Mejoran dentro de la poca novedad.
Tras su participación en el Ozzfest de 2005, a los italianos de Lacuna coil alguien los convenció de que, para alcanzar la fama y el éxito, debían abrazar la "modernidad" y transformarse en una banda más de nu metal. Muy obedientes ellos, sacrificaron identidad por moda editando así una seguidilla de álbumes carentes de toda originalidad pero que en lo económico buenos dividendos dejaron.
A una década del giro musical mencionado, y a tan solo dos años de su anterior trabajo, la banda insiste en la radio fórmula que viene caracterizándolos (de vuelta a los inicios no hablemos por favor) pero esta vez intentan añadir algunos elementos interesantes a su sonido, básicamente volviéndolo más pesado que lo habitual, con un Andrea Ferro que incluso incorpora guturales en las voces (acompañado como siempre de gran forma en los coros por la siempre notable Cristina Scabbia) sumado a algunas estructuras que esta vez no suenan tan descaradamente comerciales. El resultado es un álbum que se puede escuchar de corrido sin demasiados problemas encontrando uno que otro momento particularmente atractivo.
En el comienzo del disco se concentrarán, como era de esperar, los temas que pretenden enganchar al auditor, esos que emulan (una vez más) a Korn + varios. De esta forma tanto en 'The house of shame', 'Broken things' o 'Blood, tears, dust' encontraremos a un Ferro que sigue haciendo de Jonathan Davis en las secciones "agresivas" y a una Scabbia que aparece siempre para calmar las aguas, ahora, acompañados por una banda que cumple entregando secciones de peso y bueno, logrando el efecto de invitarte a seguir por más. Mucho más interesantes que las mencionadas me han parecido cosas como 'Delirium', que destaca por su fuerza vocal, 'Downfall', la primera del álbum que va un tanto más allá de la fórmula fácil y hasta un buen solo de guitarra incorpora. Algo parecido ocurrirá llegando al cierre con 'Claustrophobia', otra grata sorpresa en lo musical o la versión que han hecho de 'Live to tell' (que viene como extra en el disco eso si), la cual destaca por los notables arreglos que aportan en relación a la original de Madonna (insuperable por supuesto, pero esta versión tiene lo suyo).
Durante la segunda mitad del álbum no se insiste demasiado en la fórmula nu metal aunque claro, tampoco es que canciones como 'Take me home' o 'You love 'cause I hate you' digan demasiado, de hecho gran parte de los temas que acá suenan no son más que un contagioso coro acompañado por relleno.
Si alguien aún sigue soñando con el regreso de Lacuna coil a los ambientes góticos claramente deberá seguir esperando (si es que no definitivamente resignarse a dar por muerta aquella etapa inicial de la banda) ya que Delirium, sin ser un mal disco, insiste sobre la linea que los italianos vienen marcando desde hace ya una década: un metal efectivo y directo, que entrelaza vocales agresivas con coros melódicos. En aquella linea la banda al menos mejora lo entregado en 2014 regalándonos tres o cuatro canciones frescas y un disco que se deja escuchar.
3.0 // Bueno, cumple. |
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