Cuando ya nadie (me incluyo) esperaba algo interesante por parte de Weezer, la banda vuelve con el que probablemente debe ser su disco más sólido en años (en lo personal, desde 2001 que no disfrutaba un álbum de ellos). No es que los liderados por Rivers Cuomo hayan re inventado la rueda ni nada por el estilo (tampoco lo hicieron durante los 90's) pero al menos en estos cuarenta minutos de música han logrado cohesión, algo que no ocurría desde hace bastante rato ya. El altamente probable que el gran responsable de este avance haya sido Ric Ocasek, miembro de los míticos The Cars y quien en el pasado estuvo a cargo de la producción de los mejores álbumes de Weezer (el azul y el verde obviamente), el caso es que Ocasek ha vuelto a producir para la banda logrando que estos se reencuentren con sus mejores tiempos.
El título y las múltiples referencias que durante el disco se realizan en torno a la idea del "todo estará bien" dan a entender que Cuomo ha enfrentado este disco mirando hacia atrás, respirando hondo y esforzándose por entregar un trabajo con cierto carácter. En general lo ha logrado, si bien el disco posee el sello característico de Weezer, digamos, esa canción sencilla e inofensiva que en dos a tres minutos te regala un coro pegajoso, entrega también uno que otro momento que va más allá de lo obvio. Su sonido ligero y cargado al pop emparenta más con el green álbum (2001) que con el alternativo Pinkerton (1996), esto se aprecia en la exquisita partida a cargo de "Ain't got nobody" (con tributo incluido durante sus últimos acordes al fallecido Lou Reed), las absolutamente melosas "Eulogy for a rock band", "Lovely girl" y "Da Vinci", o en la divertida "Cleopatra", ahora, hay momentos en donde el álbum pretende adoptar un tono algo más reflexivo, como es el caso de "The british are coming" o "Foolish father" (las dos más extensas del disco) mientras que tema aparte es el tridente que cierra el disco, "The waste land/Anonymous/Return to Ithaka", ocho minutos en donde la banda sorprende y se da el gusto de ir más allá de lo esperado entregando momentos instrumentales, no tan estructurados y que juegan con guitarras bastante interesantes. Ojalá Cuomo hubiese tenido los huevos de abrir el disco con estas tres y, por que no decirlo, llevar el disco un poco más hacia allá. Habría sido lindo.
A excepción de las últimas tres, nos encontramos acá con diez canciones que entregan al Weezer clásico, el simple y directo, el divertido y eficaz. El sonido y la producción que acá han regalado te lleva a creer que aún puede haber vida para la banda, no da para lanzar cohetes pero si para volver a pasar un buen momento junto a su música. ¿Y qué tal la portada? A mi me ha encantado...
7 /10
Muy bueno.
amo a Weezer y claro, amé este disco.... es cierto en un 100% todo lo que decís, aunque a mi gusto no me interesa que vayan mas allá.... como su amados Pixies, yo necesito que me den justo esto: canciones redondas, power pop con calidad, para tener una sonrisa constante.... sino quiero esto bueno, escucho otra cosa y listo jaja...
ResponderEliminardebe ser por esa similitud que decís con el Verde, que es mi disco preferido... salu2!!