
Dolor ("tengo cicatrices que no se ven") , miedo ("mírame, estoy en peligro"), resignación ("no tengo nada más que perder"), nostalgia ("en New York vivía como un rey") e incluso esperanza ("Oh, seré libre...") se conjugan en un tema impresionante por su magnitud y connotación histórica. Creo haberlo dicho en alguna reseña tiempo atrás: desde la muerte del gran Freddie Mercury que no presenciábamos un acto de despedida tan solemne y teatral, artístico hasta el final. El video de 'Lazarus', con un Bowie extraordinario ejerciendo su papel, no hace más que complementar un producto sensible, humilde y bien desarrollado.
"Mírame acá, estoy en el paraíso. Tengo cicatrices que no se pueden ver.
Tengo drama, no puede ser robado. Todos me conocen ahora...
Mira acá, hombre, estoy en peligro. No tengo nada más que perder.
Estoy tan arriba que mi cerebro gira. Lancé mi teléfono abajo...
¿No es exactamente como yo?
Para el tiempo en que llegué a Nueva York, yo vivía como un rey.
Luego usé todo mi dinero. Estaba buscando tu trasero.
De esta manera o ninguna, tu sabes, seré libre...
Tal como ese pájaro azul.
Ahora eso no es como yo.
Oh, seré libre. Tal como ese pájaro azul..."
Que tremendo!"Estaba buscando tu trasero", jajja, despidiéndose a lo grande, incorrecto, sucio, majestuoso, saludos
ResponderEliminarJajajaja Así es. Él sabrá a quien se refería...
EliminarSaludos.
Que inmenso es Bowie... Increíble...
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