"Bajonazo..."
A comienzos de siglo vivimos una explosión de bandas que desarrollaron de vuelta y con éxito el rock de garage. Tuvimos a The strokes, Franz Ferdinand, The hives, Arctic monkeys, Kaiser chiefs, entre tantos otros. Fue un revival del concepto básico, ese que se centra exclusivamente en los músicos, sus guitarras, el rock, la juventud y la actitud. Ahora, dentro de toda esa camada de bandas existió una muy especial, los Yeah yeah yeahs, quienes liderados por la carismática voz de Karen O lograron dar que hablar gracias a la pasada por Fever to tell (2003) + Show your bones (2006) y un sonido que poseía constantes referencias al punk sin serlo. Luego, en 2009 llegó It's blitz!, un álbum que daba un giro en el sonido de la banda y rompía con lo que creíamos que se podía esperar de ellos, coqueteando con el synth pop y dejándonos en el recuerdo melodías eternas como "Zero" o la pegajosa "Head will roll". La banda modificó el estilo pero los resultados les terminaron dando la razón. Es que cuando las canciones son buenas todo el resto pasa a segundo plano, la música funciona, engancha, seduce y punto.
Han pasado cuatro años desde entonces y cuando una banda se toma tantos años para editar recién su cuarto disco hay dos alternativas: están preparando una apuesta muy muy grande o hay carencia de ideas. Lamentablemente acá estamos frente a lo segundo, Mosquito, fuera de su alucinante portada (me encantó) y uno que otro tema rescatable (¡no más de dos!) ha resultado una completa y absoluta decepción. Esta vez ha fallado todo y ni siquiera la multifacética (esta vez rubia) Karen O ha logrado rescatar a la banda del desastre. Mosquito no funciona, no engancha e incluso aburre.
El disco abre e ilusiona en su comienzo. "Sacrilege" suena fresca en su sonido y arriesga con esos coros gospel que lucen más que bien, tiene todo lo que esperábamos de la banda. El problema es que la maravilla dura exactamente eso, 3 minutos y 50 segundos, porque a partir de ahí el tedio se toma el disco. "Subway", "Under the earth", "Slave" o "Always" son canciones que no hay por donde agarrar , bostezos que solo se interrumpen de vez en cuando gracias a los chillidos de la vocalista en "Mosquito" (la canción) o "Despair", el único tema del disco junto a "Sacrilege" que transmite algo, una sensación que asciende y se disfruta.
Una pena, lo digo con dolor, los Yeah yeah yeahs son tan queribles pero donde no hay, no hay caso. Me imagino que quisieron sonar distintos a los comienzos sin repetir la fórmula de It's blitz! pero en aquella búsqueda creo que se terminaron perdiendo y esta historia es conocida: el sello apura, ya ha pasado mucho tiempo sin disco, hay que sacar algo y terminan grabando lo que tienen, es decir, dos canciones interesantes dentro de 47 minutos completamente olvidables.
5 / 10
Nada muy especial...
Concuerdo contigo, es un disco que molesta por el hecho de que se sabe que los Yeah Yeah Yeahs son capaces de hacer canciones magistrales.
ResponderEliminarEste es un disco que no cansa, pero sabiendo de quien es te entristece el saber que las canciones no tienen alma.
El problema es la intrascendencia.
ResponderEliminarUn disco puede ser bueno o malo, pero ser intrascendente es peor que cualquier otra cosa y ese disco cae en eso, en no dejarte nada al acabar.
Una lástima pero bueno, es de esperar que para el próximo recuperen terreno.
Saludos!