Reculan y cumplen.
Luego de tres buenos álbumes editados entre 2007 y 2012, dio la sensación de que la ascendente carrera del francés Neige (el hombre a cargo de Alcest) había tocado techo creativamente. De ahí que en 2014 lo viésemos marcando distancia del llamado blackgaze con Shelter, un álbum tan sensible como sus antecesores pero más limpio en su sonido. Los resultados a nivel de recepción no fueron buenos (el disco pese a regalar uno que otro momentazo no fue tan logrado como hubiésemos querido) por lo que frente a la disyuntiva de insistir sobre aquel camino o recular "hacia las raíces" Neige ha optado por esto último, regalándonos un álbum que retoma los ambientes sombríos, las capas de guitarras y vocalizaciones que juegan con el contraste limpio/gutural constantemente. En este sentido, Kodama seguramente re encantará a quienes esperaban que la banda retomase el sonido de discos como Ecailles de luna (2010) o Les voyages de l'ame (2012) pero no sorprenderá en absoluto al resto.
Ahora, cabe destacar de que, independiente de la vereda donde cada uno quiera situarse, en materia de canciones Kodama no se queda y en lo suyo cumple de sobra, entendiendo por supuesto que lo de Alcest tiene que ver con la creación de ambientes que van explotando y generando intensidad sobre intensidad, lo cual tiende a volver el sonido de la banda algo espeso por momentos, aunque completamente disfrutable una vez que has logrado sumergirte en el pantano.
Destaca notablemente la notable ejecución de 'Oiseaux de proie', una que se pasea durante casi ocho minutos por diferentes estaciones emocionales y que me parece resume muy bien lo que Alcest ha buscado entregar en esta ocasión, además de la partida a cargo de 'Kodama' (la canción), la cual se entrelaza de manera perfecta con una pieza un tanto más agresiva como es 'Eclosion' (entre estas dos hay casi veinte minutos realmente hermosos). También en una linea muy completa, que va y viene, se encuentran 'Je suis d'ailleurs' o 'Untouched', aunque claro, a estas alturas la jugada resulta algo esperable y esa falta de sorpresa agota a ratos.
Kodama, como cualquier otro álbum de Alcest (a excepción de Shelter), es un disco complejo de oír, uno de esos que (por más pedante que suene) no funcionaría con cualquiera dado el estilo que maneja, marcado por murallones de guitarras y la carencia de estructuras melódicas que busquen quedarse en nuestro cerebro de manera inmediata. Lo de Alcest es el trabajo de ambientes explosivos que generen intensas sensaciones en quien escucha y en ese contexto, Kodama funciona e incluso nos regala medio disco realmente maravilloso.
7/10
¡Muy bueno!
Otras reseñas de Alcest:
Tenía ganas de que volvieran por este camino y curiosamente se disfrutan más los momentos tranquilos que esas voces blacker que han vuelto.
ResponderEliminarBuenisimo el disco, con un par de canciones que podrian ser lo mejor de Alcest. Una buena vuelta a lo que estaban haciendo antes de Shelter, aunque ese a mi me encanto.
ResponderEliminarSaludos!